el fiat, sosita y la pato

Las chuchis están tremendas. Se tiran con todo...: Crist, Lilita, ahora la Pato contra María América, trenzadas a los gritos en la cámara baja..., jejeje... Todo el ambiente de las féminas muy crispado, como le agrada al buenazo del ex presidente , hoy sex símbol de la década antiliberal, el estimado Doctor Pierre. Agrego un par de anécdotas sobre Pato Bullrich de escaso interés, pero que recuerdo bien. Paso a contar.

Como fui uno de los descerebrados que votó Menem en 1989 --perdón, perdón, perdón...--, a bordo de un orgulloso Fiat 1500 blanco, modelo 65 --en 1989 un cochecito bien peronista--, viajaba alegre en medio de una de las tantas "caravanas de la victoria" al grito de "Perón, Peruuuuuuunnnnn!, Peraaaaaaaaaaaaaannnn!", cuando siento toc! toc! toc! , un golpe en el vidrio delantero de la máquina italiana. Se asoma la mismísima Pato en ese tiempito una militante peruca gentil, y me obsequia una bandera estampada con el lindo logo Menem Presidente (de nuevo perdón).

Pasó el tiempo y con las encuestas, tal como lo informara el reportero Gallo en la revista Noticias en su oportunidad, pude atesorar millones y destinar un par de ellos a comprarme mi actual Torino 71 GS full que, dicho sea de paso, este fin de semana volverá a rugir en las rutas de la patria.

En ese lapso conocí a Pato Bullrich como eventual clientA (desde hace rato sólo tengo cli-en-tes, reales o eventuales, ¿se nota?). Creo que ya había capotado el "gobierno" de la Alianza progre UCR-FRESAPO..., en ese período de transición hacia el abismo, de inicios del 2002. Necesitaba una encuesta para medir no sé qué en capital, nada serio obvio, pero no me acuerdo bien de qué iba la cosa.

Fui en busca del sustento diario, y ya era la Pato ex aliancista, ahora presidentA del partido Union por Todos, ese que defiende a la república democrática aún hoy. De movida, oh sorpresa, me recibió su secretario privado, el gordo Sosa, un lúmpen fenómeno de la JP de Palermo viejo en los ochenta. Integrante del grupo Intransigencia y Movilización vinculado a los Montoneros post dictadura, o sea la M fulería. Para más datos de Sosita, recuerdo que en su momento estuvo prófugo por haber sacudido las vidrieras de Modart en el año 1988, en una movilización de la CGT contra Alfonso y, de paso, tomar en leasing un par de ambos con chalequitos al tono. Hasta salió su foto en televisión y, cuando apareció en aquel ya lejano 88, mi hija a los gritos emocionada gritaba : "papa, papá, mirá: está el gordo Sosa en la tele!".

Bueno, las "oficinas" de "Unión Por Todos" estaban ubicadas en Diagonal Norte, enfrente del ex edificio SOMISA, hoy un anexo de oficinas dependiente de Massita. Subimos con el cumpa Sosa a ver a la "presidentA" del Partido. El edificio muy dark, a tono con las oficinas del "partido", engalanadas con un piso tipo moquete verde ya raída por el paso del tiempo..., sucia de toda suciedad. Al ingreso, se apilaban un par de sandwichs de milanga sobre dos o tres escritorios rotosos, con otros seis o siete símil gordos y gordas Sosas pululando por ahí. Al ver el, digamos, "entorno socioambiental" de la sede partidaria, pensé:

• " ¿Y aquí quién me va a garpar la encuesta?".

Dudé, dudé mucho, tanto o más que frente a la fórmula Perón-Perón del 73 , que no voté por mi edad, pero..., en fin, retomando: finalmente, por necesidad y no virtud, me mandé a ver a "la presidentA". Bueno, esa "visión" me superó y, aún hoy, es difícil de narrar en plenitud. Sólo agregaré un detalle: Con la misma raída y mugrosa moquete como piso, un escritorito espeluznante a tono con los de la antesala y el fondo horripilante de una gran bandera argenta con mástil y todo, banderola raída y de colores grises por la roña, se alzaba un cartelito impreso en papel de envolver salame escrito con fibra que advertía presuntuoso al vistante: Licenciada Patricia Bullrich. Presidenta. Ahí, metros adelante de la banderola y con el papelito de fiambrería escrito sobre el escritorio menesteroso, apenas sonriente estaba la Pato, presidentA...

Impactado por esa visión fellinesca, me recordé en ese momento de la reunión que cuenta John Fogerty con unos extraños empresarios mexicanos que querían llevar a CCR a tierra azteca en los tempranos setenta, en pleno furor del bayou:

• " Muy bien, muy bien ..., y la seguridad del grupo cómo sería..?", preguntó Fogerty.
• " Ah no, no, no, acá no tenemos nada de eso, qué seguridad necesitan ustedes..?"

Se terminó la reunión...