panorama político

Para los lectores de Ramble, blog popular-democrático si lo hay, lectores que con razón , no transitan el discurso dicharachero-conservador del diario Crítica, va el Panorama Político de hoy que vuelve sobre temas ya discutidos acá en la semana. Chau, buen fin de semana.

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Las consecuencias de la guerra gaucha son capitalizadas por opciones peronistas no K antes que por referentes de la oposición. La paradoja de las clases medias siguiendo los pasos de los humildes “grasitas”. El conflicto campestre produjo una grieta importante en el centro del poder oficialista y algo debiera haber pasado con la oposición política. Algo notable, poderoso. Pero no, peor aún, lo poco que sucedió reintrodujo cualquier posibilidad de reconducción futura del proceso político electoral de cara al año 2011 al interior del mismo espacio que transita el golpeado oficialismo.

Es un círculo de hierro y muy notable observar cómo suceden las cosas. Tras la crisis de 2001, aquel ya lejano 60% de votos obtenidos por todas las variantes del raro fenómeno bajo análisis en las elecciones de abril de 2003, no fueron circunstanciales y anticipaban probablemente este presente deslumbrante y un poquitito aterrador.Hoy, por motivos que no son fáciles de explicar, las mismísimas clases medias urbanas, de cacerola fácil muchas de ellas, han decidido abdicar de su jetoneo con la fama y seguir los pasos de los humildes “grasitas”. Asumir sin rodeos que la única “identidad política realmente existente” es el peronismo, justicialismo o como quieran llamarlo, da igual. Lo lamentamos, entre otros, por el compa Caparrós, al que sabemos algo agobiado, pero Todos Peronistas, esa es la consigna del momento.

En efecto, tras la crisis oficial con el campesinado chetongo, resulta mucho más relevante política y electoralmente seguir las andanzas del inefable "Chicho" Basile en los canales de cable de Chañar Ladeado que sobresaltarse ante los pálpitos fulería de Lilita transmitidos en cadena nacional o lo más cool, festejar las sorpresivas visitas del tío Cleto que desde aquella su madrugada gloriosa, donde ve luz, pone cara de póquer… y entra.Sin embargo, más allá de los fuegos artificiales, la fotogenia, a la hora de los bifes, nuestros mejores peores y regulares días, fueron, son y serán peronistas.

El primero que lo entendió fue don Ricardo Hipólito López Murphy, que ya hasta desistió de dar formato electoral a su espacio y armó una especie de corriente de ideas a fin de construir sentido común de centro derecha republicana, al mejor estilo gramsciano.Los estudios de opinión confirman esta tendencia que olfateó bien el señor bulldog de creciente giro hacia el panperonismo ya no de los sectores vulnerables, que eso no es noticia, sino en los mismos segmentos media masa. Al respecto, en una encuesta online reciente realizada en el blog Ramble Tamble, sobre 861 votos emitidos indagando sobre quién capitalizaba el desgaste oficialista tras el conflicto con los sectores agrofinancieros, las conclusiones fueron rotundas:

• En el polo no peronista: Elisa Carrió con el 11% de respuestas a su favor, a pesar de sus grandes cabalgatas mediáticas y su atracción por escalar palcos, no logra capitalizar la crisis oficial y aparece nuevamente con serias dificultades para constituirse en opción de gobierno. Mauricio Macri, Hermes Binner y Julio César Cobos apenas se recortan como figuras alternativas con una media del 8% de las menciones.

• En el polo peronista: José Manuel de la Sota y los muy movedizos hermanos Rodríguez Saá no mueven el amperímetro. Felipe Solá y Carlos Reutemann, con 10% de las menciones promedio cada uno, aparecen por debajo de las expectativas y sobre todo de la impronta televisiva del ex gobernador bonaerense.Eduardo Duhalde da la nota y reúne el 30% de las respuestas, constituyéndose en la alternativa mayoritaria que funciona como opción central al desgaste del gobierno nacional, no tanto por su propia popularidad (57% de imagen negativa), sino por su eventual capacidad de armado político y electoral para tiempos de crisis.Finalmente, la segunda opción, con el 13% de las menciones, la constituye la categoría No hay Desgaste Oficial que probablemente expresa, más que la negación de lo evidente, la permanencia de una masa crítica de apoyo al gobierno nacional, respaldo que puede sorprender tanto por su estrechez como por su extensión, pero que en todos los casos supera también a cualquier otra alternativa no peronista.

Claramente, entonces, hasta en las encuestas online, que se autofocalizan sobre sectores medios y medios altos, normalmente bien informados seguidores de Lanata, el variopinto polo de opciones peronistas resulta hegemónico y sumado representa el 60% de los votos o más.

Pues bien, mientras esta peronización masiva de segmentos medios ocurre y se despliega a ritmo acelerado, el Gobierno nacional ha decidido también volver a enamorar a los mass media perdidos y da pasos encaminados a intentar resolver dos problemas que sus estrategas juzgan centrales para esa tarea. Estilo y comunicación.Así las cosas, una Presidenta más relajada y coloquial parece ser la impronta del cambio de estilo y la prolongada conferencia de prensa de Cristina el episodio emblemático del giro comunicacional, que promete reiterarse, además.Se habló mucho del tema y no abundaremos, pero en general todos los analistas coincidieron en que en la tan reclamada, deseada, anhelada conferencia de prensa, no pasó nada. O sea, que dadas las circunstancias críticas por las que atraviesa el Gobierno, Cristina se fumó en pipa a los incisivos periodistas, que salvo alguna excepción defraudaron las expectativas.Otro sacrificio en el altar de la mejora en la comunicación, aunque (apenas) más encriptado, puede inferirse de la renuncia del presidente de la Comisión de Defensa de la Competencia José Sbatella al finalizar la semana.

Tal como informara este diario oportunamente, Pepe Sbatella, quien –hay que recordar– juzgaba excesiva la concentración de medios en, por caso , el sector TV por cable (66% del mercado en manos de CableVisión y Multicanal, hoy fusionados) renunció con un documento que hizo más sonoro el portazo: en un informe remitido a la Auditoría General de la Nación (AGN) y a la Sindicatura General de la Nación (SIGEN) acusó al secretario de Comercio, Guillermo Moreno, de haber sometido el ente a “los intereses del sector privado” y de facilitar “la confusión entre la negligencia y el delito” en el combate contra los monopolios.No pinta como sólo indignación típica de funcionario saliente el señalamiento de gran impericia en la gestión de Guillermo Moreno, quien vista la evolución reciente del Índice de Precios al Consumidor, en especial el estratégico rubro Alimentos y Bebidas, que proyecta 40% anualizado, parece controlar los precios con la misma eficacia que una tobillera bonaerense.