12/01/2007

john fogerty: "reencontrando mi voz"

El lanzamiento de Revival , el nuevo álbum de John Fogerty, nos permitió acceder a esta breve autobiografía personal y musical de nuestro super héroe aparecida en Newsweek, que reproducimos traducida en exclusiva, para los lectores de Ramble. El video de apertura pertenece a una sesión de ensayo de la grabacion de Revival y el tema es Creedence Song.
Por John Fogerty NEWSWEEK Diciembre 1, 2007 Issue
Mi nuevo álbum, Revival, supone desde su título, naturalmente, un retorno al tipo de música que me hizo conocido a principios de mi carrera, para lograr una verdadera sensación de estar de vuelta donde pertenezco. Sin embargo, inicialmente no acababa de decidir qué hacer, sentía la necesidad de otro tipo de renacer antes de que pudiera crear esta música. Veinte años atrás yo era un náufrago flotando a la deriva. Sin un curso, ni un punto de destino. Lleno de ira y dolor al mismo tiempo, me sentía deprimido. Justo un año antes había publicado un álbum solista que tuvo una gran repercusión y llegó al Nº1. ¿Cómo podían estar las cosas tan mal? El malestar comenzó en los tempranos años 70. Después de que mi banda Creedence Clearwater Revival, luego de los más asombrosos tres años que ninguna banda haya tenido jamás, se derrumbó, y el grupo se desintegró con un nivel alarmante de celos y traición Pasé muchos de los siguientes 30 años en litigio, luchando con mi sello discográfico y el ex editor del grupo para proteger la integridad artística de mi música y de mis derechos financieros sobre lo que había creado. A mediados de la década de los años 80 el costo emocional y financiero de estas batallas tan prolongadas llegó a mi mente. Un día me encontré a mí mismo tan enojado que no podía recordar mi propia dirección o número de teléfono. Recuerdo haber entrado a unos de los grandes almacenes y estar tan temeroso y disfuncional que no podía pedir a un vendedor por la compra de un par de calcetines. No podía dormir No podía sentir. En la música yo era lo que era, y no podía entender cómo había perdido tanto. Pero todo cambió una noche en septiembre de 1986. Yo estaba de gira por Indianápolis en un club cerca del hotel donde me alojaba . Después de unos 15 minutos, había decidido abandonarlo, pero de repente vi unas sombras en la pared, las miré y me dije a mí mismo: "Esta es la más hermosa chica que he visto jamás". Su nombre era Julie. Fue muy afortunado que nos encontráramos. Julie estaba ayudando a su hermana y se trasladaba a través del estado y se habían quedado en Indy para una descanso breve. Estaban a punto de irse. Quince minutos de diferencia, y nunca nos hubiéramos encontrado. Nos enamoramos. Permítaseme decirlo de nuevo. Nos enamoramos. Para mí, no hay ningún hecho más significativo en esta vida. Aunque me había casado antes, con Julie he experimentado lo que sucede cuando una persona se vuelve más importante que uno mismo. Aprendí el concepto de compartir, que es grande. Mi mente en aquel momento se encontraba tal mal que era muy autodestructivo. Pero con Julie tuve la aceptación total, algo que nunca había sentido. Ella se convirtió en mi esposa, mi amor, mi mejor amiga. Por último, mi corazón comenzó a sanar. El encuentro con Julie abrió ese camino. Lleno de ira y de dolor, había optado por no volver a tocar ninguna canción de Creedence Clearwater Revival desde el año 1972 --no más "Fortunate Son" , ni "Bad Moon Rising," ni "Born on the Bayou". Pero en 1987, menos de un año después de encontrar a Julie , las toqué de nuevo por primera vez en un concierto en Washington, DC, para los Veteranos de Vietnam. Me sentía bien. Pero uno no sólo mueve sus dedos y todo sale mejor. Por unos pocos años más aún, cuando la música de Creedence sonaba en la radio, todavía tenía que cambiar la emisora y aún no tocaba la guitarra habitualmente. Poco a poco con Julie me orienté , y empecé a ir más allá de la amargura que he llevado por tanto tiempo. Fueron cinco años después del encuentro inicial en que ella entró en casa un día y vio que yo estaba tocando de nuevo. Me dijo que fue uno de los momentos más felices de su vida. Gracias a su impulso estaba redescubriendo mi voz como compositor de canciones. A lo largo de estos años había sido demandado judicialmente por escribir canciones como solista que, decían, sonaban demasiado parecido a la música que yo había escrito para Creedence. Me acusaban de una especie de autoplagio, tal y como se ha descrito legalmente. Yo mismo me he defendido en los juicios y los gané. Sin embargo, cada vez que me sentaba a escribir una canción y que en algún lugar sonaba como Creedence, un pequeño gremlin se aparecía sobre mi hombro, con la forma de abogado que decía: "No lo hagas". Hasta que un día les dije a los duendes: "Salgan de mi vida, el propietario de este sonido soy yo”. Finalmente fui capaz de poner el final a esta pesadilla y sentirme de nuevo cómodo con mi música. Entonces, resultó apropiado que fuera Julie quien vino con el título de mi nuevo álbum, Revival. Hay un tema "Broken Down Cowboy" , que un día apareció de la nada en una línea:" A Broken Down Cowboy, like me " -" Un vaquero, quebrado como yo"-. Me di cuenta que estaba escribiendo sobre mí mismo. Lo quebrado que estuve hace ya mucho tiempo. Cuando estaba en medio de tanto dolor, tratando de evitar la asfixia. Ahora tengo suficiente perspectiva para escribir acerca de aquel que fui. Hoy tengo 62 años de edad y Julie 47. Hemos estado juntos durante dos décadas y tenemos cuatro hijos. Pensar que Julie y yo sin ese encuentro en la noche de hace tanto tiempo, podríamos haber perdido todo esto. ¡De ninguna manera! Tengo mi música y mi familia. ¡Soy el hombre más afortunado del mundo! Por eso, cuando me preguntan acerca del “revival” de John Fogerty, digo que es realmente una celebración, un regalo, el regreso de mi verdadera identidad.

3 comentarios:

Demian dijo...

Un genio!
uno de los mejores "usadores" del Vibrato que existe!

Le sobra onda...

Anónimo dijo...

Espectacular el post Artemio!!
Gracias por haber traducido este texto. La verdad es que lo que dice Fogerty me deja pensando...
Es simple y a la vez muy profundo.

Juan

Anónimo dijo...

Como su música :-)