4/24/2007

y llora llora la nueva oligarquía, que se parece a la vieja todavía...!

Ayer , El Abuelo, desarrolló un muy buen post sobre una de las cuestiones centrales del mercado de trabajo actual: La informalidad de los nuevos puestos de trabajo, la calidad del empleo. Claramente el nivel de descenso de la informalidad laboral despues de la devaluación es demasiado lento como para suponer que en el corto o mediano plazo habrá mejoría sustancial. El mismo post del Abuelo marca que mientras el desempleo abierto post devaluación cayó 16,5 puntos porcentuales, la informalidad en igual lapso disminuyó tan sólo 6,5 puntos. Por cada punto de caída en la tasa de desempleo, la baja en los niveles de informalidad resulta de cuatro décimas. En perspectiva, para el año 2009 podremos acercarnos a tasa de pleno empleo, con el 5% de la PEA desocupada , y si el ritmo de descenso replica el actual patron, y aún con leves mejoras, la informalidad se estacionará en ese mismo año, en torno al 40% de la PEA asalariada y ya se tornará inelástica al descenso del desempleo. Severo problema, puesto que, además de la ausencia de cobertura previsional y de salud, el trabajo informal promueve al menos otras tres calamidades sociales muy notorias y menos analizadas:
1- Remunera con sólo el 50% de salario al trabajador respecto a su par formal, por igual carga horaria y actividad.
2- Induce a la baja la masa salarial formal, frente a presión de un verdadero "ejército de reserva de informales", ofrecidos a trabajar por la mitad del salario a cambio de la cobertura y estabilidad que implica normalemente una relación laboral formalizada.
3- Perpetúa la pobreza en el hogar, impulsando altas tasas de deserción escolar en jóvenes y adolescentes que, para complementar ingresos familiares, se incorporan temprana y precariamente al mercado de trabajo, pagando el enorme precio a futuro de abandonar la educación formal. Se consolida así uno de los mecanismos más consistentes de Transmisión Intergeneracional de la Pobreza: la baja escolarización de los hijos de hogares pobres.
Este mecanismo de compensación de ingresos en el hogar con jefatura de trabajador informalizado, es el que muestra el cuadro que abre este post (click sobre la imagen para verla mejor) donde se observa que para el cuarto trimestre de 2006, según la Encuesta Permanente de Hogares, el salario promedio de un trabajador informal es de $467,6 mensuales, que no sólo no supera el valor de una línea de pobreza para un hogar tipo fijada por el INDEC en $900 mensuales , sino que tampoco sobrepasa el valor de la línea de indigencia de ese hogar estipulada en $480 mensuales. Por otra parte la proporción que representa el salario informal del jefe respecto del ingreso familiar total, cae como tendencia desde el año 1975 para ubicarse hoy en apenas el 30,7% del total familiar. Sin embargo, cuando se analiza el ingreso familiar total mensual del hogar donde el perceptor principal es un/a trabajador/a informal ($1.520,7) , observamos que este supera en un 70% el valor de la línea de pobreza y más que triplica el umbral de la indigencia para el hogar tipo. Esta combinación de salario principal muy bajo e ingreso familiar ampliado, producto de la proliferación en el hogar de perceptores de ingresos complementarios compuestos fundamentalmente por hijos jóvenes y adolescentes que abandonan los estudios tempranamente , resulta una estrategia elemental de sobrevida para el universo de la mitad de la población más vulnerable, cuyo perceptor principal de ingresos es un trabajador informalizado. Este fenómeno bajo análisis representa un universo de cinco millones de asalariados, dos millones de los cuales son jefes de un hogar promedio de cuatro miembros, por lo que esta problemática involucra directamente a unos once millones de ciudadanos, casi el 30% de la población nacional. Se trata reiteramos del acceso a empleos de baja productividad, mala calidad y escaso salario, que logran sin embargo conformar un ingreso familiar total que triplica en promedio el salario del trabajador informal que ejerce la jefatura y ubica a la familia por encima del umbral de la pobreza, modelando la extendida dinámica de pluriempleo informal y muy mal pagado que domina la actual morfología de los hogares con jefatura de trabajador informalizado. En este punto, los sectores que más contribuyen a que esta calamidad social se expanda son varios, pero, se destaca por la extensión de la mano de obra , su nivel de informalización y escaso salario el sector agropecuario. En efecto, como oportunamente informara la gente de Homoeconómicus en un muy certero post : con más de 300.000 asalariados registrados, no solo tiene el sueldo promedio más bajo —963 pesos—, sino que 8 de cada 10 trabajadores ganó menos de 1.200 pesos. Adicionalmente la Encuesta Permanente de Hogares informa que los niveles de informalidad del sector agropecuario son uno de los tres peores de la estructura productiva nacional y alcanza al 77% de los trabajadores en el 4to. trimestre de 2006, un 80% más intensa que la media nacional de trabajo en negro !. Ciertamente desde el punto de vista del tamaño de los establecimientos, incluso los niveles de concentración de la propiedad de la tierra, impacto tecnológico, productividad y sobre todo el tipo de discurso público, El Abuelo, El Mariano, El Manolo, La Carrió, Los Grobo, etc. , tienen razón y esta de hoy, ya no es la" vieja oligarquía " que lloraba y lloraba por las tiranías, según nos advertían los ya "anacrónicos" populistas de mediados del siglo pasado . Sin embargo, analizado el sector agropecuario - incluída la agroindustria - desde la perspectiva del nivel de salarios y las condiciones de trabajo (ay!) , se le parece bastante, no?.

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Artemio: habría que preguntarle a Kirchner si el crecimiento maravilloso que obtiene la Argentina (y que hay que agradecérselo a él, y sólo a él) se podría dar si toda la economía fuera formal. Podrían las empresas argentinas competir si cumplimentaran todos los costos que les impone el sistema?

Anónimo dijo...

Si se deroga el decreto que fija la doble indemnización, todos estos índices se van al demonio, pues en muchas empresas (grandes y medianas) están esperando con "ansiedad" esta medida para "depurar" sus plantillas y sobreexigir a los laburantes que queden, con el pretexto de que se van a ir a la puta calle si no aceptan las nuevas condiciones... Averiguá como están las cosas, por ejemplo, en el gremio de prensa, especialmente en el multimedios platense de DK.
El blog es esclarecedor en muchos aspectos. Un saludo cordial.

Cuac Cuac

Artemio López dijo...

Sine, las empresas argentinas no pueden competir ni en negro, blanco o gris , sencillamente porque nunca debieron competir para existir. Ahora Pierre también es responsable de esto?
Te aclaro además que en el paraiso liberal que añorás, construído sin prisa ni pausa desde mediados de los 70 por la dictadura y hasta la voladura del 2001, la informalidad laboral trepó del 15% al 40%, de la PEA asalariada. Algo les falló no?: Hazte cargo amigo Sine.

anónimo, comparto tu análisis, la caída de la doble indemnización es un error que afectará a los trabajadores y no beneficiara al proceso productivo, ni de crecimiento económico. Es puro daño social lo que promueve esa medida, irracional por completo.
salu2

Luciano Cohan (Elemaco) dijo...

Artemio:

¿El blanqueo de la economia esta necesariamente relacionado con la caida del desempleo? ¿Como es (o fue) el proceso? los antiguos empleados quedan en la misma situacion y los antes desempleados y ahora contratados se reparten enter negros y blancos y es eso lo que reduce la informalidad?

Porque tal vez es esperable que en un contexto de pleno empleo la informalidad baje mas que existiendo un "ejercito de reserva", de la misma manera que echar a un blanco y tomar un negro (o ennegreserlo) es un colchon que evita el mayor aumento del desempleo.

Anónimo dijo...

Sr. Artemio:

En el punto 2, el ejército de reserva de informales ejerce una presión levemente menor, ya que los convenios fijan ingresos minimos por encima del ingreso en negro. Sí, se produce el fenomeno que menciona anonimo, donde se sobreexige al trabajador.
En cuanto a la doble, hay que ver qué pasa en la justicia si la sacan. Todavía puede ocurrir que se la entienda como un derecho adquirido.

Saludos

Anonimo II

manolo dijo...

Artemio
Esta mojada de oreja, merece una respuesta al estilo, ¿Qué es el Tercer Estado?
Vos vas a sentir el abrazo del oso hormiguero. ;-P
En alpargatas, recordando el Grito de Alcorta.

Artemio López dijo...

elemaco, el blanqueo no esta necesariamente relacionado con la caida en la tasa de desempleo, pero es de esperar que como Ud bien señala a menos desempleo mayor formalidad laboral, entre otras cosas porque también se puede reprimir más la evasión que esto supone en un contexto d epleno empleo que de mega desempleo como el que vivimos.

anónimo, coincido, pero la presión de los informales existe sobre el mercado formal.

manolo, ajaja, mirá como tiemblo!!! y ahora ahi tenés otro post dedicado "al sector" :P Fruta, fruta y más fruta mandamos desde los Pierre´s Headquarters.
salu2

jya dijo...

el anonimo cuac cuac me muestra que no solo yo pensamos eso de la doble indemnizacion, lo cual me alegra
por otro lado, y como ya le escribi al abuelo, la tan mentada falta de mano de obra es producto del paradigma no mas de 30 años con 10 de experiencia, si buscaran en el pool de mas de 50 y les pagaran losuficiente para dejar el remis o la changa en negro, estoy seguro que no faltaria, y ese pool es necesario ahora, pero, es invisible a los ojos de las empresas aparentemente

Artemio López dijo...

ayj comparto plenamente, igual es cierto que es necesario capacitar trabajadores, la desindustrialización, la obsolecencia natural de los medios de producción y el mega desempleo dejo un tendal generacional en materia de saberes laborales, entre otros tendales, claro
salu2.

El Canilla dijo...

buen post.
El tema de la falta de capacitación se cruza además con la falta de interés en ciertos sectores de trabajadores que, ya no creen posible el modelo del trabajo-ahorro-progreso social que fue un paradigma de la Argentina hasta principios de los setenta.
Cuando llegué al país cruzando el charco, todavía un cajero de banco podía trabajar y ahorrar para comprarse un fitito 0km. Ni hablar de un obrero especializado de las automotrices cordobesas.
La caída de ese modelo genera además "cero" interés en sectores que desconfían de sus empleadores y que no creen ser "necesarios" sino que a lo sumo van a ser "utilizados" y "descartados" en cuanto haya una mínima variación de condiciones de mercado.