10/12/2006

PADRE NUESTRO, ESTÁS EN EL CIELO ?

Siempre me sedujo la tesis original de Max Weber acerca de la influencia de la ética protestante en los orígenes del capitalismo. Vamos rápido y salvajemente .Utilizando su método histórico comparativo, para explicar el porqúe del origen en la Inglaterra del siglo XVI del modo de producción y organización social capitalista, Weber comparó diversas formaciones sociales en distintos períodos históricos y observó que condiciones culturales, económicas y sociales similares a las Inglesas de aquél período, se reiteraban en sus varios modelos teóricos de análisis, salvo una: la emergencia de la ética protestante en su variante calvinista. A ella le asignó entonces la capacidad de determinar en última instancia las condiciones de aparición y desarrollo del proceso que, revolución agrícola e industrial mediante, devendría en el modo de producción capitalista original. En líneas generales, mientras el catolicismo no reformado impuesto a sus colonias por el Reino de España, consideraba un signo de pecado y eterna condena a la acumulación de riquezas, la especulación y la ganancia siempre exagerada de la industria mano de obra intensiva del siglo XVI, la reforma calvinista por el contrario las consideraba señales de salvación allende la nubes. Los muchachos calvinistas ofrecían entonces una weltanschauung propicia para el desarrollo del capitalismo temprano en su fase industrial, siendo la variante de catolicismo tradicional expandida por España, una ideología que soportaba y reproducía el modo de producción feudal, incapaz en líneas generales de promover , reproducir y ampliar relaciones sociales de tipo capitalista. Esta circunstancia de controversia notable en las cosmovisiones propiciadas por una u otra variante de la religión cristiana, nos quedó como una nota importante a tener en cuenta para explicar la transición del feudalismo al capitalismo y la decadencia española en aquél tránsito, aunque en aquellos (ay!) lejanos días de nuestra formación académica aún reinaba teóricamente el marxismo en general y en particular su variante estructural y sujetos a ella, no parecía consistente asignar - como sútil pero firmemente proponía Weber - a un fenómeno inscripto en la "región ideológica" de la "tópica espacial de una formación social" y aún apelando a la metáfora de " en última instancia", la capacidad de inducir modificaciones tan profundas en las realciones sociales de producción. Sin embargo, en una dirección teóricamente distinta a la de Weber y obviamente apartado de la marxista, el historiador revisionista José María Rosa elaboró un interesantísimo texto denominado "Del Municipio Indiano a la Provincia Argentina"(bajalo acá), donde muestra las diferencias locales pero también y fundamentalmente, la enorme influencia que la estructura jurídico- institucional española del siglo XV, tuvo sobre las recientes colonias y sus andamiajes legales y modalidades de gobierno y organización social. Por citar un caso central Rosa muestra que en la República Indiana: "La Justicia se encuentra integrada por dos Alcaldes Ordinarios que se ocupan indistintamente de los pleitos comunes. En las otras, el de primer voto atiende los asuntos criminales, y el de segundo los de menores. Ambos integran también el Regimiento en sus sesiones de pleno, presididas por el Alcalde de primer voto en la ausencia, que acabó por hacerse costumbre, del presidente nato (la primera autoría real: Virrey en las cabeceras de reinos, gobernador en las metropolitanas, y teniente de gobernador en las sufragáneas). Anualmente el Cabildo designa alcaldes de Hermandad (en Buenos Aires", a partir de 1606) para vigilar la campaña, hacer en ella justicia "sumaria" en los delitos criminales, y resolver como jueces pedáneos las "diferencias leves" de los vecinos rurales; tienen a su cargo la partida, generalmente de cuatro soldados, réplica criolla de la "cuadrilla" de la Santa Hermandad española. En un principio tuvieron jurisdicción, indistinta sobre toda la campaña (dehesas y despoblado comprendidos); más tarde se les fijó partido judicial a cada alcalde. Cuando las necesidades lo requirieron aumentaron los partidos y los alcaldes.". Modelada así la práctica juridico-institucional e impuesta como cosmovisión dominante la ética cristiana tradicional, la impronta de la "madre patria", marcó desde el inicio las condiciones materiales de existencia de las comunidades indianas, cuyo efecto central fué , no tanto la hegemonía del pathos medieval y ciertamente ya en el siglo XVI muy retrógrado inyectado por el reino de España, sino la emergencia de un doble régimen de organización social, cultural y económica. Buenos Aires fué un ejemplo notable de este "doble estándard" dónde, mientras la estólida vida pública se desarrollaba atada al modelo económico, político e institucional dominante, exportado de la península, su polo comunitario más dinámico, sus sectores sociales más activos, contrabandeaban mercancías a lo pavote y junto a ellas las élites intelectuales opuestas al pensamiento hegemónico oficial - y muchas veces también ellos contrabandistas de fuste -, se aferraban con desesperación y furia sagrada a nuevos sistemas de creencias políticas, jurídicas y económicas, bien lejos del agobiante mundo de certezas que ofertaba la ideología peninsular, ideología cuyo núcleo duro de sentido lo constituía sin duda la implacable religiosidad católica tradicional. En fin, y para no aburrir, en artemiópolis creemos que la persistencia hasta nuestros días de esta notable contradicción, este doble estándard público/privado, está en la base de nuestra identidad nacional partida y muchas - demasiadas - sí que desdichada, a la par que explica buena parte del persistente desencuentro cultural, pero también institucional y jurídico que trabajó sin cesar, pa´que no reine en el pueblo ni el amor, ni la igualdad. Paro acá y no agrego al análisis la determinación del atraso económico porque ya ha corrido tanta agua bajo ese puente, que sinceramente la vieja España expulsando hacia los países bajos a los mercaderes judíos, me quedó demasiado lejos. Ah y me olvidaba, que para eso está este post en Ramble, como dicen los pibes ahora ... amigo, feliz día de la raza, con los gallegos todo piola, aunque nos luquearon las bases, amigo.

2 comentarios:

Artemio López dijo...

patricio obviamente no es una alternativa mono causal puesto que requiere que las demas condiciones teóricas, políticas e históricas existan, pero es determinante o mejor es la ética protestante la que sobredetermina una coyuntura histórica,teórica,socialy económica determinada no hay ahí relación causal,ni mono ni poli causal, sino una relación estructural sobredeterminada, un todo complejo articulado, digamos.
salu2
PD Sabés cuando toca Fogerty en NY el 2 de diciembre solamente?

jya dijo...

Un comentario menor que surgio de una charla hoy, no es solo la etica protestante, quizas, y digo quizas, es la naturaleza medieval del rechazo a que algo crezca de la nada, ergo, el interes lo que oponia el crecimiento en la etica catolica, de alli que los prestamistas no eran catolicos en general, los templarios son un ejemplo medieval. Asi que la etica protestante fue una continuacion de esto. En Bs As antigua (ver JMRosa) los masinfluyentes y ricos eran en general los conversos, ah, y estoy de acuerdo con la dicotomia, al fin y al cabo Bs As nacio del contrabando y las arribadas forzosas