BARTOLO III

Esta es la tapa de La Nación del Domingo 25 de Marzo de 2001, como nota de tapa se insertaba un largo, largo, largo y muy entusiasta reportaje a Domingo Cavallo y Fernando De la Rúa, reclamando a dúo superpoderes para el Ejecutivo , del que transcribimos la introducción y cuyo desarrollo completo puede leerse acá (link con acceso restringido). Dice la nota acerca de la ley de superpoderes para el mingo. Con la nueva ley, el Gobierno espera generar un "vigoroso crecimiento" Se produciría por un "inmediato" cambio de expectativas; confían en que el Congreso no limite la delegación de facultades El Gobierno confía en que la aprobación de la ley de competitividad (incluyendo la de delegación de atribuciones legislativas al Poder Ejecutivo) genere un inmediato cambio de expectativas en la gente y comience, en consecuencia, "un vigoroso crecimiento". Así lo expresaron el presidente Fernando de la Rúa y el ministro de Economía, Domingo Cavallo, en una entrevista con La Nacion, en la que también destacaron la "actitud muy constructiva de los legisladores de todos los bloques", y su esperanza en que el Congreso no recorte facultades "imprescindibles para lograr la competitividad y la reactivación", con referencia a la posibilidad de que el Parlamento restrinja atribuciones en materia de reforma del Estado o legislación laboral. De la Rúa y Cavallo negaron que el Gobierno vaya a intentar una negociación para reestructurar los pagos de la deuda externa, como se especuló los últimos días en el mercado financiero, ni renegociar las metas fiscales pactadas en el último acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Este fue el diálogo: -Si el Congreso sanciona hoy la delegación de atribuciones al Ejecutivo, el gran interrogante es: ¿serán suficientes las facultades que está pidiendo el Gobierno, o las limitaciones que pueda aplicar el Congreso son importantes como para frenar sus expectativas? De la Rúa: -El Poder Ejecutivo no envió un proyecto excesivo, es razonable en el espíritu del artículo 76 de la Constitución. El Congreso puede introducir alguna modificación, pero sé que comprenden también la necesidad y las urgencias del momento. Por eso están sesionando en fin de semana. Así que confío en que no se recorten facultades imprescindibles para lograr la competitividad y la reactivación de la economía. -Por la negociación que han llevado adelante en estas horas, doctor Cavallo, ¿cree usted que serán suficientes esas facultades? -Sí. He visto una actitud muy constructiva de los legisladores de todos los bloques en ambas cámaras. Comprenden plenamente la gravedad de la situación, perciben la expectativa favorable que se ha abierto entre la gente, y a su vez la demanda de la gente sobre ellos para que le den al presidente de la Nación las funciones que en una coyuntura como ésta son imprescindibles. -Si quizá mañana (por hoy) se logra la sanción de esa nueva ley, ¿en cuánto tiempo cree que puede cambiar la expectativa y la actividad económica? Cavallo: -Creo que la expectativa va a cambiar de inmediato, y luego va a venir un vigoroso crecimiento. Con respecto al nivel de actividad económica, va a pasar lo que en el 91 sucedió en materia de inflación. Así como entonces hubo una caída violenta de los precios y cambiaron las expectativas inflacionarias del país, ahora va a haber un vigoroso crecimiento a partir de un cambio en las expectativas de la gente...". En Olivos se respira un clima distinto La mirada y los gestos del Presidente no son los mismos que los de la semana más dura de su gestión Algo ha cambiado sensiblemente en la semana que marcó el giro más sorprendente del Gobierno desde que Fernando de la Rúa asumió el poder el 10 de diciembre de 1999. Se transmite en la mirada y los gestos del Presidente, que dialoga en Olivos con la calma de quien ha dejado atrás una etapa muy difícil y mira con otros ojos el tiempo por delante. Sólo un comentario parece generarle aún cierta ansiedad, apenas controlada. Fue cuando se mencionó, en tono informal, antes de comenzar a grabar la entrevista adjunta, que tras las primeras medidas de Cavallo puede registrarse un cambio de expectativas en la sociedad. Ese es el tema que, aparentemente, más le interesa. Nada le daría más satisfacción a De la Rúa, en este momento, que empezar a recibir datos de opinión pública que hablen de un cambio de expectativas. El Presidente parece creer que esa alternativa es posible, pero sabe que aún es demasiado temprano para saber con exactitud si esto es así. Mientras tanto, se nota que lo deja hacer a Cavallo con la sensación de sentirse muy cómodo junto al nuevo ministro. En el diálogo a medias, compartiendo algunas respuestas o dejando deliberadamente el protagonismo a su ministro cuando éste se explaya sobre las iniciativas en marcha, De la Rúa se muestra confiado y tranquilo como si hubiera trabajado desde hace mucho en equipo con el ex ministro de Menem. Y también dedica un buen tiempo para reconocer y elogiar el esfuerzo y el sacrificio de Ricardo López Murphy en su paso fugaz por el Ministerio de Economía. Destaca que López Murphy hizo una tarea muy dura y meritoria porque quizá para hacer lo que ahora propone Cavallo fue necesario que López Murphy planteara antes con toda crudeza la difícil situación de la economía. Para la foto Sobre el final de la entrevista, De la Rúa accede cordialmente al pedido del fotógrafo Enrico Fantoni para que posara junto a Cavallo al lado de una bandera argentina. Cavallo, en un reflejo de ex canciller, advierte que el protocolo indica que deben cambiar sus ubicaciones respectivas. "Nunca supe que había tal regla de protocolo", responde sonriente De la Rúa, y acepta volver a posar, acomodando de paso la bandera para que quede mejor en la foto. Ambos, el Presidente y el ministro, tienen ojeras propias de quienes han dormido poco en los últimos días. Pero ambos también dan muestra de ver las cosas con más calma. Es un dato de importancia en los días que corren. " Que lindo este recuerdo de épocas felices. Cómo se entendían Mingo y el muñeco... jugaban de memoria no?...Ah, y notaron que bien los interpretaba Bartolo?. Un lujo, joya nunca taxi, igual todo piola Bart. Artemio López