3/26/2006

30 AÑOS: ACERCA DE LA LEGITIMIDAD DEMOCRÁTICA

Una discusión necesaria. Admiro, respeto y creo en la integridad moral, política e intelectual de Rodolfo Walsh. Leo en su Carta Abierta a la Junta Militar del 24/03/77 ,quizá el más grande alegato de época contra la bestialidad de la dictadura: "Ilegítimo en su origen, el gobierno que ustedes ejercen pudo legitimarse en los hechos recuperando el programa en que coincidieron en las elecciones de 1973 el ochenta por ciento de los argentinos y que sigue en pie como expresión objetiva de la voluntad del pueblo, único significado posible de ese "ser nacional" que ustedes invocan tan a menudo." La pregunta que surje para debatir es sencilla pero decisiva: ¿Puede un golpe de estado "ilegitimo en su origen" legitimarse "en los hechos" siguiendo un programa equis al que se supone anteriormente votado por una mayoría ciudadana o por el contrario es el mismo golpe militar per se ilegítimo en origen y desarrollo haga luego lo que haga?. Artemio López.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Coincido con la valoración sobre Rodolfo Walsh. Sin embargo, creo que esa idea--la que la Junta se podría haber legitimado en la gestión--denota, creo yo, una pregunta más general. ¿Puede cualquier programa de gobierno, aún uno de izquierda, ser legítimo si se llega al poder mediante una insurrección armada?

María E. Casullo

kuku dijo...

Desde la lógica proposicional, no resulta posible.
Desde la visión democrática, debería convocar a elecciones en el cortísimo plazo y "re-legitimar" lo que "hubiera" legitimado en los hechos.
Creo que precisamente era una ironía de RW, la mención de "el ser nacional que invocaban a menudo", y no una propuesta concreta. Pero, sinceramente, mucho no conozco. Es una mera opinión racional, no basada en el conocimiento.

Anónimo dijo...

¿Es el mismo golpe militar per se ilegítimo en origen y desarrollo haga luego lo que haga?
SI. Ateniéndose a la primera acepción de la palabra "legítimo" -"conforme a la leyes" - cualquier alteración de las mismas es ilegítima.
Es probable que Walsh lo utilizara en forma "retórica" como sugiere Gotas o que se atuviera a la segunda acepción de "legítimo": lícito o justo en un sentido más amplio. A tono con la escasa valorización de las formas democráticas (burguesas) que los "revolucionarios" en particular y el grueso de la población profesaban en la época.
El problema de la legitimidad política se vuelve más espinoso, dando por aceptadas las formas democráticas. Y refiere al cumplimiento de los programas que se proponen o a la imposibilidad o el desdén por respetar los intereses de toda la población. Nos encontramos con la tercera acepción de legítimo: "Cierto, genuino y verdadero en cualquier línea". Ejemplo urticante: nuestro presidente que se supone políticamente legítimado en las últimas elecciones, fue "votado" -tomando todo su conjunto de aliados- por el 26,1% del padrón habilitado. En primer lugar quedaron los ausentes, los que impugnaron y votaron en blanco con más del 35%, que depurados del porcentaje que históricamente no vota, suman más del 20% del padrón. Las leyes se cumplieron. Cómo ser "cierto, genuino y verdadero" para el conjunto de la sociedad, cuando una primera minoría tan escasa otorga tanto poder institucional?
Saludos

Anónimo dijo...

Con respecto a la pregunta, voy a utilizar una respuesta trillada: el fin no justifica los medios.
Son las clásicas artimañas discursivas que emplean los gobernantes para justificar lo injustificable. Ejemplos de esto sería la política de Bush jr. con su "llevémos la paz al mundo a través de la guerra", la de Fidel Castro suprimiendo la libertad de sus ciudadanos para obtener un supuesto beneficio social mayor, o la de Kirchner diciendo que va a solucionar la pobreza, pagando el total de una deuda contraida ilegalmente -sin siquiera auditarla- mientras la mitad del país padece hambre.
Esto no es ni de derecha ni de izquierda.

En definitiva, estoy convencido de que los medios deben ser acordes al fin que se persigue.

Saludos.

DF dijo...

Me parece, Artemio, que tal vez pueda verse como una táctica discursiva, que no puede entenderse si no es en el contexto de la época. Se me ocurre que Walsh, tipo lúcido e inteligente si los hay, puede haber percibido el cierto grado de consenso que tuvo la dictadura en un principio y quiso apoyarse en ese argumento para ir a lo que importa: denunciar lo que realmente la dictadura estaba haciendo.

DF dijo...

Le agregaría otra pregunta: ¿es legítima entonces la democracia que tenemos, nacida de elecciones convocadas por la misma dictadura?

Anónimo dijo...

Todo lo real es racional y lo racional es real, asi que todo lo que plantees puede llegar a ser, lo unico que mi importa es que a Silvio Rodriguez le preste un Unicornio Azul y el nabo lo perdio, En fin, es un boludo!!!