9/16/2022

sólo lumpenaje?

 

El término lúmpen es muy habitual en la teoría marxista temprana. No fue su uso acotado a este desarrollo inicial. Por caso, el término lumpemburguesía se atribuyó a André Gunder Frank en 1972, para describir un tipo de clase alta (mercaderes, abogados, industriales, etc.), la cual tiene poca autoconciencia o base económica y apoya a sus amos coloniales. El término se usa más frecuentemente en el contexto de Latinoamérica.

Cuando Frank decidió crear este neologismo del término lumpemproletariado (descastados) y burguesía porque -según él- mientras las elites burguesas de Latinoamérica y Europa se parecían en muchas cosas, estas tenían una gran diferencia. Las burguesías de Latinoamérica tenían la mentalidad del lumpemproletariado marxista, las cuales podían ser fácilmente manipulables para favorecer el sistema capitalista, aún a través del delito. De manera similar, las elites coloniales, mientras ellas mismas no se involucraban en actividades delincuenciales, contribuían negativamente a la economía local ayudando a los explotadores extranjeros. Los recursos y bienes de las colonias eran deseados por las potencias coloniales y para conseguirlos éstas incorporaban a las élites locales en su sistema, convirtiéndolos en intermediarios entre los ricos compradores coloniales y los pobres productores locales. Así, el bienestar de las élites locales dependía cada vez más de la explotación y el comercio, tomando el superávit de la producción de las colonias y extrayendo la ganancia y transfiriendo los bienes a los compradores coloniales en Europa. Frank describió este tipo de sistema económico como lumpendesarrollo y los países afectados por él como lumpenestados.

En esta misma línea de pensamiento hemos dicho ya que el -la,les- lúmpen es resultado de la descomposición social que básicamente indujo en el país el neoliberalismo. El tráfico de drogas, las barras bravas, la trata de personas, la prostitución, son su campo de acción por excelencia, aunque hay otros, como robo y extorsión.

Habitualmente son nexos eficaces con el narco, el sistema político y en especial las policías. En esta dimensión, las cárceles son instrumentos de socialización, reproducción, entrenamiento y bolsa de trabajo del lumpenaje. "Romantizar" al ( los-las-les) lúmpen es un gran error teórico y político. Pero nunca actúan solos en un intento de magnicidio como el pererpetrado contra Cristina Kircher y no lo hacen, precisamente por su condición de lúmpenes. 


Al respecto leemos a Marcelo Falak:

María Eugenia Capuchetti, la jueza federal que lleva la causa por el magnicidio frustrado, firmó el procesamiento del tirador Fernando André Sabag Montiel y de la aparente instigadora y compradora del arma, Brenda Uliarte. Ambos son considerados coautores de intento de homicidio agravado, con premeditación y alevosía, conforme a un plan elaborado desde el 22 de abril con un elemento –el arma– "idóneo" y "con cabal conocimiento de su adecuado funcionamiento y aptitud de dispar".

Los medios cuentan los espantosos mensajes que se cruzaron ambos, que sustancian ampliamente las acusaciones. Más allá de que el primero fue filmado por todos los canales de TV del país al intentar el tiro, los chats describen su premeditación de "pegarle un corchazo" a la vice. Ambos procesados están claramente hasta las manos. Mientras, queda por conocerse la situación procesal de los otros dos detenidos, Agustina Díaz y Nicolás Gabriel Carrizo, y si se avecinan más arrestos.


Una respuesta que falta


Lo que sigue ha sido una obsesión de este newsletter prácticamente desde su lanzamiento –por lo menos acá, acá y acá– y cobra mayor relevancia al conocerse los pasos del grupúsculo extremista Revolución Federal, implicado en un ataque con antorchas a la Casa Rosada y en escraches y agresiones contra dirigentes del oficialismo y hasta periodistas. ¿El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires ha hecho algo por deslindar las responsabilidades de su Policía en cada hecho, por la inacción de los efectivos que estuvieron presentes y de los que se ausentaron sin aviso y hasta por los saludos afectuosos que algunos de estos se cruzaban con los ultras? Esa respuesta urge.

A propósito, imperdible nota de Nicolás Baintrub en Anfibia sobre Revolución Federal. Que algunos comunicadores y medios los hayan tratado como gente digna de respeto irrita, pero no sorprende. Lo que no se entiende es que ninguna autoridad haga nada frente a gente que viola medio Código Penal a la luz del día.

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