7/06/2022

john maynard keynes: "cuando los hechos cambian, yo cambio de opinión. y ¿usted qué hace?”

 Macron nacionaliza la principal empresa de energía en Francia para hacer frente al gas ruso

El gobierno francés controlará la totalidad de EDF para monopolizar la producción energética. Alemania sigue sus pasos. En Europa ya dan por descontado que Rusia cortará el suministro de gas.



El presidente de Francia, Emmanuel Macron.
Europa Press

Por Patricio Porta y Andrés Actis

Ante la crisis energética que vive Europa, el presidente Emmanuel Macron decidió avanzar en la nacionalización total de Electricité de France (EDF), la principal empresa del sector en el país. La primera ministra Elisabeth Borne aseguró que el Estado pasará a monopolizar la producción de energía, después de que el Parlamento Europeo avalara la clasificación del gas y la nuclear como energías sostenibles.

EDF tiene una deuda de 43.000 millones de euros y Macron necesita fortalecerla para que lidere la producción de energía nuclear, que Borne calificó de "soberana y competitiva" frente al gas y el petróleo rusos. Además, Ursula Von der Leyen, titular de la Comisión Europea, admitió que el corte del suministro desde Rusia es un escenario más que probable, lo que explica por qué el presidente francés se adelantó a la jugada.

"EDF nace como una empresa pública monopólica y nunca ha dejado de estar en manos del Estado. Los programas de privatizaciones que se llevaron a cabo en Reino Unido, España e Italia nunca alcanzaron del todo a Francia. La empresa se transformó más tarde en una sociedad mercantil, pero el Estado retuvo la mayoría de las acciones", dice a LPO Íñigo del Guayo, experto en Derecho y Regulación de la Energía. Hasta hoy, el Estado francés contaba con el 84% de las acciones.



Elisabeth Borne, primera ministra de Francia.


La decisión forma parte de una estrategia más amplia por parte de Macron, que durante la reciente visita a París del primer ministro israelí Yair Lapid se comprometió a mediar entre Israel y Líbano por el yacimiento de Karish, en el Mediterráneo, en disputa por los dos países rivales. El mandatario francés busca que el gas de Karish llegue a Europa a través de Egipto y está dispuesto a usar su influencia entre los políticos y empresarios libaneses para destrabar el conflicto.

La empresa ENEL ha pasado lo mismo en Italia, que tiene un 30 por ciento de las acciones. Es un contexto de economías de guerra. Si Rusia corta el gas por completo será una hecatombe. Hay que entender la jugada en ese contexto

Francia también se anotó una victoria en Bruselas a través del reconocimiento de la nuclear y el gas como energías verdes. Aunque no lo sea en sentido estricto, esta licencia en la taxonomía energética europea les permite a los países que las inversiones privadas no solo se destinen a las renovables. La iniciativa, fue impulsada por Macron, generó divisiones entre los países de la UE, pero cuando se presentó la invasión rusa a Ucrania todavía era una hipótesis que en Europa no se daba por segura.



Macron junto al primer ministro israelí Yair Lapid, ayer martes en París.

El rescate de EDF "es una noticia importante, pero no es un giro de 180 grados, sino una vuelta al punto al punto de partida". "La empresa ENEL ha pasado lo mismo en Italia, que tiene un 30 por ciento de las acciones. Es un contexto de economías de guerra. Si Rusia corta el gas por completo será una hecatombe. Hay que entender la jugada en ese contexto", afirma el catedrático de la Universidad de Almería.

La crisis energética obligó a Macron a deshacerse por un momento del dogma liberal que pregona, y el canciller alemán Olaf Scholz podría seguir el mismo camino con el rescate a Uniper, mayor comprador de gas ruso de Alemania, en medio de una situación financiera delicada. Macron y Scholz juegan en equipo: mientras Francia promueve la energía nuclear en la UE, Alemania consiguió que el gas sea considerado un recurso "verde", según los nuevos parámetros europeos.

"En un escenario a medio y largo plazo, la alternativa de Europa debe ser la transición hacia energías renovables, pero a corto plazo, y de cara al invierno de 2022-2023, la emergencia supondrá volver a quemar energías fósiles, usar más carbón, más gas natural, más petróleo, mayormente de origen norteamericano", indica del Guayo. "El gas licuado de EEUU es un gas mucho más caro, pero si Rusia cierra el grifo no habrá alternativa y a corto plazo habrá que abrir más plantas de regasificación", señala.

Ola de nacionalizaciones, rescates e impuestos extraordinarios en Europa


En abril, Alemania, uno de los países europeos más dependiente del gas ruso, nacionalizó la filial local de Gazprom para asegurar el suministro de gas ante la amenaza de Vladimir Putin de cortar el suministro. El decreto le otorga al Estado alemán la facultad de controlar esta empresa hasta el 30 de septiembre de 2022.

La intención de Olaf Scholz es extender esta nacionalización temporal. Tampoco se descarta la adquisición de participaciones en empresas del sector para tener injerencia en la producción, la comercialización y los precios.
 

El canciller alemán Olaf Scholz.

En este sentido, en las últimas semanas, el gobierno federal avanzó en un decreto para rescatar a las compañías que arrastran números en rojo. La gasista Uniper sería la primera en pasar al guante público.

Scholz busca garantizar la solvencia de todas aquellas empresas del sector que estén en apuro mediante la concesión de créditos y avales. De ser necesario, el Ejecutivo podría también adquirir parte de las acciones

Scholz busca garantizar la solvencia de todas aquellas empresas del sector que estén en apuro mediante la concesión de créditos y avales. De ser necesario, el Ejecutivo podría también adquirir parte de las acciones. Los medios alemanes hablan de una "inyección" de 9 mil millones de euros.

En España, la nacionalización de las empresas de energía también está en agenda. Unidas Podemos, socio minoritario de gobierno, presiona desde el año pasado -cuando se dispararon los precios- para que Pedro Sánchez intervenga el mercado eléctrico y nacionalice "al menos" una firma del sector para crear una "gran empresa pública" que pueda el oligopolio que controla este sector.
 

El premier italiano Mario Draghi.

El PSOE ha aclarado siempre que la propuesta de su socio es "inviable". Sin embargo, días atrás, ante la asfixia de la inflación (de dos dígitos en junio), el Gobierno cedió en otro histórico postulado de la izquierda: un impuesto para detraer los "beneficios caídos del cielo", como se denomina al excedente de facturación de estas empresas por el exponencial crecimiento de las tarifas.

Italia es otro país que decidió gravar a las eléctricas. En mayo, el gobierno de Mario Dragui, elevó el impuesto sobre los beneficios de las eléctricas hasta el 25% desde el 10% inicial, para financiar un paquete de ayudas directas a las familias.

Dragui pretende utilizar esa recaudación para financiar la rebaja de 25 céntimos en el precio de los combustibles y congelar el precio de la energía durante el verano. Según sus cálculos, las eléctricas obtuvieron beneficios extraordinarios de 40.000 millones de euros en los últimos seis meses, con relación al mismo periodo del año anterior.

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