Hablemos de John Fogerty y Creedence. Lo particular de este caso radica en el origen personal de los conflictos que pueden escalar a demandas.
El precedente
La banda Creedence Clearwater Revival es al día de hoy, una de las más representativas de finales de la década de 1960 e inicios de los 70s, con álbumes como Born on the Bayou o Green River. A pesar de su corta trayectoria, su influencia ha marcado a innumerables músicos, especialmente en los Estados Unidos. En 1970, CCR lanzó la canción Run Through the Jungle, escrita por Fogerty y que recibió la certificación de oro de la RIAA.
Audición recomendada . Run Through the Jungle (CCR)
Debido a numerosos conflictos personales, creativos, administrativos y de negocios, los integrantes de CCR perdieron millones de dólares y la banda terminó por disolverse en 1972. Con el objetivo de liberarse de las obligaciones contractuales de su contrato con CCR, John Fogerty cedió sus derechos de todo el catálogo de CCR. Así, la discográfica Fantasy Records, con su dueño Saul Zaentz, pasó a ser dueña de los derechos de distribución y publishing. De ahí en adelante John Fogerty no podría tocar sus propias canciones sin pagar licencias a Fantasy. Esta situación provocó roces personales y creó una brecha entre Zaentz y Fogerty.
El conflicto
Fogerty continuó con su carrera y en 1985 lanzó la canción "The Old Man Down the Road", que tuvo un éxito comercial bastante prominente, alcanzando la décima posición en el Hot 100 de Billboard de Estados Unidos y numerosas listas alrededor del mundo incluyendo Canadá, Suiza, Austria, Alemania y Nueva Zelanda.
Audición recomendada . The Old Man Down the Road (John Fogerty)
El conflicto
Fogerty continuó con su carrera y en 1985 lanzó la canción "The Old Man Down the Road", que tuvo un éxito comercial bastante prominente, alcanzando la décima posición en el Hot 100 de Billboard de Estados Unidos y numerosas listas alrededor del mundo incluyendo Canadá, Suiza, Austria, Alemania y Nueva Zelanda.
Audición recomendada . The Old Man Down the Road (John Fogerty)
Dicho éxito disgustó a Saul Zantz, dueño de Fantasy, quien declaró que esta canción era básicamente Run Through the Jungle, pero con una letra distinta y demandó a Fogerty en la corte federal. En otras palabras, John Fogerty se había plagiado a sí mismo, copiando una canción de la cual no tenía derechos de autor.
Es importante destacar Zantz y Fotgerty no estaban en los mejores términos en ese momento. El disco Centerfiled que incluía la canción The Old Man Downd the Road, contenía otras canciones como Mr Greed y Zanz Can´t Dance, en las que Fogerty describía un personaje ladrón, adúltero y asesino. Fans y críticos compartían la opinión de que estas canciones eran ataques dirigidos a Zaentz, quien respondió con una demanda por difamación de $144 millones. Esta demanda fue resuelta entre las partes fuera de los tribunales por lo que Fogerty debió cambiar título y letra de las canciones , como se ve en el video.
Es importante destacar Zantz y Fotgerty no estaban en los mejores términos en ese momento. El disco Centerfiled que incluía la canción The Old Man Downd the Road, contenía otras canciones como Mr Greed y Zanz Can´t Dance, en las que Fogerty describía un personaje ladrón, adúltero y asesino. Fans y críticos compartían la opinión de que estas canciones eran ataques dirigidos a Zaentz, quien respondió con una demanda por difamación de $144 millones. Esta demanda fue resuelta entre las partes fuera de los tribunales por lo que Fogerty debió cambiar título y letra de las canciones , como se ve en el video.
Audición recomendada . Zanz Can´t Dance (John Fogerty)
Resolución
Volviendo a la demanda por derechos de autor, el caso se presentó en la Corte Federal de San Francisco en 1988. Fogerty se representó a si mismo ferozmente e incluso llevó su guitarra a la corte para interpretar ambas canciones y demostrar que las canciones eran distintas. La única semejanza siendo el estilo inherente de haber sido compuestas por la misma persona. El jurado deliberó rápidamente y en pocas horas llegaron a la decisión unánime de que las canciones no cumplían con el requerimiento legal de ser substancialmente similares como para constituir una violación de derechos de autor.
A pesar de salir victorioso, Fogerty aún estaba expuesto a las tarifas de sus abogados, que sumaban más de un millón de dólares entre sus consejeros personales y los representantes legales de su discográfica, Warner Brothers. Presentó numerosas apelaciones para recibir un reembolso por sus costos legales, pero todas fueron denegadas, hasta que presentó su caso en la Corte Suprema de los Estados Unidos en 1994, donde se emitió una decisión a su favor.
El papel de los abogados es complejo y requiere de un amplio conocimiento del aparato legal para continuar insistiendo hasta donde sea necesario para defender los derechos y patrimonio del artista.
Volviendo a la demanda por derechos de autor, el caso se presentó en la Corte Federal de San Francisco en 1988. Fogerty se representó a si mismo ferozmente e incluso llevó su guitarra a la corte para interpretar ambas canciones y demostrar que las canciones eran distintas. La única semejanza siendo el estilo inherente de haber sido compuestas por la misma persona. El jurado deliberó rápidamente y en pocas horas llegaron a la decisión unánime de que las canciones no cumplían con el requerimiento legal de ser substancialmente similares como para constituir una violación de derechos de autor.
A pesar de salir victorioso, Fogerty aún estaba expuesto a las tarifas de sus abogados, que sumaban más de un millón de dólares entre sus consejeros personales y los representantes legales de su discográfica, Warner Brothers. Presentó numerosas apelaciones para recibir un reembolso por sus costos legales, pero todas fueron denegadas, hasta que presentó su caso en la Corte Suprema de los Estados Unidos en 1994, donde se emitió una decisión a su favor.
El papel de los abogados es complejo y requiere de un amplio conocimiento del aparato legal para continuar insistiendo hasta donde sea necesario para defender los derechos y patrimonio del artista.
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