12/05/2021

los vacíos se llenan...

 

Chile: Entre Kast y Boric. Dossier




Entrando en la recta final

Sergio Campos

Más allá de las encuestas que dan origen a distintas lecturas, los énfasis programáticos cobran mayor relevancia en la recta final, en la disputa por la presidencia de la República.

Los contenidos del programa del ultraconservador José Antonio Kast(JAK), son considerados como regresivos, toda vez que su inspiración es vista como basada en modelos como los de Donald Trump y Jair Bolsonaro.

Es evidente que el país ha experimentado una evolución progresista que se ha visto plasmada en las calles por reivindicaciones en el marco de la desigualdad y la inequidad existentes. Reforma del sistema de pensiones, cambios a la protección en salud, derecho a la vivienda, acceso gratuito a la educación y nueva constitución, son algunos de los reclamos más sentidos de la ciudadanía.

Con todo, el único logro hasta ahora es la conformación de la Convención Constitucional que tiene como misión escribir la Carta Fundamental para los próximos treinta o cuarenta años. El resto sigue en compás de espera.

Para el el candidato ultraderechista nada de esto tiene asidero. Muy por el contrario, reivindica la dictadura civil-militar encabezada por el General Augusto Pinochet, en una actitud negacionista de las violaciones a los Derechos Humanos, hechos que quedaron acreditados en Naciones Unidas durante 17 años, además del Informe Rettig que da cuenta oficial de los detenidos desaparecidos y más tarde con la Comisión Valech, donde se establecen las torturas, el exilio y las exoneraciones practicadas por el regimen defacto.

Académicos, creadores del mundo del arte y premios nacionales, ven el accionar de Kast como una amenaza para el país. Lo perciben como un detonante del odio y el miedo al Otro, mediante un discurso extremo de “seguridad pública”, que toma como pretexto la inmigración , la delincuencia, el narcotráfico o el terrorismo para ejercer un control férreo de la población.

Lo acusan de buscar la demolición del Estado a favor de intereses privados junto con la confiscación de los derechos sociales, alcanzados por el pueblo.

Así opinan el cineasta Ignacio Agüero al igual que Carmen Castillo. El dramaturgo Alfredo Castro y Elicura Chihuailaf, Premio Nacional de Literatura 2020, Gonzalo Díaz, Premio Nacional de 2003, entre otros.

Argumentan que el recurso a la tradición y la familia es una síntesis moralizante que pretende perpetuar el rol subordinado de las mujeres privadas de la autodeterminación de sus cuerpos. Kast, dicen, representa el castigo a quienes desafían el canon-masculino-blanco-heterosexual que reinvindica el proyecto feminista y las disidencias sexuales. Ya hay señales, agregan más adelante con el atentado a la libertad de cátedra a través de requerimientos que persiguen una supuesta “ideología de género”.

Comparten estas ideas sobre un eventual gobierno ultraderechista el filósofo Pablo Oyarzún, Diamela Eltit, Premio Nacional de Literatura 2021, Manuel Antonio Garretón Premio Nacional de Ciencias Sociales 2007, Ramón Griffero, Premio Nacional de Artes 2019, Cecilia Hidalgo, Premio Nacional de Ciencias Naturales 2005, el actor Daniel Muñoz, el cineasta Sergio Trabucco y la Premio Nacional de Periodismo 2007 Faride Zerán.

Consideran que hay que poner coto al “desate neoliberal” y apoyar a las fuerzas transformadoras, rechazando de plano el modelo de sociedad regresivo, autoritario y excluyente del candidato JAK.

En una declaración pública que también firman la crítica literaria Soledad Bianchi, la filosófa Alejandra Castillo, Paz Errázuriz, Premio Nacional de Artes 2017, el cineasta Patricio Guzmán, el editor literario Pablo Slachevsky, la crítica cultural Nelly Richard, el sociólogo Carlos Ruiz Encina, Julio Pinto y Manuel Silva Acevedo, Premios Nacionales de Historia y Literatura respectivamente en 2016…Todo ellos abogan por la movilización de razones, afectos y solidaridades para construir un horizonte de futuro, libertario e igualitario, apoyando resueltamente la candidatura de Gabriel Boric Font.

Por otra parte un grupo de mujeres encabezadas por María Olivia Monckeberg, Fanny Pollarolo, María Estela Ortiz, Marisa Weinstein, Kena Lorenzini, Graciela Bórquez, M. Ester Aliaga, M.Lenina del Canto, Teresa Valdés, Sandra Radic, Miren Asunción Bustos, Patricia y Ximena Duque…dicen que están convencidas que la posible llegada a la Moneda de José Antonio Kast, representante de la ultraderecha, implicaría un grave retroceso en todos los planos, con grave perjucio para hombres y mujeres, que verían un profundo retroceso en las conquistas alcanzadas.

Afirman su convencimiento como Mujeres por la Vida, de que Gabriel Boric es quien mejor enfrentará la emergencia social, política y económica, para hacer de Chile un país justo, digno y en paz.

Para que nunca más se repitan los horrores de la dictadura, se comprometen con la defensa de la Vida. El camino, afirman es votar por el candidato de Apruebo Dignidad.

https://lamiradasemanal.cl/entrando-en-la-recta-final-por-sergio-campos-u/



Cinco fenómenos para entender estas cuatro semanas claves

Marcos Ortiz

La carrera presidencial vive sus días de mayor tensión cuando el calendario llega a su fin. Y es por lo tanto en estas semanas cuando la prensa escrita despliega sus mejores cartas para informar, defender posturas y atacar otras, evitando en todo momento pronunciarse de manera abierta a qué candidato se está apoyando. De entre los centenares de reportajes, entrevistas, editoriales y titulares escritos en estos días, destacamos a continuación cinco tendencias que sobresalen.

Los 28 días que separan la primera de la segunda vuelta presidencial son vertiginosos y lo han sido desde aquel disputado balotaje entre Ricardo Lagos y Joaquín Lavín a finales de 1999. En ese entonces la primera elección ocurría a mediados de diciembre, por lo que el desenlace quedaba inevitablemente pospuesto hasta enero, cinco semanas después.

Hoy, tal como una buena serie que resuelve todos sus nudos en el último episodio, la carrera presidencial vive sus días de mayor tensión cuando el calendario llega a su fin. Y es por lo tanto en estas semanas cuando la prensa escrita despliega sus mejores cartas para informar, defender posturas y atacar otras, evitando en todo momento pronunciarse de manera abierta a qué candidato se está apoyando.

De entre los centenares de reportajes, entrevistas, editoriales y titulares escritos en estos días, destacamos a continuación cinco tendencias que sobresalen.

1. Destacar apoyos (y esconder otros)

En la medida en que los candidatos y partidos derrotados se abanderan por José Antonio Kast o Gabriel Boric es interesante analizar cómo algunos de estos apoyos acaparan portadas mientras otros quedan relegados a páginas interiores.

Ocurrió, por ejemplo, con el apoyo que el histórico referente democratacristiano Genaro Arriagada entregó al candidato de Apruebo Dignidad en una entrevista concedida a El Mercurio el domingo 28 de noviembre. “Voy a votar por Boric”, señaló sin ambages. Tras consignar algunas diferencias con el PC, Arriagada agregó: “Lo considero un buen ser humano, una persona culta, creo en sus convicciones democráticas y que tiene coraje para defenderlas”. Sus declaraciones, sin embargo, no tuvieron cabida en la portada, el titular de la entrevista ni ninguno de los textos destacados, sino que se perdieron en la inmensidad de la página D10 del cuerpo de Reportajes.

Distinta suerte corrió tres días después el apoyo entregado por Jaime Ravinet al candidato del Partido Republicano, cuyo anuncio en las páginas mercuriales sí tuvo espacio en el título de la nota, tal como ocurrió con el expresidente del Banco Central Rodrigo Vergara y con el exprecandidato de la UDI Joaquín Lavín.

Más recientemente, el fenómeno quedó de manifiesto con los apoyos internacionales recibidos por los dos aspirantes a La Moneda. En su edición del 1 de diciembre, por ejemplo, El Mercurio destinó el doble de espacio para perfilar al senador estadounidense Marco Rubio –quien se reunió con Kast en Washington– que al apoyo explícito recibido por Boric de parte de una treintena de líderes latinoamericanos reunidos en el Grupo de Puebla.

Pero tan interesante como lo que se ha publicado es aquello que no ha tenido cabida. Javiera Parada, por ejemplo, una de las favoritas de la prensa tras encabezar la campaña de Ignacio Briones, tuvo nulo espacio en la prensa tras tuitear que por ningún motivo votaría por Kast, un “ultra conservador, que reivindica la dictadura y que cree que hay ciudadanos de primera y de segunda categoría”.

2. Minimizar las garantías exigidas por Sichel

El listado de exigencias realizado por Sebastián Sichel para comprometer su apoyo a Kast no cayó bien al interior de Chile Vamos, lo que quedó de manifiesto en la cobertura de determinados diarios. Si bien medios como La Tercera, Diario Financiero y Publimetro consignaron las peticiones en generosos artículos, no ocurrió lo mismo con algunos de los periódicos de la familia Edwards.

Pese a tratarse de una de las noticias más llamativas del martes 30, La Segunda optó por no incluir el tema en su portada del día y relegarlo recién a la página 7. El Mercurio, en tanto, escondió el embrollo con un titular que destacaba el apoyo de Joaquín Lavín, mientras que LUN sencillamente ignoró lo ocurrido y no publicó ni una sola línea. El único diario de la cadena que sí rompió el cerco fue El Mercurio de Valparaíso, que consignó en su portada que las exigencias “dividen a la derecha”.

Lo ocurrido esta semana se contrapone con lo que sucedió hace cuatro años, cuando las portadas de El Mercurio se llenaron con las críticas que el falangismo hacía del programa de Alejandro Guillier, cuestionamientos tan de fondo como los realizados por Sichel en su lista de 9 garantías.

3. Relegar encuestas a segundo plano

La cerrada defensa que la prensa chilena hizo de las encuestas previo a la primera vuelta auguraba que habría un vendaval de publicaciones en sus portadas al cabo de dicha elección. El veto de 15 días que impide su difusión previa a los comicios fue duramente repudiado por los principales medios escritos en sus editoriales de noviembre. “Una restricción de estas características carece a estas alturas de todo sentido”, señaló La Tercera.

No obstante esta fascinación por los sondeos, los primeros cuatro estudios aparecidos las últimas dos semanas de noviembre han estado lejos de ocupar las primeras planas. Ya sea porque todos favorecen a Gabriel Boric o porque los comités editoriales han decidido darles menos importancia de ahora en adelante, sus resultados no han logrado llegar a las portadas.

El domingo 28, por ejemplo, El Mercurio publicó en exclusiva el sondeo realizado por Black & White, empresa ligada a Sebastián Sichel. La ventaja de 44% versus 41% en favor del candidato de izquierda solo fue consignado en la página C2. Lo mismo sucedió al día siguiente con los resultados de Cadem y Pulso Ciudadano, los que solo fueron consignados en las postrimerías de una larga nota sobre la llegada de Paula Daza al comando de Kast.

4. Levantar al PC (y darle duro a la DC)

Los niveles de cobertura recibidos por diputados, senadores y alcaldes comunistas en las últimas semanas no tienen parangón con lo sucedido durante los últimos 30 años. Con inesperado interés –y tal como consignábamos en esta misma tribuna hace una semana– la prensa más tradicional se ha volcado a entrevistar a líderes de un partido históricamente ignorado por estos medios. La estrategia sería darle la mayor tribuna posible a voces que critiquen el acercamiento hacia el centro de Gabriel Boric y relevar eventuales diferencias de opinión y errores no forzados.

La tendencia viene de la mano con fuertes críticas a la Democracia Cristiana, partido al que se le ha cuestionado de manera insistente una supuesto “pérdida en su identidad” y “desdibujamiento político” producto de su apoyo sin condiciones al candidato proveniente de Magallanes. Dichas críticas, por cierto, no han existido respecto de partidos como Evópoli, el que se sumó a la campaña de Kast olvidando sus promesas de representar una derecha renovada.

5. Entender el nuevo Chile

El veleidoso comportamiento del electorado chileno en los últimos dos años también ha sido motivo de amplio análisis, particularmente tras la primera vuelta. A los invitados de siempre –en su mayoría dueños de encuestadoras, académicos y expertos electorales– se ha sumado en esta ocasión un interesante grupo de expertos provenientes de otras disciplinas.

Bajo el rótulo “Visiones sobre un nuevo Chile”, La Tercera ha llevado la delantera en esta búsqueda, ofreciendo extensas entrevistas con la cientista política Mireya Dávila, el sociólogo Aldo Mascareño, el historiador Manuel Gárate y el escritor y periodista Alfredo Sepúlveda, entre otros. Sus miradas de largo plazo, que incorporan elementos históricos y referencias de otros países, se han convertido en un bienvenido aire fresco entre un exceso de miradas interesadas y vendedores profesionales de humo.

Mención adicional merece el trabajo de Cristóbal Huneeus y Antonio Díaz-Araujo –fundadores de Unholster y la plataforma de análisis electoral Decide Chile– quienes han entregado a través de informes y entrevistas publicados en diversos medios interesantes estudios respecto del perfil de los votantes de la primera vuelta.

https://interferencia.cl/articulos/cinco-fenomenos-para-entender-estas-cuatro-semanas-claves



"Chile tiene un problema existencial. La ausencia de una derecha democrática ha producido un gran vacío de significado"

Ariel Dorfman

El intelectual de origen chileno confiesa que el resultado de las elecciones de la primera vuelta le hizo regresar un temor que lo ha perseguido desde la recuperación de la democracia, en los años 90: la posibilidad de que los tiempos oscuros vuelvan. La revuelta de octubre de 2019 lo llevó, sin embargo, a incurrir en un pecado de confianza. "Pensé que eso ya no era posible. No debería haber sido tan optimista", reconoce. Pese a la desventaja de mirar al país sin "el pulso de la calle", el autor de "La muerte y la doncella" observa a Chile desde una perspectiva mundial, donde la figura de José Antonio Kast no es muy distinta a la de Viktor Orbán o Mateusz Morawiecki, en Hungría y Polonia, respectivamente, o de Trump en Estados Unidos, "quien ha envenenado a este país, lo ha polarizado terriblemente" y que "puede volver en cuatro años más". En su opinión, la aparición particularmente del líder del Partido Republicano en Chile, responde a que supo utilizar a su favor la crisis política, la incertidumbre que se apoderó de la gente cuando "Piñera deliberadamente no atendió a las demandas sociales tras el estallido" y que profundizó la pandemia. A todo ello, se suma la pérdida de una derecha democrática, lo que –a su juicio– es uno de los problemas más graves que enfrenta el país y que lo hace estar en un dilema existencial, que debiera zanjarse el próximo 19 de diciembre. Al menos en parte –advierte–, porque "Kast, aunque pierda, aunque saque el 40% de los votos o el 48%, ya se convirtió en el líder de la derecha chilena". Entrevista de Héctor Cossio López.

Ariel Dorfman –novelista, dramaturgo, poeta y académico de origen chileno afincado hace ya varias décadas en Estados Unidos– confesó hace algunas semanas, en una columna escrita para Los Angeles Times, que la confianza y el optimismo, de alguna manera, le nublaron la visión. "No debería haber sido tan optimista", reconoció. ¿Cómo era posible que un candidato pinochetista pudiera llegar al poder por elección popular? ¿Cómo Chile había logrado favorecer con su voto a un político que nunca ha escondido –hasta ahora– su admiración por la dictadura, siendo que el país y la propia derecha habían luchado más de 30 años por superar el trauma de un régimen totalitario y cruel?

En esta entrevista con El Mostrador, el académico emérito de la Universidad de Duke confiesa que, desde que Chile recuperó la democracia en 1990, "siempre me persiguió el temor de que esos tiempos oscuros pudieran regresar". Pese a tener plena conciencia de los avances que tuvieron los gobiernos democráticos en estos últimos 30 años en espantar aquel fantasma, ese temor no se disipó totalmente sino hasta la revuelta popular de octubre de 2019. "La mayores protestas sociales en la historia de Chile, que llevaron a Chile a respaldar en un 80 por ciento la posibilidad de echar abajo la Constitución fraudulenta de Pinochet de 1980, me llenaron de optimismo", expresa.

Tras el resultado de las elecciones de primera vuelta, donde José Antonio Kast superó con 28 por ciento de los votos al candidato de Apruebo Dignidad, Gabriel Boric, Dorfman observa varios acontecimientos que pudieron haber incidido en ello. Uno de los primeros –acusa– fue el mal Gobierno de Sebastián Piñera. "Piñera deliberadamente no atendió las demandas sociales y dejó que la policía actuara sin control, después de ello, vino la pandemia, y la gente se fue cansando y se fue llenando de incertidumbres. Y cuando no hay certezas, la gente se refugia en lo más elemental: en la seguridad. Fue ahí que el discurso de Kast logró dar vuelta el contenido de la demanda por justicia social por una demanda de orden".

En este momento histórico, según el autor de La Muerte y la doncella" –aquella magnífica pieza teatral llevada al cine por Roman Polanski–, para los comicios de segunda vuelta del 19 de diciembre, Chile enfrenta "un problema existencial".

"Una cosa es que haya existido un Pinochet que llegó al poder por la fuerza y otra cosa es que gane un pinochetista, ultraconservador, y que vaya contra todos los avances de Chile de los últimos 30 años, por la vía democrática. Nunca, en la historia de Chile, ha habido un candidato de derecha como él. Si una mayoría de los electores del país elige a este candidato y con la venia de una derecha que se dice democrática y que estaba tratando de deshacerse del pinochetismo, si el pueblo de Chile hace eso, el resultado será nefasto por las páginas de la historia y para el futuro", advierte.

-A su juicio, ¿cómo es que se llega a dar esa paradoja?
-Chile tiene características muy especiales, porque salimos de una dictadura y derrotamos una dictadura con mecanismos democráticos, y luego en los gobiernos sucesivos ha habido un esfuerzo por repudiar la herencia de la dictadura, pero en el intertanto ha ido erosionándose la democracia. La democracia imperfecta –como yo le llamo– ha sido incapaz de responder a muchos de los problemas que la gente tiene. Ahora lo sorprendente de Chile –y muchos me preguntan cómo es posible que en Chile siquiera puedan pensar en votar por este hombre, cómo puede sacar más del 20 por ciento– es que son las crisis las que impulsan estos giros. El gran peligro es que las crisis que vendrán serán aún mayores, como la crisis climática, la crisis de los migrantes, la crisis de la injusticia y la desigualdad.

-El momento oportuno de los populismos de derechas o de izquierdas...
-Claro. Ante esas crisis se crea una especie de vacío y la gente desconcertada dice 'volvamos a algo que nos dé seguridad', y ese es el momento de los charlatanes.

-Hablemos del vacío, ¿qué es lo que se pierde como para que quede ese vacío?
-Uno de los factores es la pérdida de una derecha democrática. Y en esto uno de los grandes responsables es nuevamente Piñera. Él estaba llamado a representar esa derecha. Yo hubiera querido que hiciera un buen Gobierno, nunca por ejemplo estuve por su destitución, pero su mal Gobierno llevó a que esa derecha se debilitara, y que dejara ese vacío tan grande, un vacío de conocimiento, un vacío de significado.

-Los vacíos se llenan...
-Sí, el peligro es con qué. Lo que está haciendo Kast con la derecha política es muy, muy grave. Insisto, una de la cosas que más le hace falta a Chile es una derecha democrática, con quien se pueda mantener un diálogo con perspectiva pese a las diferencias, mínimos comunes democráticos. Ahora, aunque pierda en la segunda vuelta, y saque ya sea un 40% o un 48% de los votos, o saque lo que saque, José Antonio Kast ya se convirtió en el líder de la derecha.

El criptofascismo

Según Dorfman, "el liderazgo de José Antonio Kast no es el de un fascismo propiamente tal, que ya tuvo su lugar en la historia, su liderazgo más bien es del tipo criptofascista", o sea, que teniendo pensamiento fascista, lo esconde, lo mantiene en secreto para obtener réditos electorales.

Con la claridad de que observar Chile desde la distancia implica desventajas, porque se pierde el "pulso de la calle", por otra parte está la ventaja de mirar al país desde un contexto global, "y no me refiero a una mirada regional, sino más bien mundial", dice. Y ese contexto, lo que puede pasar con Chile no es muy distinto de lo que sucede en Hungría y Polonia, con Viktor Orbán y Mateusz Morawiecki, respectivamente, o más cerca, con Bolsonaro en Brasil y con Trump en Estados Unidos.

"Lo verdaderamente peligroso es cuando tú miras la historia de Trump, la historia de Bolsonaro, la de Orbán, te das cuenta de que son personas profundamente autoritarias, que no entienden la democracia ni el dolor ajeno, ni la dimensión humana. Y cuando no hacen eso, la reacción de estas personas, ante una fuerte oposición a sus proyectos, es utilizar la fuerza del Estado".

-Es ahí donde juega un rol importante la fortaleza de las instituciones. Trump no pudo mantener el poder, pese a no reconocer la derrota. ¿Cree que en Chile las instituciones son tan débiles que no puedan impedir el abuso de poder?
-Primero, hay que darse cuenta de que Trump puede volver al poder en cuatro años más, o podría llegar algo peor que Trump, como Marcos Rubio (el senador republicano que se reunió recientemente con Kast). Además, hay que ver lo que le hizo Trump a este país, ha envenenado a este país, lo ha polarizado terriblemente y dejado muchas dificultades para que Biden pueda llevar a cabo su proyecto transformador. Ahora, es cierto que las instituciones en Estados Unidos tienen un asentamiento mucho más fuerte que el nuestro en el consenso general, aunque está erosionándose. Igual pienso que en Chile el Congreso, aun con lo fraccionado que quedó, puede parar algún exabrupto. Ello, sin contar con el papel que jugará la nueva Constitución.

El Mostrador, 3 de diciembre 2021
 
es premio nacional de periodismo de Chile.
 
director de el "Ojo del Medio".
 
autor de Para leer al Pato Donald, La muerte y la doncella, y una gran variedad de obras, relatos, poemas y ensayos. Autor de Memorias del Desierto, ha escrito sobre la vida de los mineros de Chile para National Geographic. Estuvo a cargo de la Cátedra Mandela en Sudáfrica en 2010. Es profesor de literatura y Estudios Latinoamericanos en la Universidad de Duke, en los EEUU.

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