12/08/2021

argentina y el fmi: efectos económicos de los programas de ajuste de larga duración

Noemí Brenta *

Este trabajo analiza los efectos de los programas de ajuste del FMI aplicados en la Argentina durante períodos prolongados. Desde su adhesión al organismo en 1956 hasta la suspensión del último stand by en 2004, la Argentina suscribió veintiún acuerdos de condicionalidad fuerte con el FMI. Desde fines de 1982 hasta diciembre de 2001 estuvo continuamente bajo sus programas o procurando su aprobación. Primero, se revisa la literatura sobre el uso prolongado de los recursos del FMI y la evaluación de sus programas; luego se analizan los acuerdos de la Argentina con el organismo, sus condicionalidades y su cumplimiento; sus efectos sobre el crecimiento, la inflación y el empleo; y se compara su evolución en épocas de permanencia prolongada, media y nula bajo dichos acuerdos. En el corto y mediano plazo los programas del FMI corrigen el balance de pagos, pero su reiteración afecta el crecimiento, la inflación, el empleo y los indicadores sociales. 

...
Argentina: resultados de los programas de ajuste del FMI en períodos bajo acuerdos, sin ellos y en la etapa de permanencia prolongada Es difícil evaluar con precisión los resultados los efectos de los programas de ajuste acordados con el FMI, porque hay otros factores que influyen en la economía durante su vigencia, pero aún no se han desarrollado técnicas satisfactorias para aislar sus efectos. Uno de los métodos de evaluación más difundidos es comparar la situación de las variables macroeconómicas al principio y al final de los programas,39 y ese es el que aquí se ha tomado, aplicado a las tres principales variables objetivo de la política macroeconómica: el crecimiento, la inflación y el empleo. 

     a 45,3% anual.

Fuente: elaboración propia, datos del cuadro 1, INDEC y BCRA. 39 FMI, Conditionality in Fund-Supported Programs... cit.; Anna IVANOVA, Wolfgang MAYER, Alex MOURMOURAS [et. al.], What determines... cit. Anuario del Centro de Estudios Históricos “Prof. Carlos S. A. Segreti” / 11 35

 Para realizar esta evaluación, el período 1956-2011 fue dividido en subperíodos de acuerdo al tiempo de permanencia bajo programas del FMI, incluyendo el de las medidas previas que suelen abarcar el trimestre anterior a la aprobación de los programas. (Tabla 1) La segunda columna de la Tabla 7 muestra la cantidad de meses bajo acuerdos del FMI, para cada lapso. Se calculó la variación del PBI entre los extremos de cada período y se obtuvo la tasa anual equivalente (tercera columna), para comparar los subperíodos, ya que su duración es muy diferente. Luego se calculó la variación del índice de precios al consumidor entre puntas y también la tasa anual equivalente. La variación absoluta de la tasa de desempleo abierto es la diferencia entre la medición más cercana al mes final del período y la más cercana al mes inicial del mismo período. En primer lugar, se identificaron tres tipos de subperíodos: los que presentan cuatro meses o menos bajo acuerdos con el FMI (1956-58; 1964-66; 1969-75; 1979-81 y 2005-2011); los que involucran aproximadamente dos a cinco años bajo acuerdos con el FMI (1959-63; 1967-68; 1976-78; 2003-04); y el período de larga duración, que va de 1982 a 2001. En algunos años de este último período (1982, 1984 ó 1990) la ausencia de acuerdos con el FMI se debió a demoras por controversias en las negociaciones entre el gobierno argentino y el organismo, o a los tiempos de implementación de las condiciones de dispensa para la aprobación de los acuerdos o su reanudación, en caso que el FMI hubiera suspendido los desembolsos por incumplimiento de metas. Para eliminar la distorsión que introducirían los valores extremos, el período de larga permanencia bajo acuerdos con el FMI se dividió en dos: 1982-88 y 1991-2001, excluyendo los años de las dos hiperinflaciones, 1989 y 1990;40 y también se excluyó del cálculo el atípico año 2002, de continua y ardua negociación con el FMI y una caída del PIB del 10,9%. 

El segundo bloque horizontal de la Tabla 7 muestra los promedios ponderados de las variaciones del producto bruto y de la inflación en los tres conjuntos de subperíodos consolidados y la variación del desempleo. En los subperíodos con menos de cuatro meses de acuerdos, el crecimiento del producto bruto promedió el 5,1% anual, la media ponderada de inflación fue 41,7% al año y el desempleo se redujo en cuatro de los cinco bloques temporales. Si este análisis excluyera el lapso 1979-81, en que a pesar de la ausencia de acuerdos con el FMI las políticas económicas se mantuvieron dentro de los lineamientos del organismo, además de su experto contratado por el Banco Central, los períodos sin acuerdos con el Fondo con muy pocos meses de vigencia de ellos, mostraron un crecimiento promedio del producto bruto del 5,7%, inflación media de 30,7% y disminución promedio del desempleo en tres puntos porcentuales. En los períodos de 21 a 55 meses bajo acuerdos con el FMI, el crecimiento promedió 1,9% anual, muy inferior al de períodos sin acuerdos, la inflación media fue más elevada, 84% anual, y el desempleo disminuyó en tres de los cuatro subperíodos (1967-68; 1976-78 y 2003-04), mientras que no se dispone de estadísticas de desempleo para 1959-63. 

En la etapa de permanencia prolongada bajo acuerdos con el FMI, 1982-2001, el crecimiento, la inflación y el empleo experimentaron su peor comportamiento: el producto bruto varió anualmente al 1,6% promedio; la media anual inflacionaria fue 40 En 1989 la inflación fue de 3.079% y en 1990 de 2.314%. 36 Noemí Brenta, Argentina y el FMI: efectos económicos de los programas de ajuste... de 398,9%; y el desempleo aumentó 15 puntos porcentuales. Si se divide a esta etapa en dos períodos, antes y después de las hiperinflaciones de 1989 y 1980, se revela que en el lapso de 1982 a 1988 el crecimiento fue menor (0,4% anual) y la inflación promedió 286,3% anual, con un aumento leve del desempleo, de solo 2 puntos porcentuales. En el período posterior a la hiperinflación, 1991-2001, la expansión del producto bruto fue 3,3% anual promedio, más alta que en el lapso previo, aunque de 1999 a 2001 el PIB cayó continuamente; la inflación, anclada en un tipo de cambio fijo, fue de sólo 3,5% anual; pero el desempleo creció en 13 puntos porcentuales, pasando de 6% en la segunda medición de 1990 (octubre) a 19% en igual medición de 2001. El modelo básico del FMI supone que la variación del producto es endógena y depende positivamente de la variación del crédito doméstico, de las exportaciones netas y del ingreso de capitales, e inversamente, de la velocidad de circulación monetaria.41 Como se ha visto en el análisis de las condicionalidades, los acuerdos con el FMI restringen el crédito doméstico y favorecen el ingreso de capitales, de modo que el crecimiento del producto depende de esta última variable. 

Esta relación entre las variaciones del producto y las entradas y salidas de capitales integra la lógica de los planes de ajuste combinados con acuerdos con el FMI: el ingreso de capitales expande el nivel de actividad, su salida lo reduce, por eso el saldo final de los planes de ajuste es pobre en términos del crecimiento económico. El enfoque monetario del balance de pagos no brinda elementos para predecir el comportamiento del empleo, porque asume la plena ocupación. Bajo este supuesto, la oferta agregada de la producción doméstica es inelástica al nivel general de precios, de modo que la inflación depende de las variaciones de la demanda agregada, a su vez, determinadas por las variaciones de la oferta monetaria, variable que en el modelo del FMI queda sujeta a las variaciones de las reservas internacionales -esto es, a los movimientos de capitales- y al multiplicador monetario, que se considera constante. El público destinará los excedentes de liquidez a adquirir bienes y servicios, esta presión de demanda sobre una oferta agregada rígida, aumentará los precios, a menos que las importaciones concurran a ampliar la oferta. Por eso, el FMI recomienda reducir el salario real y el crédito doméstico como medidas antiinflacionarias estabilizadoras del tipo de cambio y facilitar las importaciones, pero esto es factible en tanto ingresen capitales. 

El modelo del FMI considera también que el multiplicador de las importaciones resta dinamismo al crecimiento del producto bruto, porque disminuye el crecimiento de las reservas internacionales y, por ende, la expansión monetaria. En síntesis: los resultados obtenidos en el análisis aquí realizado sobre el impacto de los programas del FMI sobre el crecimiento son consistentes con los previstos en los modelos del FMI. Los resultados sugieren que los programas del FMI no cumplieron un rol antiinflacionario estructural y sustentable en la Argentina. En los períodos de vigencia de acuerdos con el FMI la inflación promedio fue más elevada que en aquellos sin ellos, porque las medidas previas al lanzamiento de los planes de ajuste ligados a acuerdos con el FMI siempre incluyen la devaluación de la moneda doméstica y aumentos de impuestos y tarifas públicas, medidas que aceleran la inflación; y la inflación 41 Jacques J. POLAK, The two monetary approaches... cit. Anuario del Centro de Estudios Históricos “Prof. Carlos S. A. Segreti” / 11 37 también se eleva hacia el final de los programas, porque la represión de variables clave durante su vigencia -tipo de cambio y salario real- provoca la acumulación de desequilibrios que luego de algunos años conducen a la ruptura de los planes en un contexto inflacionario y de crisis cambiaria. 

En la etapa de permanencia prolongada bajo acuerdos con el FMI, 1982-2001, los efectos negativos sobre el crecimiento, la inflación y el empleo se agudizaron. En 1982-88 el crecimiento fue nulo y la inflación muy elevada, derivando en los procesos hiperinflacionarios de 1989-90. En 1991-2001 el crecimiento fue errático, desde 1993 la inflación se redujo fuertemente pero desde 1999 sobrevino la deflación con recesión; mientras ya desde 1993 el desempleo alcanzó cifras de dos dígitos.42 El costo social, asimismo, fue muy elevado, como surge del incremento de los indicadores de pobreza, indigencia, delincuencia, abandono prematuro de la escolaridad y trabajo infantil. (Tabla 8) 



Para concluir, los programas del FMI no son apropiados para promover el crecimiento, ese no es su propósito, ni tampoco controlar la inflación. El objetivo de los préstamos del FMI es proveer financiamiento de corto plazo para enfrentar problemas transitorios de balance de pagos. La recesión, la devaluación de la moneda doméstica y la caída del salario real que provocan los programas del FMI suelen eliminar o mejorar los déficits de la balanza comercial, exclusivamente. Acordar con el FMI en busca de soluciones económicas de largo plazo es completamente inútil y contraproducente, como lo demuestra la historia argentina de la segunda mitad del siglo XX y, en particular, la etapa de permanencia prolongada bajo acuerdos con el FMI. 

42 - La tasa de desempleo abierto en la Argentina se medía en abril y octubre, cifras en porcentajes: 10,6 y 9,6 en 1963; 11,1 y 13,1 en 1994; 20,2 y 17,2 en 1995; 18 y 18,8 en 1996; 17 y 14,3 en 1997; 14 y 13,3 en 1998; 15,6 y 14,4 en 1999; 16 y 14,7 en 2000; 17,2 y 19 en 2001.


-------------------------------------------------

* NOEMI LILIANA BRENTA

Datos académicos


Relacionados

Enrique Martínez: “No veo viable el no pago de la deuda al FMI"


AGENCIA PACO URONDO dialogó con el ex presidente del INTI y actual coordinador del Instituto para la Producción Popular, Enrique Martínez, y reflexionó sobre la coyuntura política y económica que atraviesa el país.

Claudio Scaletta: “La clave del acuerdo con el FMI está en el nivel del tipo de cambio, no en la reducción del déficit”


AGENCIA PACO URONDO dialogó con el economista Claudio Scaletta sobre las negociaciones que Argentina lleva adelante con el FMI. Más allá de ese acuerdo, aclaró: "Es importante tener un plan de estabilización claro. Argentina no puede tener una inflación del 50% anual". 

2 comentarios:

octavio e. dijo...

No si hay feriado bancario y cambiario.

oti dijo...

Y le está dando ideas a la oposición, la que pensará qué fácil es derrocar un gobierno desde el Congreso de la Nación.