Con un resultado
ajustado en el principal distrito del país, el FPV con aliados mantiene mayoría
y Quorum en el senado y mantiene mayoría en diputados. En suma, una elección parlamentaria correcta del oficialismo en un contexto de doble pandemia Macri y el COVID.
Con respecto a Buenos Aires, es necesario señalar la enorme contribución
de Mauricio Macri para que el resultado fuera tan ajustado. Todas las encuestas
señalaban una distancia de no menos de cinco puntos a favor de Juntos tras las
Paso, hasta que Mauricio Macri ganó centralidad en la campaña.
Así las cosas, la remontada oficial es, centralmente, consecuencia de la
las mejoras socioeconómicas aún discretas aunque ya observables, pero básicamente de la reaparición
de la figura de Mauricio Macri en el centro de la escena, con sus fallidas
declaraciones en la causa del ARA San Juan y las opiniones laudatorias que
inevitablemente dio sobre sus cuatro años de gobierno.
Esta rentrée del ex presidente hizo revivir la memoria reciente sobre la
calamidad de su gobierno y despertó el “panic – terror” hobessiano a su retorno
en un sector amplio de la población, en especial en los millones de votantes
del FDT en el año 2019, ausentes en la PASO del año 2021.
Recordemos que Mauricio duplicó el desempleo, hizo trepar 15 puntos la
pobreza, la indigencia pasó de 6 a 8%, provocó un 20% de caída en el poder
adquisitivo de salarios, jubilaciones y pensiones mientras endeudaba al
país a un promedio de 32.500 millones de dólares por año, triplicando del ritmo
de emisión que dejaron juntos la dictadura cívico-militar, el menemismo y la
Alianza entre 1976 y 2001 (7.192 millones por año).
Su reaparición estelar hizo milagros y logró empatar una elección que el
oficialismo tenía perdida en el principal distrito del país.
¿Qué conclusiones quedan de esta elección y las PASO
para el gobierno?
Que debe cumplir el mandato electoral del 2019 y mejorar las condiciones materiales de existencia de los segmentos medios, medios bajos y populares que constituyen dominantemente su electorado, el que le dio una nueva chance en estas elecciones de medio mandato frenando la ofensiva neoliberal.
Hay que confrontar con los sectores que concentran el ingreso y son responsables de las
desdichas de los segmentos medios, medios bajos y populares empobreciéndolos a
niveles insólitos.
Al respecto es de observarse que proyectando los informes que publica el
INDEC sobre la Evolución de la distribución del ingreso (EPH), el coeficiente
de Gini (que es una medida de la desigualdad, la cual indica mayores niveles de
inequidad, cuanto más cerca se encuentre de 1) pasó de 0,427 del segundo
trimestre de 2016 a 0,435 en el cuarto trimestre de 2020.
Este empeoramiento de la estructura social, echó por tierra el avance
obtenido durante las gestiones kirchneristas, cuando en trece años con
altibajos, pero de manera tendencialmente sostenida, se había logrado sacar de
la pobreza a millones de habitantes – en especial niños- y reducir
ostensiblemente el Gini que había dejado la crisis del 2001, y arrojaba en un
extravagante 0,538 para el año 2002, según los datos del Banco Mundial.
Así mismo, como se observa en el cuadro que acompaña esta columna, en
el segundo trimestre de 2020, la brecha de ingresos promedio entre el 10% de la
población con ingresos más elevados y el 10% de la población con ingresos más
bajos fue de 20,2 veces y 24,8 veces en 2021 empeorando notablemente. A su vez,
el 20% más rico obtuvo el 48,6% de los ingresos, mientras que el restante 80%
de la población obtuvo el 51,4%. Esta situación de desigualdad afecta en mayor
medida a las mujeres. Adicionalmente se observa que los varones obtienen
ingresos promedio 29% superiores a los de las mujeres.
Estas circunstancias de inequidad distributiva explican por qué el mar
de pobreza que atraviesa la Argentina hoy y es necesario reflexionar sobre
ello. ¿Qué sobresalta del 40,6% de pobreza si en sólo 4 años el gobierno de
Macri duplicó el desempleo y provocó una pérdida de 20% del poder adquisitivo
real de salarios y jubilaciones? ¿Qué de raro tiene un 40,6% de pobreza general
donde el sueldo mínimo vital y móvil, así como las jubilaciones mínimas se
ubican en torno a los $25.000 mensuales y cubren apenas el 40% de la Canasta
Básica Ampliada de pobreza? ¿Qué extraño se advierte en el 40,6% de pobreza
mientras 2,3 millones trabajadores formales reciben salarios por debajo de la
línea de pobreza de su hogar? ¿Qué llama la atención del 40,6% de pobreza
cuando una canasta de pobreza para 4 personas asciende a $70.000 y el salario
medio de la economía a $86.300 mensuales?
No hay nada de sorpresivo en el 40,6% de pobreza si como señalara CFK
hubo ajuste fiscal: “El año pasado, con ocasión de presentarse el
presupuesto, se estableció que el déficit fiscal iba a ser del 4,5% del PBI sin
pandemia a partir de marzo del 2021 -situación que no se verificó como es de
público y notorio. Cada punto del PBI en la actualidad es alrededor de $420.000
millones. A agosto de este año, a cuatro meses de terminar el año y faltando
apenas unos días para las elecciones, el déficit acumulado ejecutado en este
año era del 2,1% del PBI. Faltan ejecutar, según la previsión presupuestaria,
2,4% del PBI”: unos 10.800 millones de dólares.
Qué de inesperado supone un 40,6% de pobreza en un país donde el 10% más
rico acapara el 32,3% del ingreso total y el 50% más pobre apenas accede al
20,5%.
Ninguna sorpresa, nada extraño, lo único inesperado resulta que no se
debatan estos temas y menos que no se dispongan de políticas adecuadas para
darle solución o al menos comenzar a transitar el camino hacia una sociedad
mucho más equitativa que la actual.
En resumen y para no extendernos con cifras que siempre borronean el
mensaje: El oficialismo sorteo con éxito relativo las elecciones de medio
término y en muchas provincias logró revertir las derrotas de las PASO. Llegó
la hora de cumplir el mandato electoral , llegó la hora de los pueblos,
como diría el viejo General.
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