Existe una leyenda urbana bastante difundida en la zona CABA-PBA-CBA que dice que Córdoba (la provincia) fue el puente de plata que posibilitó en el Ballotage de 2015 a Macri llegar a la Presidencia de la Nación.
En caso de que adhiriéramos a esa idea peregrina, sería justo decir que a
partir de la jornada del último domingo, Córdoba decidió correr a Macri a esa suerte de geriátrico
de la política que es el mote de Expresidente en la Argentina, situación sólo gambeteada en la
historia democrática reciente por Néstor y Cristina Kirchner.
La lectura cuantitativa dice que las listas que conformaron los bloques internos de Juntos por el
Cambio en Córdoba se llevó la mayoría de las adhesiones electorales 1 , seguido a una distancia
apreciable (casi la mitad de los votos) por la listas únicas de Schiaretti y el Frente de Todos,
bastante más lejos.-
Nada nuevo bajo el sol de la provincia mediterránea. Desde hace casi una década que las
compulsas son adversas a todo lo que tenga una K en la boleta que se mete en la urna.
Sin embargo, a lo que hago referencia cuando señalo el estado de retiro anticipado de la política
de Mauricio Macri, es que en ninguno de los distritos de relevancia electoral, los candidatos
apoyados explícitamente por el líder del conservadurismo argentino logró evitar contundentes
derrotas a manos de los espacios internos promocionados por Horacio Larreta-María Eugenia
Vidal.
Algunes compañeres, con un cierto porteñocentrismo, comentaban el domingo a la noche y el
lunes a lo largo de toda la jornada la preocupación que les ocasionaba el voto a Milei.
En realidad, deberíamos estar más preocupados por el voto obtenido en la provincia de Córdoba
del tándem Luis Juez – Rodrigo de Loredo.
Luis Juez, a diferencia de Milei, derrotó en un solo acto electoral, a todos sus viejos adversarios:
Schiaretti – De la Sota (su hija encabezaba la lista a Diputados de Hacemos por Córdoba) – CFK –
Mestre hijo – Macri 2 – Mario Negri y, en algún sentido logra una importante centralidad política
que sabe aprovechar como pocos en ese perfil dicotómico de guasón incorrecto políticamente y
ciudadano que vela por la reserva moral cívica al mismo tiempo.
Asimismo, tiene la experiencia de gestión que Milei no puede esgrimir ya que gobernó la tercer
ciudad en importancia en el país, durante los años 2003 a 2007, año en el que compitió por la
gobernación de Córdoba contra el actual mandatario y –asegura- lo derrotó, situación que sólo
debió ser obturada por el fraude electoral practicado en la sede del correo argentino de la ciudad
capital en una maniobra que llevó al entonces intendente a romper lanzas con el Kirchnerismo que
venía trabajando políticamente la Provincia en un célebre equilibrio conocido entonces como la
“estrategia de las dos canastas” (un poco con Juez, un poco con De la Sota).-
Al volverlo al centro de la escena, el electorado cordobés instala a un hábil prestidigitador
mediático con –insisto- experiencia de gestión de la cosa pública y un aparato algo desdibujado
1 En la provincia de Córdoba, con 99,32% del las mesas contadas, la suma de las listas de Juntos por el
Cambio logró el 47,55%; Hacemos por Córdoba, del gobernador Juan Schiaretti, el 24,56%; el Frente de
Todos se quedó con el 10,92%.
2 https://www.infobae.com/politica/2021/09/14/mensaje-de-luis-juez-a-macri-no-nos-gusta-que-desde-
buenos-aires-nos-digan-lo-que-tenemos-que-hacer/
que –sin embargo- contuvo en espacios de gestión cedidos por el Macrismo y en una estrategia de
“células dormidas” que seguramente, serán puestas en escena para conseguir la ansiada
reivindicación de su líder. La gobernación de la Provincia de Córdoba en 2023.-
El Macrismo en sí, recibió un duro cachetazo, porque ahora le debe más la victoria en Córdoba a
Juez, que a la estructura venal de un radicalismo que se conformaba con seguir los movimientos
de cadera del falso ingeniero en los escenarios del país con una mirada antigua y resignada.
Hoy reaparece una vía política impensada en la escena Cordobesa. Y que no tardará en pendular
entre un extremo y otro, anclado en el capital simbólico más grande de su mentor: el odio al
Kirchnerismo y su impiadoso maridaje con la corrupción política. Por otro lado, levanta una nueva
bandera, la del cordobesismo independiente de la metrópoli y orgulloso.
La misma que –quizás-
haya comenzado a enrollar el decadente Juan Schiaretti que –aún con la hija de su exsocio político
encabezando las listas- no logró torcer ni siquiera discretamente la aguja electoral cordobesa. El
cordobesismo parece que ha terminado de cambiar de manos y llega, finalmente a ser gestionado
por su emblema ideal.
Schiaretti ha visto peligrar de manera severa su poder de fuego negocial con la Nación que eran el
puñado de diputados y senadores que usaba como moneda de cambio para obtener recursos y
simpatías al tiempo que mantenía un perfil alto de confrontación con centrales aspectos de la
agenda política de Alberto Fernández.
El espacio que representó al gobierno nacional no logró más que prevalencias pequeñas que sólo
tienen relevancia en las disputas de espacios al interior del Frente de Todos local, pues son tan
ínfimas que ni siquiera posicionan a esos ganadores a nivel nacional.
Martín Gill, quizás el único dirigente que puede hacer gala de un triunfo dirimente en su
departamento (San Martín), no alcanza a reunir una masa de adhesiones necesarias para despejar
su camino en la competencia con las representaciones locales de La Cámpora, el Massismo, y el
progresismo del 5% eterno.
Carlos Caserio sufrió un traspié severo que –seguramente- lo conducirá en poco tiempo más a
cuarteles de invierno para apoyar la carrera política de su hija, actual legisladora provincial y
eterna candidata a la intendencia de su Carlos Paz natal.
Quizás la más destacada nota de la elección cordobesa, sea coincidente con la que plantea el
mapa nacional. Un fenomenal índice de ausentismo cívico, que no hace más que coincidir con la
emergencia de fenómenos emergentes como Juez o Milei: la sociedad no se siente incluida ni
llamada siquiera a participar de la fiesta de la política o la institucionalidad democrática.
Un
peligroso escenario derivado de la crisis fenomenal que implicó la derrota de Mauricio Macri,
amplificada por la devastación económica que se configuró a partir de las medidas sanitarias.
Cuando la anomia se extiende, suelen aparecer los candidatos de la antipolítica. En Córdoba,
suenan los tambores del desencanto social, sobre todo de aquellos sectores más pauperizados en
lo económico (los que suelen aparecer/ser ocultados por el índice Renatep) y aquella mesa de
ajedrez social que apoyó en algún momento al proyecto nacional y popular totalizando en el mejor
momento de Cristina Fernández de Kirchner un 35% de los votos emitidos válidos, para llevarla a
su segundo mandato.
El que se vayan todos, parece estar esperando una oportunidad más para manifestarse de manera
contundente y definitiva en la política Cordobesa.-
Hugo Yagüe. 16-9-2021
1 comentario:
Excelente análisis!!!!
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