La niñez en riesgo: el 62,9% es pobre y uno de cada diez trabaja

“La radiografía está opacada, oscura. Hay niños que ni siquiera entran dentro de la foto”, sostiene Nora Shulman, directora ejecutiva del Comité Argentino de Seguimiento y Aplicación de la Convención Internacional de los Derechos del Niño en la Argentina (CASACIDN). El diagnóstico de la pobreza infantil en Argentina indica que el porcentaje de niños y niñas pobres llega al 62,9 por ciento.
Esta cruenta realidad volvió al centro del debate público a partir del impacto que produjo del caso de M, la niña de 7 años que vivía en la calle con su madre y fue sustraída durante tres días por Carlos Savanz.
Según estimaciones de UNICEF, entre diciembre de 2019 y diciembre de 2020 se pasó de 7 a 8,3 millones. Las zonas más afectadas son el conurbano bonaerense y los de grandes ciudades como Rosario y Córdoba, además de la región noreste: Formosa, Chaco, Misiones y Santiago del Estero.
La coordinadora del Servicio Paz y Justicia (SERPAJ), la organización dirigida por el premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel, Ana Almada, explica el impacto presente y futuro. “El efecto mayor se vincula con los derechos vulnerados: a la salud, a la nutrición, al agua potable, al acceso a una educación de calidad, una vivienda digna y a los cuidados adecuados. Además de los niveles básicos de supervivencia, se restringen otras posibilidades para poder acceder a futuras oportunidades. Afecta en lo físico, lo espiritual y lo moral”, indica.
La pandemia agravó un problema que lleva décadas. En los últimos 30 años, la tasa de pobreza medida por ingresos nunca fue menor al 25 por ciento. “Dentro de ese porcentaje, hay un fenómeno que se llama infantilización de la pobreza y muestra la incidencia desproporcionada en el grupo que va de 0 a 14 años”, explica José Florito, coordinador del Programa de Protección Social del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC).
“La irrupción de la pandemia generó una situación crítica. Las medidas de aislamiento por la estrategia sanitaria impactaron sobretodo en familias con trabajos precarios o informales que no obtuvieron ingresos. Creemos que en el último año dos millones y medio de personas cayeron en la pobreza como consecuencia de la situación económica vinculada con la COVID. Las medidas fueron buenas, pero no lo suficientes como para evitar eso. Según nuestros cálculos, un millón y medio de personas evitó caer en la pobreza gracias a esa asistencia del Estado”, explica el investigador.
Una encuesta de UNICEF, hecha en diciembre del 2020, revela que cuatro de cada diez hogares donde residen niños, niñas y adolescentes (alrededor de 2,1 millones de familias) afrontó una reducción en los ingresos. Y una de cada cinco enfrenta al menos una deuda, que en general es para comprar alimentos. Esta situación también profundizó el trabajo de adolescentes: 16% realizó actividades laborales destinadas al mercado y el 46% de ellas y ellos no lo hacían antes de la pandemia.

“El trabajo doméstico afecta sobretodo a las que se quedan al cuidado de sus hermanitos pequeños y esto hace que abandonen la escuela. Los adultos se tienen que ir a trabajar y alguien se tiene que hacer cargo de la situación y dejan a niñas entre los 9 y los 12 años que terminan perdiendo la escolaridad”, explica Almada.
Los últimos datos de UNICEF indican que realizan trabajos como limpiar y cocinar (79%), hacer las compras (63%) o cuidar a personas con las que conviven (36%).
El acceso a la salud es otro de los puntos problemáticos. “El hambre y la pobreza naturalizan o tapan otros tipos de problemas, algunas enfermedades o cuestiones de salud como embarazos precoces. Hay mucho desconocimiento de los recursos. Por ahí la gente que vive en una situación muy marginal no sabe que puede ir a una salita o a una consulta médica. El desconocimiento lleva a que no concurran y a que no vacunen. El sistema de salud es bueno pero no se conoce”, explica Nora Schulman.
Muchas veces la población infantil no va a los hospitales porque no tienen documentos y directamente no pueden acceder a las consultas. Una situación que es más común en aquellos que están en situación de calle. El déficit habitacional pega fuerte: alrededor del 38% de los habitantes de villas y asentamientos son menores de 15 años y un 48% de la población que vive en los barrios populares tiene de 0 a 19 años. Así lo muestra el Registro Nacional de Barrios Populares (RENABAP). No existen datos nacionales sobre las personas que viven sin techo, la recopilación de datos queda en manos de cada jurisdicción y muchas veces es inexistente.
“Es gente que está en estado tan marginal que tampoco puede acceder a los políticas públicas. Son totalmente excluidos. Han proliferado los comedores y merenderos pero los chicos tienen que comer en su casa porque el lugar de la comida y la socialización es su propia casa. La pobreza rompe los vínculos, impacta profundamente. Es errado pensar que uno puede sustituir una familia por un hogar o por una familia de acogimiento”, sostiene Schulman.
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Te golpeó el caso M? Debes saber que Macri dejó un 60% de niños en la pobreza https://t.co/yLbaJAJi6O a través de @PoloSur
— Artemio López (@Lupo55) March 21, 2021
Cuando se hizo mierda la Argentina?
— Artemio López (@Lupo55) March 21, 2021
2 comentarios:
Macri la Deuda y los Pobres.
Todavía esta libre !
Ni piso Tribunales !
Definitivamente hay un entramado muy siniestro detrás de su impunidad que se construyó desde mediados de los ' 70, para todos los personajes como él.
Es el Entramado del Endeudamiento Externo : P2, Triple A, Mafia, Élites Transnacionalizadas, Usura, Vaciamiento y Off-shorización, Servicios de Injerencia y Medios de Desinformación, Tribunales en estado de Prevaricato, Neoliberalismo Transversal y Democracia Cobarde ó Cómplice ("no quise, no pude, no supe", "si hubiera dicho lo que iba a hacer ..., etceteras").
Sin dudas la Argentina se hizo mierda sin remedio en 1976 con el plan económico de José Alfredo Martínez de Hoz. Lo demás son Invariantes.
DEL '76 o El Huevo de la Serpiente.
Federico Klein nacido en 1978, está detenido en Estados Unidos por el asalto al Capitolio. Es sobrino de Guillermo Walter Klein, secretario de Programación y Coordinación Económica durante la gestión de José Alfredo Martínez de Hoz en la última dictadura civico-militar y uno de los padres del crecimiento exponencial de la deuda externa. Ademas de participar del ataque al Congreso, estadounidense Federico está acusado de amenazar a un policía con un arma. Marine, colaborador en varias campañas republicanas, funcionario de la administración Trump para América Latina, etcéteras. Dijo la magistrada Zia Faruqui al procesarlo y remarcar que Klein violó la Constitución que juró defender : Había enemigos en el corazón de la democracia estadounidense, y una persona que hizo un juramento cambió de bando. Sus amigos y conocidos lo recuerdan como fanático admirador de la Junta y dictaduras varias. Fuente : Página 12. Artículo : Freddie, el fanático de Trump con raíces argentinas.
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