A raíz del anuncio de una nueva fórmula sobre la movilidad jubilatoria se ha desatado una polémica respecto a sus beneficios y perjuicios.
En este sentido, se plantean dos cuestiones contrapuestas: el interés de
los jubilados de preservar el poder adquisitivo de sus ingresos y el del fisco,
interesado en bajar el peso de la seguridad social dentro del presupuesto nacional.
Una primera cuestión que convendría tener en claro es cómo evolucionaron
las jubilaciones en el tiempo, en particular la jubilación mínima que percibe
casi el 50% de la población beneficiaria.
Como se recordará, la jubilación mínima permaneció congelada en $ 150 a
lo largo de todo el periodo de la convertibilidad.
A partir de 2003 se inició un proceso de recuperación de la misma, según
puede verse en el gráfico siguiente.
Puede advertirse una fuerte recuperación en el periodo 2003/2007 y un nuevo avance a partir de 2009 para alcanzar un pico en 2013, a partir del cual hay una tendencia a la baja que recién se revierte en 2020.
Durante el gobierno de Mauricio Macri, con la fórmula de cálculo implantada por el gobierno neoliberal, deflactado por inflación el poder adquisitivo real de las jubilaciones y pensiones mínimas cayo 20.pp en cuatro años
Con relación a qué puede ocurrir en el futuro inmediato, cabe señalar lo
siguiente: la nueva fórmula de ajuste propuesta por el Poder Ejecutivo toma en
cuenta la variación de las remuneraciones y la de la recaudación tributaria,
por partes iguales.
Al tomar como punto de partida un año profundamente recesivo como el de
2020, podría ocurrir que la recaudación tenga una fuerte recuperación aún por
encima de la inflación y algo similar, aunque en menor medida, podría ocurrir
con la variable ligada a los salarios.
Por esta razón, el proyecto incluye un tope al aumento de las
jubilaciones el cual no podrá exceder el incremento en la recaudación de la
Anses en más de 3%. Se restablece así una norma que ya estuvo vigente entre
2009 y 2017.
Con respecto a lo acontecido en el año 2020, el haber
jubilatorio aumento en 35,3% durante el 2020. Eso significa un aumento en línea
con la inflación y por arriba de la mayoría de los acuerdos salariales en el
resto de la economía.
A eso hay que sumarle los 2 bonos de $5 mil pesos otorgados en
diciembre y enero, y un tercer bono de $3mil en abril, con lo cual en los
hechos la sumatoria de bonos representó para jubilaciones mínimas un monto
equivalente a un aguinaldo extra durante el año 2020.
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