10/23/2020

golpe blando


La coalición devaluadora

Artemio López

Es sabido que el dólar blue es un campo de batalla donde se fuerza y apuesta a la devaluación del dólar oficial. La coalición devaluadora – política, mediática y judicial - tiene en la divisa ilegal una palanca de presión, propalada por los medios opositores con furia sagrada, a fin de construir la necesidad de un cambio drástico en el tipo de cambio. Se trata de provocar una inmensa transferencia de riqueza hacia la cúpula del poder económico, en particular del complejo agroexportador.

La sociedad argentina, es obvio, no resiste hoy una devaluación como la que procuran estos sectores de poder, o al menos no la resiste sin ingresar a una zona de gran inestabilidad social e institucional. Probablemente ningún gobierno democrático pueda administrar los efectos de una devaluación abrupta como la que se busca.

Con un piso inicial de 47% de pobreza y desempleo superior al 15% un corrimiento en el tipo de cambio oficial obraría como una bomba social que inevitablemente impactaría sobre los responsables políticos de la devaluación, tengan estos el color que tuvieran. Y eso los sabe la coalición devaluadora y es parte de sus objetivos.

En esa etapa estamos: Con la presión devaluatoria se están creando las condiciones de un golpe blando en el país, una estrategia muy habitual en la región y nuestro país no es la excepción como no lo fue en el pasado cuando los golpes militares tradicionales dominaron el paisaje regional.

Retomando el tema principal de esta columna, lo dijimos hace un mes en PERFIL. Cuando pierde elecciones la derecha conservadora argenta se repliega en los aparatos de medios y judicial, como garantía de continuidad de sus intereses, sus exigencias y su confrontación con el proyecto popular – democrático electoralmente triunfante.

Esta contradicción entre proyectos antagónicos está siempre sobre determinada, y hoy la contradicción dominante se instala en las presiones sobre el tipo de cambio asociadas a los medios de difusión opositores, subordinado a los cuales se ordena y organiza la oposición política, nucleada fundamentalmente en la coalición de derecha conservadora Juntos por el Cambio.

De los aparatos de medios surge la “línea” de la oposición que, aunque no tiene “intelectuales orgánicos” activos que construyan su discurso e impulsen su práctica, tiene periodistas que cumplen esa estratégica función.

En el centro del dispositivo para crear las condiciones de golpe blando está a la orden del día provocar una devaluación abrupta y profunda cuyo parámetro más evidente es la “brecha” existente entre el tipo de cambio oficial y el ilegal propalado como “verdadero” por los medios opositores.

¿Qué herramientas dispone el oficialismo para plantarse frente a esta nueva ofensiva del poder económico? Para novedades los clásicos: El respaldo de su electorado expresado en la movilización popular. Una gran prueba de este respaldo se observó el pasado 17 de octubre donde una multitud se lanzó a las calles desafiando todo lo dicho y hecho por dirigentes opositores y oficialistas.

En efecto, desbordando claramente a la dirigencia, la expresión de respaldo masivo que se observara en la conmemoración de los 75 años de la fundación del peronismo es el principal soporte del gobierno nacional. Para que este respaldo se actualice y sea activo, el contrato electoral debe cumplirse y la consigna Primero los últimos con la que el Frente de Todos ganara las elecciones debe ser una realidad efectiva.

La prolongación del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) es una buena noticia en esta dirección, así como la extensión de los programas de Asistencia al Trabajo y la Producción (ATP).

No marcha en la misma dirección de respeto al contrato electoral y ampliación de la base de apoyo social del gobierno nacional la reciente actualización del Salario Mínimo Vital y Móvil que para el lapso octubre del año 2019 - marzo del año 2021 fue actualizado en un 28% mientras la canasta básica en ese mismo lapso habrá aumentado un 60%.

Una mezquindad típica de quienes no observan con claridad los poderes que enfrentan y los recursos con los que, cuando las papas queman, realmente cuentan, recursos que no suelen ser demasiados.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Para seguir cagandome de hambre lo votaba a Macri.
Para que (ATP) el Estado financie grandes empresas y dejé que se fundan las pymes votaba Macri.
Para que mi sueldo "aumente" 8% este año y paguen con suspensiones (los únicos que están cobrando son los empleados públicos) votaba Macri.

En definitiva, si hay elecciones el año que viene, voto Macri.
Alberto ya fue, si Cristina no se despierta, también

Anónimo dijo...

Me parece que tu ídolo no resiste el libro de Santiago, trolito.