La
coalición devaluadora
Artemio López
Es sabido que el dólar
blue es un campo de batalla donde se fuerza y apuesta a la devaluación del
dólar oficial. La coalición devaluadora – política, mediática y judicial - tiene
en la divisa ilegal una palanca de presión, propalada por los medios
opositores con furia sagrada, a fin de construir la necesidad de un cambio
drástico en el tipo de cambio. Se trata de provocar una inmensa
transferencia de riqueza hacia la cúpula del poder económico, en particular del
complejo agroexportador.
La sociedad argentina,
es obvio, no resiste hoy una devaluación como la que procuran estos sectores de
poder, o al menos no la resiste sin ingresar a una zona de gran inestabilidad
social e institucional. Probablemente ningún gobierno democrático pueda
administrar los efectos de una devaluación abrupta como la que se busca.
Con un piso inicial de
47% de pobreza y desempleo superior al 15% un corrimiento en el tipo de
cambio oficial obraría como una bomba social que inevitablemente impactaría
sobre los responsables políticos de la devaluación, tengan estos el color que
tuvieran. Y eso los sabe la coalición devaluadora y es parte de sus
objetivos.
En esa etapa estamos: Con la presión devaluatoria se
están creando las condiciones de un golpe blando en el país, una estrategia muy
habitual en la región y nuestro país no es la excepción como no lo fue en el
pasado cuando los golpes militares tradicionales dominaron el paisaje regional.
Retomando el tema principal de esta columna, lo
dijimos hace un mes en PERFIL. Cuando pierde elecciones la derecha conservadora
argenta se repliega en los aparatos de medios y judicial, como garantía de
continuidad de sus intereses, sus exigencias y su confrontación con el proyecto
popular – democrático electoralmente triunfante.
Esta contradicción entre proyectos antagónicos está
siempre sobre determinada, y hoy la contradicción dominante se instala en las
presiones sobre el tipo de cambio asociadas a los medios de difusión
opositores, subordinado a los cuales se ordena y organiza la oposición
política, nucleada fundamentalmente en la coalición de derecha
conservadora Juntos por el Cambio.
De los aparatos de medios surge la “línea” de la
oposición que, aunque no tiene “intelectuales orgánicos” activos que construyan
su discurso e impulsen su práctica, tiene periodistas que cumplen esa
estratégica función.
En el centro del dispositivo para crear las condiciones de golpe blando está a la orden del día provocar una devaluación abrupta y profunda cuyo parámetro más evidente es la “brecha” existente entre el tipo de cambio oficial y el ilegal propalado como “verdadero” por los medios opositores.
¿Qué herramientas
dispone el oficialismo para plantarse frente a esta nueva ofensiva del poder
económico? Para novedades los clásicos: El respaldo de su electorado expresado
en la movilización popular. Una gran prueba de este respaldo se observó el
pasado 17 de octubre donde una multitud se lanzó a las calles desafiando
todo lo dicho y hecho por dirigentes opositores y oficialistas.
En efecto, desbordando
claramente a la dirigencia, la expresión de respaldo masivo que se observara en
la conmemoración de los 75 años de la fundación del peronismo es el principal
soporte del gobierno nacional. Para que este respaldo se actualice y sea activo,
el contrato electoral debe cumplirse y la consigna Primero los últimos
con la que el Frente de Todos ganara las elecciones debe ser una
realidad efectiva.
La prolongación del Ingreso
Familiar de Emergencia (IFE) es una buena noticia en esta dirección, así como la
extensión de los programas de Asistencia al Trabajo y la Producción (ATP).
No marcha en la misma
dirección de respeto al contrato electoral y ampliación de la base de apoyo
social del gobierno nacional la reciente actualización del Salario Mínimo Vital
y Móvil que para el lapso octubre del año 2019 - marzo del año 2021 fue
actualizado en un 28% mientras la canasta básica en ese mismo lapso habrá
aumentado un 60%.
Una mezquindad típica de quienes no observan con claridad los poderes que enfrentan y los recursos con los que, cuando las papas queman, realmente cuentan, recursos que no suelen ser demasiados.
2 comentarios:
Para seguir cagandome de hambre lo votaba a Macri.
Para que (ATP) el Estado financie grandes empresas y dejé que se fundan las pymes votaba Macri.
Para que mi sueldo "aumente" 8% este año y paguen con suspensiones (los únicos que están cobrando son los empleados públicos) votaba Macri.
En definitiva, si hay elecciones el año que viene, voto Macri.
Alberto ya fue, si Cristina no se despierta, también
Me parece que tu ídolo no resiste el libro de Santiago, trolito.
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