8/24/2020

un país desequilibrado

 

Movimiento Arraigo: un plan para descentralizar el poder

La pandemia expone la necesidad de descentralizar el poder en un país en el que el 70% de la población vive en un 0,5% del territorio.





“Evidentemente hemos fracasado en el desarrollo de nuestro país y esta pandemia lo muestra descarnadamente”, dijo tajantemente el jueves el ex intendente de San Antonio de Areco, Francisco "Paco" Durañona, en entrevista a Radio Nacional. En pandemia, el planteo viene por este lado: el 88% de los contagios está en la zona del AMBA y sólo el 12% en el resto de las provincias. En parte se explica porque, según datos ofrecidos por Durañona, 2500 Municipios tienen una población de menos de 100 mil habitantes, mientras que el 70% de la población argentina vive en un 0,5% del territorio nacional.

“Cuando decidimos crear Argentina, decidimos como horizonte un país federal. Finalmente, 200 años después, nos encontramos con hiperconcentración en núcleos urbanos”, concluyó Durañona. Una vez más, la pandemia mostrando desigualdades históricas de toda índole. Entonces, tanto el senador bonaerense por el Frente de Todos, como otros doce dirigentes proponen quebrar esquemas con una propuesta en particular: Si el porteñismo no va más, que sea el Movimiento Arraigo lo que revitalice las tierras provinciales.

Movimiento Arraigo es un Programa de Gobierno de integración Regional, Nacional, Provincial y Municipal que considera “las demandas y desafíos del Siglo XXI”. Busca romper con el enamoramiento de las grandes urbes y está succión estructural de los pueblos y ciudades rurales hacia el idealizado AMBA.

En el camino de motorizar el “nuevo municipalismo”, el proyecto se centra en el arraigo de los municipios para promover la descentralización del poder. “Arraigo es la ruralidad integrada a lo urbano”, resume el documento de presentación del movimiento y Paco Durañona detalló para El Destape: “Tenemos un país que produce alimentos y energía. Ambas fortalezas productivas dependen del desarrollo de regiones y territorios extra urbanos y rurales. Para poner Argentina de pie debemos orientar las políticas públicas a promover Arraigo en las zonas productivas, en el interior de la Patria, a partir del aprovechamiento de nuestra riqueza y diversidad cultural, climática, productiva, integrando el acceso justo al hábitat urbano con el agregado de valor e industrialización de la ruralidad”.

La íntegra iniciativa, militada también por figuras como Artemio López, Alejandro Robba, Pedro Peretti y Marina Moretti, entiende al Arraigo como respuesta política a la "destrucción industrial, el debilitamiento y expulsión de los productores pequeños del campo, el cierre de las Pymes y el centralismo de la economía financiera sobre la economía real”, entre otras inequidades.

Hay otra problemática artífice de la propuesta. El jueves, en el programa Sur Desarollo, emitido por Radio Nacional, Durañona focalizó en el desafío de la “migración inversa”. Se pueden jugar grandes bienes materiales a que todos, alguna vez, escucharon a un residente del interior desear venir acá para tener “mayores posibilidades” o “un mejor futuro” apenas terminasen la secundaria (y no la universidad, porque la distribución de estas instituciones a lo largo del país es desigual). La pregunta es ¿Por qué? y el objetivo del Movimiento Arraigo es saldar la brecha geográfica que la responde y desencadena en miles de brechas: económicas, productivas, educativas, sanitarias, de género, de conectividad, etc. Es así que, en un juicio que pone en jaque toda la construcción socioeconómica nacional, el ex intendente arequero sentenció: “Para salir de la pandemia hay que repensar la argentina reconociendo que lo que hemos hecho hasta ahora ha sido una frustración”.

”Las migraciones internas en busca de derechos y oportunidades, producen y reproducen un país desequilibrado”, sostienen desde el FdT. No hace falta recorrer demasiados kilómetros para comprender la importancia de revaluar la federalización: A fines de 2019, casi 1,4 millones de los puestos de trabajo de CABA eran ocupados por ciudadanos que vivían en el Conurbano bonaerense, mientras que solo 260 mil residentes de la Ciudad iban para allí. Los números son de la Dirección de Estadística y Censos porteña y, si bien se leen en clave decisiva cada vez que el Gobierno analiza la continuación del ASPO, develan la necesidad de desarraigarse para acceder a una mejor calidad de vida. Producto de esto, se estima que 1 de cada 5 argentinos migrará de su lugar de nacimiento y el 80% lo hará en busca de mejores oportunidades de ingreso, educación de sus hijos y calidad de vida familiar, siendo la provincia de Buenos Aires y el conurbano los principales focos de atracción de flujos migratorios aún en la actualidad.

Sobre la mesa de debate se exponen medidas concretas para motorizar este paradigma, que busca imponerse en esa oportunidad de rediseñar el mundo que la pandemia da. “Es el desarrollo nacional desde abajo hacia arriba, con eje central en garantizar acceso a los alimentos y al trabajo, a la casa propia y a la educación pública integral”, resumen al Movimiento Arraigo los representantes de esta idea materializada en varios proyectos de ley. Los ejes claves son:

- La desconcentración de la población: Promover la repoblación y los movimientos migratorios inversos. (De la ciudad a la provincia)

- Eliminar la monopolización de la producción de alimentos -llamado a la soberanía alimentaria-: este pedido fue eje central de la semana para los movimientos rurales. Nahuel Levaggi, presidente del Mercado Central, mencionó en El Destape Radio que buscan impulsar un proyecto de ley que contemple créditos blandos para el acceso a la tierra, un “Procrear rural." Además, diversas organizaciones rurales, como la Unión de los Trabajadores de la Tierra y el Frente Nacional Campesino, le enviaron una carta al presidente Alberto Fernandez reclamando ser escuchados. “No hay un solo campo (....) bajo el modelo actual es imposible lograr la Soberanía Alimentaria. Necesitamos que nos escuches y mostrarte nuestras Colonias Agrícolas, experiencias reales exitosas”, sostienen en el documento.

- Un “Plan Ferroviario siglo XXI” que conecte pueblos, regiones y puertos en todo el país.

- Reubicar a la aerolínea de bandera como vehículo de integración regional, sin discriminar la rentabilidad de cada ruta.

- Acceso a internet de banda ancha sin importar ubicación geográfica ni cantidad de población. Conectividad para todo el país.

- Más Universidades Nacionales:una por cada región, orientadas a carreras vinculadas con el potencial de cada zona. Actualmente, en todo el país hay 57 instituciones públicas aproximadamente.

- Megaplan de inversión pública: Autopistas, caminos rurales, cuencas hídricas, Astilleros, puertos, aeropuertos, saneamiento, producción, generación y distribución eléctrica. Un Parque Industrial en cada Municipio.

- Políticas de Género en clave Arraigo: fortalecer el acompañamiento del Estado a las personas gestantes con políticas de Parto Humanizado y Lactancia por dos años, señala la propuesta. Sobre el arraigo en lectura feminista, es trascendental traducirlo como una política de género directa, ya que las migraciones que promueven mayoritariamente el desarraigo femenino e infantil.

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