Artemio López, analista, consultor y director de Consultora Equis, en comunicación con el equipo de #NoNosQuedaOtra AM 740 Radio Rebelde. Grave aumento de contagios por Coronavirus en la Ciudad, el “aquí no pasa nada” de Larreta; la construcción de un adversario menos antagónico en la política nacional; la figura de Alberto Fernández y la revalorización de la palabra presidencial; las medidas regresivas promovidas por la UIA: despidos y baja de salarios.
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Coronavirus en la villas de la Ciudad
“Acá tratan de minimizar la importancia del contagio y de eludir la responsabilidad del gobierno local. Larreta hizo una presentación semántica interesante; la narrativa de Larreta asoció geriátrico con villas de emergencia. Ahora, las villas de emergencia son el 7% de la población y el 20% del sur. En esa región el riesgo de contagio es brutal y suponer que el 20% de la región de un distrito cuyo contagio es tan veloz, como ya están marcando todas las estadísticas, no va a expandirse al resto es un absurdo y restarle volumen a semejante cuestión… Nunca vi un dispositivo tan burdo. Me llamó mucho la atención que no se reparara en la impostura de la narrativa de Larreta en la conferencia de prensa, que al mismo tiempo tenía un marco institucional muy firme. Habla del manejo del gobierno de la Ciudad en este tema”.
Antagonismo y liderazgo
“Mi percepción es que acá es que hay un intento de desplazarlo. Yo creo que están tratando de reemplazar la dinámica de antagonismo que suponían los liderazgos de Macri y Cristina por una dinámica menos antagónica que requieren los liderazgos de Alberto, pero en definitiva lo que se está buscando es quebrar la dinámica de antagonismos que se impuso en casi doce años con Macri y Cristina, donde Macri, luego, le dio volumen y solidez a la contraparte. Creo que es eso lo que se está buscando. En definitiva, también muestra la posibilidad o el deseo de reinstalar una tercera alternativa a los antagonismos que suponen el proyecto de Macri y el proyecto kirchneristas del país”.
Doble herencia
“Yo creo que lo que el gobierno plantea es una nueva etapa. Alberto está tratando está tratando de implementar esa política que él cree que es la solución para los problemas de los argentinos, que implica comenzar a resolver los problemas de los argentinos. Eso tiene carnadura en el oficialismo, gobernadores e intendentes, pero también en la oposición, porque un oficialismo siempre construye la oposición que le es funcional. En eso está. Es su derecho, es genuino, es el presidente y tiene un nivel de popularidad más que aceptable. En ese camino persistirá. Hay que salir de la pandemia y enfrentar las circunstancias socioeconómicas de la doble herencia: la de la pandemia, y la herencia de Macri… Argentina sufre la pandemia, pero después de haber transitado cuatro años de neoliberalismo donde se empobreció al país y hoy tenemos esta circunstancia para enfrentar esta calamidad que impuso el Covid-19”.
El discurso antigrieta
“Es obvio que el antigrietismo está muy bien, nadie va a plantear un todo contra todos. Después eso tiene un anclaje concreto que son las políticas específicas. Es un intento genuino, soy poco optimisma y creo que la grieta viene con una perspectiva histórica, no pudo eliminarla ni Perón, ni el segundo Perón, ni Nestor, ni Cristina. El problema es que se ancle en políticas concretas, lo del 25% del recorte salarial es el más grave desde la recuperación democrática. Es evidente que ahí hay una decisión en términos políticos, no del gobierno, sino de la UIA, los representantes de gremios, convalidadas en línea general por el gobierno, que tiene una perspectiva distinta al ejercicio del liderazgo de Cristina y de Néstor por su razón de viabilidad”.
“LO QUE SE BUSCA EN TÉRMINOS ESTRUCTURALES ES REEMPLAZAR UN DISPOSITIVO DE LIDERAZGO ANTAGÓNICO POR UN DISPOSITIVO DE LIDERAZGO DE ADVERSARIOS, CON MENOS NIVEL DE ANTAGONISMO Y DE CONFRONTACIÓN”
“No olvidemos que recortar salarios con un régimen inflacionario del 50%, por lo menos, lo dijo el Banco Central, más una caída salarial de 20 puntos durante el Macrismo… Estamos en una situación crítica sobre todo porque estamos en una recesión y sabemos bien que la capacidad de consumo de los hogares argentinos explica el 75% de crecimiento en Argentina, el consumo doméstico. Si vos recortás salario a ese nivel estás tomando una decisión de política que transciende el hecho puntual de una rebaja salarial. Yo creo que se está yendo a una perspectiva que veremos cómo resulta. Quizás hay transformaciones muy importantes a posteriori de esta circunstancia tan lamentable que estamos viviendo, que permita una alternativa más moderada o tercera, a lo que fueron los antagonismos previos a la pandemia”.
La busqueda del conflicto entre Alberto y Cristina
“Ellos van a buscar varios frentes, enfrentar a Alberto con Cristina, y diferentes frentes más. Pero no creo que haya un cambio de ritmo, desde el principio fue así. Yo tomo lo que dijo Leandro Santoro, de que la oposición no tiene intelectuales orgánicos, tiene periodistas; y tiene grupos de periodistas pensando la política y la estrategia política. Eso lo tuvo enfrente desde el minuto cero el Frente de Todos. Es una grieta persistente que tiene anclaje histórico y que representa intereses. Acá hay intereses en juego. Acá hay sectores en contra porque tienen bonos que van al canje. Pero estamos en pleno desarrollo de un proceso que tiene cinco meses, es muy temprano para evaluar, y encima el Covid-19 cambió drásticamente el panorama político y le ha dado a Alberto un protagonismo y una centralidad a su palabra que se mide en el rating. Cada vez que habla el presidente son 50 puntos de rating, esas son señales inequívocas de que la autoridad de la palabra presidencial fue recompuesta. Por eso es una lástima que cuestiones como la rebaja salarial y las amenazas de despidos se planteen en el escenario político porque Alberto prometió que no iba a haber rebajas salariales durante su gestión, y ya le provocaron una. Además, que el fundamento de la rebaja fue evitar los despidos que prohibió el presidente; este tipo de maniobra le quitan credibilidad a la palabra presidencial que está tan robusta y tan bien construida en este tiempo. Es una pena que eso suceda, sobre todo porque venimos de cuatro años donde Macri decía que era lunes y pedíamos un almanaque”.
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