Por Miguel Wiñasco, Columnista de diario Clarín y de Peter Capusotto y sus Videos:
Estupefactos, atónitos e impávidos, nos hemos quedado de una pieza al asistir al banal show de un komunismo atemporal que pretende inmiscuirse en los más íntimos intersticios de nuestro libre albedrío.
Qué otra cosa es esa APP marxista que anunció Axelievich Dimitri Kicillov, con la vanidad ensoberbecida de los totalitarios? "Los que se incorporen a la actividad deberán llevar una app en sus celulares para un control de su salud".
El control.
El control.
Es todo lo que obsesiona a los kircholeninistas. Utilizan el covid 19 como mero instrumento de sus viles intenciones de sujeción colectivista.
Amordazan ahora el derecho a manifestarse a los ciudadanos que exigen el fin del confinamiento, que les recuerda a los lóbregos gulags siberianos.
La revolución de los barbijos convocaba a todos los demócratas, con los debidos cuidados y manteniendo la distancia social, a pararse en cada esquina del país, para alzar la voz en repudio a la autocracia, exigiendo además que se ponga fin a la barbarie sovietizante. Sin embargo fue brutalmente perseguida por un fiscal del régimen que amenazó con criminalizar el pensamiento crítico.
No obstante ello, parafraseando a ese estadista parco pero certero, laborioso pero celoso de su derecho al reposo, de serena mirada color de cielo, que tanto se lo extraña, la marcha contra el comunismo fue masiva pero invisible.
Asimismo, el repliegue táctico de los gladiadores de la libertad hacia sus balcones burló a los soviets que sufrieron una dura derrota, puesto que tuvo lugar un cacerolazo histórico, que si bien respetó parámetros aconsejables por la OMS de bajos decibeles e incluso silencios, se constituyó en un parteaguas que ha reconfigurado la correlación de fuerzas.
No en vano el kamarada Fernández se vió obligado a permitir las vueltas a la manzana recreativas.
La cortina de hierro K comienza a oxidarse. La tiranía roja comienza a supurar de su herida agónica, y la nomenklatura K tuvo que pasar a fase 4 de la cuarentena, aunque dejando maliciosamente como rehén a la exitosa CABA en una fase anterior.
Mientras tanto ajena a todo, Lady Elisabet Macbeth Fernández busca concentrar el protagonismo en sesiones virtuales totalitarias Quiere convertir el Congreso en la Duma moscovita de donde emanen colectivizaciones forzosas del campo, o se convaliden DNUs que conculquen el espíritu de la Constitución, como bien sostiene nuestro constitucionalista de cabecera, Daniel Marujo Sabsay.
Como una siniestra avispa asesina descabezando laboriosas abejas, Lady Macbet insistirá con sus confiscaciones y pretenderá exaccionar a los empresarios exitosos el 1% de sus tenencias declaradas.
No lo permitiremos. Los freedom fighters marcharemos con nuestros barbijos del mundo libre en derredor de la manzana.
Como siempre, no dejaremos de lado la responsabilidad ciudadana. Los que como mi hijo Nico tienen su DNI finalizado en doble 0, lo harán los domingos.
Y los que como un servidor, no recordamos si nuestras libretas de enrolamiento concluian en números enteros o decimales, podremos acompañar detrás de las macetas de nuestros apartamentos.
Temblad rojos, los legionarios de la libertad no cejaremos en salvar a la República de la infiltración cubano bolchevique.
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