Embajador ecuatoriano, Jaime Marchán, comentó cómo fue el momento en el que le pidió a Assange que abandone la oficina.
"Le entregué la comunicación y me puse de pie. El señor seguía sentado. Le enseñé la puerta y le dije: "inmediatamente te vas" y pacíficamente lo acompañé a la puerta".
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