brasil y argentina: a contramano del mundo

INFORME INTERNACIONAL EA, correspondiente al mes de marzo de 2019. En este trabajo, nos concentramos en la situación económica de Brasil.           PARA LEER EL INFORME COMPLETO, PRESIONE EN LA IMAGEN:

Ante la dramática situación que enfrenta la economía argentina, las autoridades nacionales cifraban sus esperanzas de recuperación en los aportes que pudieran realizar la recuperación económica del sector agropecuario tras la sequía y los mejores pronósticos que ofrecía la economía brasileña. Como se analizó previamente, desde finales de 2018 los indicadores económicos en Brasil tienden a reflejar una desaceleración de la recuperación, que se agravó en los primeros meses de 2019. 

Se trata de una mala noticia para la economía nacional, y en particular para la industria argentina, crudamente afectados por el plan de gobierno de la administración Macri. La agenda de políticas con la que el gobierno brasileño se propone afrontar la peculiar coyuntura no resulta auspiciosa. La idea de que las reformas de corte neoliberal promueven una mayor confianza en la economía que impulsa la recuperación se ha demostrado falsa tanto en Argentina como en Brasil. 

En tiempos en que los ingresos y las condiciones de vida de la mayor parte de la población se ven negativamente afectados, las decisiones de recorte y ajuste fiscal tienden a agravar más que a recomponer la situación económica. En este contexto, a ambos lados de la frontera la situación del vecino emerge como un factor de riesgo para la evolución económica de los socios, que es sin embargo despreciado en las agendas de política pública de sus gobiernos. 

La indiferencia con que los líderes de ambas economías han enfrentado los desafíos que afronta el vínculo entre Argentina y Brasil, contrasta con la relevancia reciproca que asume la economía del socio, y en particular para las tramas industriales de ambos países, que en los últimos años han debido afrontar no sólo el deterioro de los mercados domésticos, sino también la creciente amenaza de la competencia internacional. 

A contramano del mundo, los principales socios del MERCOSUR han abandonado los esfuerzos en pos de la consolidación de un bloque que permita crear condiciones propicias para transitar un mundo cada vez más hostil y turbulento. Los apremiantes desafíos que enfrentan ambas economías, resaltan la necesidad de mayores esfuerzos de coordinación y planificación de políticas.