Guadagni dijo ayer en Clarín: "Con la moratoria de los K se jubilaron señoras bien para salir con sus amigas". Sin embargo, los datos muestran que donde más aumentó la cobertura es en los hogares más pobres y, a la inversa, donde menos en los más ricos. 👇 pic.twitter.com/clNFkC8i8v— Daniel Schteingart (@danyscht) 18 de diciembre de 2017
El gran escollo a sortear para la derecha conservadora , resuelto parcialmente ayer en el parlamento por la coalición PRO-UCR y sectores del PJ, era sin duda la ampliación de la cobertura previsional que supuso la incorporación al sistema de 3,5 millones de nuevos jubilados que habían sido negreados o desocupados en su trayectoria activa impidiéndoles realizar los aportes de ley.
En efecto, al asumir Néstor Kirchner en el año 2003 los sucesivos gobiernos neoliberales existentes bajo diversos formatos de régimen desde el año 1976 - en rigor todos los gobiernos, con excepción del mínimo "momento Grispún" en los albores del alfonsinato - habían llevado la informalidad laboral desde el 12% medida en octubre del año 1975, al 52% observada en mayo del año 2003.
Esta calamidad en materia de informalización del mercado de trabajo - producto fundamental de la desindustrialización y el ataque a la legislación protectiva- supuso que tras las cuatro oleadas neoliberales y tras la crisis del año 2001, ya el 47% de los ciudadanos en edad de jubilarse no lo podían hacer por estar desocupados ( desde mediados de los años 90 la media de desempleo supero el 15%) o informalizados ( la media de informalidad superó el 25% desde mediados de los años 90) , lo que supuso falta de aportes previsionales en su trayectoria laboral.
La solución que planteó el kirchnerismo rescatando para el Estado el fondo de sustentabilidad del ANSES fue el aumento de la jubilación mínima ( 11 por decreto) y el sistema de moratorias, que permitió al cabo de 12,5 años de gestión popular democrática llegar a una cobertura previsional del 95%, récord en latinoamérica , circunstancia juzgada "inviable, insostenible e inconsistente" por la derecha conservadora que hoy nos desgobierna.
Así las cosas, se inició ayer el camino de vuelta hacia la baja en la cobertura previsional, el congelamiento de la pauta distributiva asociando pensiones y jubilaciones al ritmo de aumentos de precios y la extensión de la edad de jubilación bajo el ropaje de "voluntariedad", apoyándose en la "decisión del propio trabajador", como si la voluntad individual pudiera definir una política de Estado de la magnitud de la previsional.
A propósito del reinado de la "voluntad individual", aquí los datos de una encuesta de Analogías sobre percepción de las "voluntades individuales" en el GBA acerca de la "reforma previsional".
El nivel de rechazo de la "voluntad individual" de los encuestados es profunda y transversal a diversos segmentos sociales, dando lugar a un conglomerado de "voluntades individuales" que la coalición conservadora decidió descocer.
Es lógico el desconocimiento ya que sabemos, ningún gobierno respeta "la voluntad individual" durante su gestión y mucho menos lo hacen los que "dicen" respetarla.
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