Informe de la Universidad Nacional de Avellaneda
El tercer presupuesto público de la Provincia de Buenos Aires muestra rupturas y continuidades en relación a las anteriores formulaciones presupuestarias.
El tercer presupuesto público de la Provincia de Buenos Aires muestra rupturas y continuidades en relación a las anteriores formulaciones presupuestarias.
Este año se trata del primero donde, a nivel agregado, se parte
de un contexto de crecimiento económico. Tal mejora de la
actividad, además, se proyecta para futuros ejercicios.
Es así que el Poder Ejecutivo provincial comenzará 2018 desde
una mejor posición relativa que los dos años previos. Además,
como se sabe, se mantiene expectante por el inminente fallo de
la Corte Suprema en relación al fondo del conurbano.
En este marco, se proyectaban dos alternativas disímiles desde
el punto de vista de la obtención de recursos para financiar el
gasto.
Una posibilidad era la de reducir el ritmo del endeudamiento
provincial, a tono con las menores necesidades de
financiamiento. La otra, reducir la presión impositiva sobre el
sector privado, a sabiendas de una merma en la recaudación
“pari passu”.
La administración bonaerense se volcó por la última opción, a
partir de una baja pronunciada en Ingresos Brutos y Sellos, sólo
parcialmente compensada por el aumento en el inmobiliario.
Por el lado del gasto, las proyecciones para 2018 lejos están de
replicar los desembolsos en infraestructura correspondientes al
actual año electoral.
Si bien se presenta un sostenimiento presupuestario en la
asignación de fondos a los distintos Ministerios, se incrementa
el volumen de partidas ejecutados directamente por el Ejecutivo
provincial, en vez de canalizarlas por medio de los municipios.
Con todo, en el presente texto, nos abocamos al estudio del
Proyecto de Ley de Presupuesto 2018 de la Provincia de Bs. As. De
sus principales artículos, se desprenden los siguientes análisis.
En materia de asignación del gasto, bajó lo aplicado a servicios
sociales 0,3 puntos porcentuales entre el presupuesto 2017 y el
actual 2018. Esa proporción será asignada al pago de intereses
de la deuda, los cuales suben 0,2 puntos porcentuales.
En cuanto a las cuentas públicas, para 2018 se espera el tercer
año de déficit financiero. El mismo, supera los $30.000 millones
y, si se descuentan los Aportes del Tesoro Nacional, crece casi
25% respecto al del 2017.
Este quebranto, se cubre principalmente con toma de deuda. El
stock muestra un crecimiento del 44,5% entre junio de 2016 y
junio del corriente año.
Esto ha redundado en un incremento notorio en peso de esa
deuda. Por caso, la proyección de pago de intereses para 2017 es
de $113.000 millones, un 77% más que lo inicialmente
proyectado. Sobre esta cifra, para 2018 se proyecta un 21,7% más
para 2018.
El aumento de la deuda, también se refleja en las colocaciones
de títulos públicos en mercados externos. Así, la deuda en
dólares de la provincia es U$$ 5.000 millones superior a la de
2015. La tasa de crecimiento acumulada en el bienio es del 56,1%.
El presupuesto de la Provincia también denota una importante
subejecución en partidas sociales. En el nivel agregado,
computada la mitad del año 2017 se proyecta una subejecución
del 57,6% en la órbita del Ministerio de Infraestructura, 37,8% en
Desarrollo Social y 14,6% en Salud, entre otros.
En contraste, se proyecta una sobreejecución del 53,3% en la
Secretaría de Medios, a tono con los gastos de la campaña 2017.
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