4/22/2015

la patria socialista



Hay casi 180 mil votos sin escrutar en Santa Fe y podría cambiar el resultado

Por Gabriela Pepe.- Se trata de 807 urnas cuyos telegramas no fueron ingresados en el recuento provisorio. El miércoles comienza el escrutinio definitivo. Bonfatti dijo que “puede haber variantes”. El sistema de boleta única complicó el recuento, admiten en la provincia.
La sorpresiva aparición de 807 mesas sin escrutar en Santa Fe podría cambiar el resultado de las elecciones primarias que se realizaron el último domingo. Se trata un total de 150 urnas que resultaron desestimadas y 657 cuyos resultados no fueron recibidos, por lo que los votos emitidos en ellas no fueron cargados en el recuento provisorio. El miércoles comenzará el escrutinio definitivo, con la presencia de veedores de todos los partidos.
“Que nadie especule con los resultados, porque puede haber variantes”, advirtió el gobernador Antonio Bonfatti, después de que la provincia informara sobre las mesas aparecidas. De acuerdo con lo estimado, si en cada mesa vota un promedio de 220 electores, habría casi 180 mil votos sin escrutar, un diez por ciento del total.
Según explicaron desde la Secretaría de Tecnologías para la Gestión del gobierno
provincial, el escrutinio provisorio que se realizó tras la votación – y que terminó pasadas las 5 de la mañana – tuvo en cuenta “la contabilización de los votos emitidos en cada mesa de votación a partir de la información contenida en los telegramas electorales elaborados por cada autoridad de mesa”. Esos números se reflejaron en la página web oficial la noche del domingo.
Sin embargo, una vez finalizado ese recuento se encontró un gran número de “mesas desestimadas (por error en la confección del telegrama) y no recibidas (no disponibles por error de la autoridad de mesa al haber introducido el telegrama en la urna u otra causa similar)”.  La secretaria electoral, Claudia Catalín, dijo lo confirmó en declaraciones a la prensa: “Tenemos mesas que no se pudieron cargar porque no se entendían los telegramas enviados”. La gran mayoría de las mesas faltantes corresponden a los departamentos de Rosario, Santa Fe capital y San Lorenzo.
Este repentino hallazgo motivó la denuncia del Frente para la Victoria, el Frente Social y Popular, el Frente de Izquierda y los Trabajadores y hasta el propio radicalismo, socio en el gobierno del Partido Socialista. El Pro, hasta ahora ganador de la elección, también habló de “serias irregularidades” en el recuento y esta tarde analizaba la posibilidad de pedir veedores internacionales para el escrutinio definitivo, que comenzará el miércoles en la ciudad de Santa Fe. Por el momento, lo único seguro es que en el recuento habrá fiscales de todos los partidos que verificarán la legalidad del proceso. Todas las urnas de la elección están en poder de la Secretaría Electoral santafesina.
El escrutinio de la elección de Santa Fe, en la que Miguel del Sel resultó vencedor, fue más que caótico y llevó al propio gobierno provincial a reconocer los problemas en el sistema electoral. “Hay sistemas perfectibles”, reconoció Bonfatti. La boleta única, implementada en el año 2011, es más transparente que la tradicional, termina con las listas sábana y le otorga mayor autonomía en la decisión al elector pero resulta un sistema complejo, incómodo y torna eterno el conteo de votos. Los propios fiscales del socialismo lo admitieron el último domingo, cuando vieron entorpecida tanto la marcha de la votación como la del escrutinio, que ahora terminó en escándalo.
El antecedente de Cavallero y Obeid, en 1995
Aunque esta vez el cuestionamiento está puesto sobre elecciones primarias, el antecedente más escandaloso que se recuerda en la provincia, que terminó con un cambio en el nombre del ganador, fue el de los comicios de 1995, cuando se enfrentaron Héctor Cavallero y Jorge Obeid. En aquella oportunidad, el recuento de votos se suspendió de manera abrupta cuando las computadoras que debían recibir los datos provistos por la Empresa Nacional de Correos y Telégrafos Sociedad Anónima (ENCOTESA) quedaron trabadas con la leyenda “esperando información” en los monitores.
El escrutinio provisorio quedó entonces suspendido y Cavallero, que había roto con el socialismo y tenía una fluida relación con el entonces presidente Carlos Menen, fue proclamado gobernador electo, ante la presencia del secretario general de la Presidencia de la Nación, Alberto Kohan. El gobernador Carlos Reutemann, que apoyaba a Obeid, esperó el recuento definitivo.
El resultado se revirtió 37 días más tarde, el 10 de octubre, cuando el Tribunal Electoral Provincial dio a conocer los resultados del conteo y Obeid resultó electo gobernador, destronando a Cavallero, hoy denunciante de irregularidades en la elección del domingo.

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