El kirchnerismo es un encuadramiento de las fuerzas populares vertebrado en torno a pobres de toda pobreza, sectores medios empobrecidos, minorías diversas, cuentapropistas, la clase trabajadora formal e informalizada, pequeños y medianos empresarios y comerciantes , pero no está investido de ninguna calidad extraterrenal que le confiera vigencia perenne; no posee otros valores que los que él mismo va acreditando con sus acciones, su gestión.
Entonces no se vea en este toque de alerta prefiguraciones catastróficas, ni dudas en cuanto a su capacidad para cumplir su mandato histórico, sino el llamado para que lo preservemos como eje de un frente de nacionalidad...
Había un lugar donde podría haberse planteado todo eso: el partido..., pero lo que debió haber sido el campo de desarrollo ideológico se transformó en esclerotizada estructura burocrática hace décadas.
Asumiendo el debate obturado por la burocracia partidaria entonces, pensamos que cuando nos disolvamos como kirchneristas, si es que nos disolvemos como kirchnerismo, es porque otra fuerza representará el papel transformador que representa en este momento el kirchnerismo.
La transformación social en esta perspectiva, no es un orden ideal fijado porque nosotros consideramos que es el que preferimos con respecto a otro, es una necesidad técnica, como necesidad económica y como necesidad del país para realizarse como integridad nacional, es una tarea nacional postergada, exige ese pre-requisito de la transformación social.
Así que cuando nosotros decimos el régimen de acumulación basado en la reprimarización productiva y la valorización financiera , variaciones del que se desarrolló y estalló en la pre crisis del año 2001 no da más, estamos diciendo no una preferencia, porque aunque el régimen fuera capaz de desarrollarse yo igual estaría en contra, pero al mismo tiempo eso no quitaría que pudiese el país recorrer etapas dentro de él, pero ahora lo que yo opine o no opine no tiene importancia.
Lo que tiene importancia es , si los análisis son correctos y si los análisis tal como yo los he planteado son exactos, entonces hay que replantearse una nueva visión del país, una correspondencia entre las luchas del pueblo que son sacrificadas, que son abnegadas y que ya vienen desde hace más de 10 años, y una estrategia de poder a partir del año 2015 ya sin los líderes fundadores, Néstor y Cristina en la presidencia. A nadie se le pide que nos ponga en el poder mañana ni pasado.
Se les pide que nos encaminemos al poder, que no nos encaminemos a la disgregación, que no nos encaminemos a la esterilidad histórica. Lógicamente como yo hago estas críticas, comprendo que puedan hacer otras, pero siempre desde la lucha. La primera condición para criticar el combate, es estar en el combate.
Estamos en un equilibrio: el régimen que no tiene fuerza para institucionalizarse pero sí para mantenerse mientras el kirchnerismo y la masa popular y otras fuerzas tiene suficiente potencia para no dejarse institucionalizar, pero no para cambiarlo. ¿Quién tiene que romper ese equilibrio? Nosotros; a las corporaciones con durar les basta. La Patria está en peligro. Argentina no puede retroceder.
1 comentario:
100 % de acuerdo!!!
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