Fueron 72 horas en las cuales a los habitantes de las ciudades de Santa Fe y Rosario (el resto de la Provincia, Policía incluida, seguía nerviosamente los acontecimientos por los medios de comunicación) se les vino de un solo golpe la realidad encima; el quite de colaboración de la policía (en Santa Fe no hubo auto acuartelamiento propiamente dicho) disparó de inmediato la reacción – inducida o no, poco importa – de un sector social marginal y marginado que las estadísticas se empeñar en negar, pero que late peligrosamente dentro de los mismos límites urbanos del “resto” de los ciudadanos, que se lanzó como hienas hambrientas sobre lo que consideraban territorio liberado: los comercios. En Córdoba saquearon además unas 2000 casas de familias.
Sería ocioso y polémico debatir, a esta altura inclusive antropológicamente, sobre las condiciones y condicionantes de los saqueadores. Los hechos y el pavor ciudadano hablaron – y siguen hablando – por si mismo. Nos interesa más centrarnos en la mecha que disparó el incendio en gran parte del país: la Policía.
En verdad no creemos que la Policía quisiera cambiar de régimen. Solamente quería cobrar más para no tener que andar mendigando los favores de sus superiores para conseguir, entre otras cosas, miserables adicionales que no pocas veces se los quedaban los propios jefes. El diputado peronista Pablo Dibert está recolectando información en los hospitales sobre las cuantiosas cifras que las cooperadoras pagan en concepto de adicional para tener un solo uniformado que al primer inconveniente llama al 911.
Ahora dispondrán del 100% de esas extras. Amén de otras reivindicaciones que consiguieron – al decir de Luis Juez – merced a “la paritaria de la nueve milímetros”. Que no se transforme en un hábito; de allí que urge encontrar algún modelo de representación institucionalizada que canalice los reclamos de los uniformados de menor rango con el poder político. Ningún Comisario le dirá al jefe ni éste al Ministro que se quedan con los adicionales de sus subordinados, ó les digitan los ascensos.
Al estilo Semana Santa de Alfonsín, los gobernadores en conflicto pudieron decir “la casa está en orden”, merced al llamado de Daniel Scioli que uniformó el ofrecimiento en los ocho mil pesos de bolsillo (con excepción del cordobés De la Sota que le había devuelto el incendio al gobierno nacional ofreciendo 11 mil pesos).
En Santa Fe, la negociación que llevaron adelante el criterioso Gobernador Bonfatti junto a los Ministros de Gobierno Galassi y de Seguridad Lamberto contó con la colaboración del Vice Gobernador Jorge Henn y su puente hacia el Arzobispo Arancedo; mientras que en Rosario el senador peronista Armando Traferri estuvo todo el tiempo sentado en la mesa de las discusiones y el diputado Norberto Nicotra también ofició de amigable componedor intermediando con la Iglesia y otras personas allegadas a los reclamantes.
Bonfatti una vez más y sin aspavientos había demostrado una gran mesura en la resolución del conflicto, más allá de la cuestión de fondo que critica gran parte de la sociedad, saqueada o no: por qué no se hizo antes. No es buena la imagen social de una Policía insubordinada y extorsionadora.
Presupuesto Express
En un abrir y cerrar de ojos los diputados peronistas cortaron por lo sano y le dieron sobre tablas el presupuesto 2014 al Gobernador Bonfatti. El principal argumento fue que cualquier modificación que le hubieren introducido hubiese sido rechazada por los dos tercios del senado con el generoso voto peronista, profundizándose aún mas las diferencias en el ya licuado Partido.
El acuerdo entre los jefes de los sub bloques peronistas se selló el miércoles en el despacho del diligente presidente de la Cámara de Diputados Luis Rubeo. Aún golpeaba en los espíritus de los legisladores la inquietud por lo que podría haber pasado con la Policía si no alumbraba un acuerdo; mas allá de la exageración del acto del lunes en el Salón Blanco de la Casa de Gobierno en defensa de una institucionalidad que nunca estuvo en peligro, y que lo único que consiguió fue darle una inusitada y peligrosa entidad a los insurrectos Policiás.
Lo cierto es que con la habilitación del tratamiento sobre tablas y voto favorable en general y la abstención en particular, los 28 diputados peronistas, mas el Pro consiguieron en un rato lo que algunos desean desde hace rato: que se rompa, aunque sea por un rato la cohesión radical – socialista. Sucedió que los diputados radicales no sólo se opusieron a considerar sobre tablas el proyecto, (“necesitábamos más tiempo para debatirlo”, se quejó Santiago Masacheroni) sino que inclusive se abstuvieron en algunos artículos. Quedó mucha bronca en ciertos sectores radicales (sobremanera el denominado Grupo Universidad) y una vez mas el recelo por soterradas negociaciones entre algún sector peronista con el socialismo.
Desde el peronismo, entre los insólitos – y desopilantes- ensayos de argumentos por la votación Express se llegó a decir que de ésa manera evitaron que los radicales negociaran beneficios con el gobierno; ¿desde cuando el peronismo defiende al gobierno socialista?.
Armando con tiempo.
María Eugenia Bielsa ya instruyó a sus cuatro diputados para que comiencen el armado provincial en vista a su candidatura a Gobernadora en el 2015.
Dicen que no hay plan B, y así se lo hizo saber la ex diputada al otro aspirante Omar Perotti cuando éste le propuso que lo acompañe como candidata a Intendente de Rosario recibiendo a cambio – comentan – una irónicamente agresiva respuesta.
Los diputados Jorge Abello y Pablo Dibert serán los encargados de coordinar las acciones en el Sur y Centro Norte respectivamente, para lo cual ya comenzaron las conversaciones con dirigentes, a la espera de los billetes ganadores: los actuales senadores que aspiran a convencer a Miguel Del Sel para llevarlo como candidato a Gobernador. La orden de “La Bielsa” fue tajante: se arman candidaturas a senador en los 19 Departamentos; con los actuales o sin ellos.
Precisamente Omar Perotti propuso que con las elecciones del 2015 se llame a un plebiscito para que la ciudadanía santafesina opte por la reforma de la Constitución o no. Perotti no se opone – como algunos radicales – a la reelección del Gobernador “porque la que hace durar dos o más períodos a un gobernador es la gente”, afirmó.
Faltan 15 días para terminar el 2013. Para la política puede ser una eternidad o un suspiro.
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