Hoy debuta la nueva tarifa de subtes, $3,50 , buen momento para leer en La Fábrica Porteña una radiografía de la gestión neoliberal y ahora también según Barba, PRO nazi del PRO, valga la redundancia
Hace unas semanas las tarjetas SUBE
empezaron a ser rechazadas por el lector usual del molinete de ingreso.
Resulta que este es ahora exclusivo para la tarjeta Monedero (lanzada
hace años por el Grupo Roggio y ahora gestionada por VISA), mientras que
el SUBE, que fue pensada para justamente integrar el sistema de pago de
los distintos modos de transporte, quedó relegada a un segundo lector.
Luego, el gobierno de la ciudad difundió la noticia de que estaban
pensando en también crear una tarjeta específica del distrito para el
pago de distintos servicios, entre ellos, los de bicicletas públicas y
el subterráneo. En vez de colaborar y participar del proceso de
unificación del sistema de cobro del transporte, las autoridades locales
favorecieron la duplicación (y quizás la triplicación) de los modos de
pago electrónicos. Esta medida, podemos tomarla como una metáfora de las
tantas marchas y contramarchas que atravesó la gestión de los
subterráneos en el primer año de administración por parte del gobierno
local.
El gobierno municipal, durante los años
anteriores, solía acudir a las cuestiones jurisdiccionales para
justificar los déficits e incoherencias de las políticas de movilidad
porteña. Sin embargo, hace ya un año, las autoridades distritales
controlan el trazado urbano (incluyendo el andar a pie y bicicleta), las
33 líneas de colectivo que operan únicamente dentro de la ciudad, el
ordenamiento de todas las líneas de colectivo, los subtes y el premetro.
A continuación realizaremos un repaso por las distintas aristas que nos
permiten analizar el sentido y los resultados de las acciones
implementadas por parte del gobierno local respecto del sistema de
transporte subterráneo de la ciudad de Buenos Aires.
Marco legal
En marzo de 2012 el Congreso de la
Nación sancionó la Ley 26.740 que ratificó la transferencia a la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires de los Servicios de Transporte Subterráneo y
Premetro, las líneas de colectivos que transitan exclusivamente dentro
de la Ciudad y el tranvía de Puerto Madero. En diciembre de 2011 se
firmó un Acta acuerdo entre Nación y Ciudad para la transferencia del
servicio.
En ella ambos gobiernos definieron la transferencia de
jurisdicción, la cual iba a estar acompañada por el 50% de los subsidios
otorgados a la red en 2011 por parte del Gobierno Nacional. Estos
fondos fueron transferidos y, en el mes de enero de 2012, el Gobierno de
la Ciudad hizo uso de sus facultades aumentando en un 127% la tarifa,
lo que provocó una importante expulsión de usuarios. Sin embargo, en
marzo del mismo año se anunció que el Gobierno de la ciudad no iba a
aceptar las condiciones firmadas en el acta.
El nivel de conflictividad
ante la negativa fue tal que en agosto de 2012 se desarrolló el paro más
importante en la historia del subte. Finalmente, el gobierno local
aceptó el traspaso a partir de enero de 2013.
Inversión y presupuesto
Después de un año de gestión del sistema
de subterráneos viajan menos personas, con menos frecuencia y a un
precio más alto. Las obras de expansión son cuestionadas y en algunos
casos el mal manejo ha llevado a la parálisis y a la pérdida de fondos.
Mientras tanto la gestión del presupuesto es poco eficiente.
En el
primer trimestre del año 2013 no se ejecutó ni un peso del presupuesto
porteño dedicado al subte. En el segundo trimestre, ya cerca de los
periodos electorales, las autoridades de la Ciudad llegaron a ejecutar
sólo el 23% del presupuesto del programa. Sin embargo, tal como
demuestra el cuadro 1 de apertura, el programa de subtes es el segundo programa del
área de transporte con menor nivel de ejecución.
Esto no es nuevo. Desde el 2008 el
presupuesto sancionado para “Transporte” aumentó un 314 por ciento por
encima del aumento del presupuesto en general. Sin embargo, en esos
años, la ejecución del presupuesto continuó siendo insuficiente. Por
ejemplo, el año pasado fueron subejecutados 386 millones de pesos del
presupuesto dedicado a transporte.
También se destaca que los fondos
destinados al subte en su mayoría no provienen del tesoro, que solo
brinda unos 60 millones de pesos del total de 908 millones que tiene a
disposición SBASE. El resto viene del Fondo Subte, del bono emitido en
el 2010 para la expansión de la red de subtes que nunca fue utilizada
para ese fin, y nuevo financiamiento externo. Casi un tercio del
presupuesto se debe a nuevo endeudamiento.
Tarifa ...
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