Pasados los festejos y decepciones de la elección, queda al FPCyS la tarea cotidiana y estólida de gobernar la bota con las legislaturas en manos de la oposición. Al respecto, recibimos el análisis habitual de Darío Schueri sobre la coyuntura santafesina, sí que intensa!
Quizás el jefe de la bancada socialista del FPCyS Raúl Lamberto exageró al decir que "esto marca el futuro de la gobernabilidad en la provincia”, cuando los diputados peronistas decidieron el último jueves no dar quórum para tratar la creación de 850 cargos para la implementación de la reforma penal santafesina, pero es muy probable que esta acción del peronismo podría llegar a ser la línea bisectriz que tendrá el Cuerpo los próximos cuatro años con la mayoría que le otorgó la ciudadanía a través de la boleta única al justicialismo.
Lamberto rumiaba la bronca por partida doble: por la ausencia del PJ – que argumentó falta de tiempo para estudiar los cargos a crear – y porque su Partido no le permitió ir la justicia para reclamar por la inconstitucionalidad de la Ley de boleta única en el apartado distribución de cargos legislativos. El constitucionalista santafesino Domingo Rondina estaba elaborando un escrito en tal sentido, con sólidos argumentos que cuanto menos hubieran hecho trabajar arduamente a la Corte para no hacer lugar a la presentación; pero la orden fue tajante: se dejan las cosas como están. Lamberto se resignó ante nuestro Diario: “tenía que haber sido una presentación conjunta de los 14; no individual”.
Quizás el Gobernador electo Antonio Bonfatti coligió que ir a la justicia con resultado final incierto empeoraría aún más las cosas con el peronismo, con quien tendrá que llevar a cabo un trabajo político de orfebre para cohabitar los próximos cuatro años a partir del 10 de diciembre.
Este último cuatrienio las relaciones Ejecutivo legisladores opositores no fueron fáciles, aunque el descargo peronista fue que las leyes importantes que requirió Binner para gobernar siempre las tuvieron. Salvo la reforma tributaria, por la que el socialismo, según el Ministro Sciara, reclamará insólitamente por tercera vez, aunque no quede tiempo de aquí a fin de año, y el propio Gobernador electo adelantara que “su” reforma tributaria no será como la que encaró Binner hasta ahora. Soplarán nuevos aires.
Bonfatti tendrá que ruborizar a Messi con la cintura política a exhibir para encaminar la relación ejecutivo-legislativo en sus cuatro años de gobierno; aunque quizás la libanización de la Cámara de Diputados lo ayude: el PJ tendrá por lo menos media docena de sub-bloques y el diezmado FPCyS – si llegan como tal a fin de año – no le irá en zaga. Imaginamos un período 2011-2015 como los mejores de la década del ochenta, en los que Reviglio y Vernet tuvieron que poner sobre la mesa de negociaciones argumentos generosamente convincentes y de sueños compartidos para obtener las leyes necesarias para su gobierno.
¿Habrá un nuevo Del Sel el 14?
Eduardo Duhalde pasó por Santa Fe y sembró dudas sobre el slogan “Cristina ya ganó” que se impone desde el oficialismo, además de asegurar que Reutemann y Obeid apoyan su candidatura.
Al menos en la Provincia de Santa Fe la expectativa pasa por saber si el segundo lugar a tres puntos de Bonfatti de Miguel del Sel del 24 de julio reflejó una nueva - y pronta- necesidad de cambio de la población santafesina para con la gestión del socialismo; el repudio liso y llano hacia la figura política del Chivo Rossi, o un castigo, corporizado en Rossi, hacia el modelo nacional que lidera Cristina Fernández.
Si estuviésemos ante las dos últimas opciones, ¿a quien elegirá la sociedad santafesina para escarmentar a la Presidente?: ¿A la acérrima enemiga Lilita Carrió?; ¿al moderado Hermes Binner? ¿al correcto Ricardo Alfonsín?, ¿ó a la astilla del mismo palo peronista Eduardo Duhalde?.
¿Quién de todos estos será el Miguel del Sel de la Presidente el domingo 14 de agosto?.
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