7/12/2007

ego

Ernesto Tenembaum está muy satisfecho con esta nota (auto?) crítica, que se publicará en el próximo número de XXIII. Alguién más lo está?.
" La película líder en las taquillas de esta semana es, realmente, una maravilla. Se llama Ratatouille y está erróneamente, a mi entender, vendida como si se tratara de un producto infantil. Lo es, pero es más que eso. De cualquier manera, esta nota no es una crìtica cinematográfica, sino una denuncia muy seria. En medio de la trama, Ratatouille contiene un artero e injustificado ataque contra el periodismo. Es necesario denunciarlo antes de que sea tarde, ya que los espectadores son los niños y mejor sería evitar que se lleven una errónea imagen. Me explico. La historia trata sobre una rata que es, además, un chef. Así de repugnante: una rata en la cocina. Pero no solo es un chef. Es el mejor. Por deliciosos vericuetos, que no vienen al caso, sucede que el roedor se instala en la cocina de un restaurant exitoso, pero desprestigiado, y logra reinstalarlo en el centro de la escena francesa, gracias a sus maravillosos platos. La magia de la animación logra que cada imagen sea una delicia: las salsas, los vegetales, los vinos, las carnes, se disfrutan como si fueran reales. Cuestión que el tema llega a oídos de Anthon Ego, el gran crítico culinario de Paris. Ego es un tipo temido, amargo, que escribe en una especie de trono de homenaje a sí mismo. Al oír los rumores de lo que estaba ocurriendo, anuncia que visitaría el restaurant. Imagínese el lector los nervios. El gran Ego se dignaba a probar la comida del nuevo y desconocido cheff. Y allí va, con su birome importante a tratar de destruir la aventura. A la ratita se le ocurre prepararle un ratatouille, es decir –ahora viene uno a enterarse—uno de los platos más elementales de la cocina francesa. Como si a un gran crítico, en la Argentina, le sirvieran milanesa con puré. Ego mirá con desprecio el plato, hasta que lo prueba. En ese momento, la peli hace un flashback, la imagen adquiere un tono sepia y aparece Ego, de niño, recibiendo ese plato de su madre. Y el gran crítico, el reverenciado periodista, queda desarmado, humilde, conmovido. Es ahí, en ese momento tan sensible, que se produce el ataque artero contra la prensa. La voz de Ego, en off, recita la crítica que publicó al día siguiente. Dice así: "La vida de un crítico es sencilla en muchos aspectos. Arriesgamos poco y tenemos poder sobre aquellos que ofrecen su trabajo y su servicio a nuestro juicio. Prosperamos con las críticas negativas divertidas de escribir y leer Pero la triste verdad que debemos afrontar es que en el gran orden de las cosas cualquier basura tiene más significado que lo que deja ver nuestra crítica". Es verdad que el texto habla sobre los críticos y no sobre los periodistas. Pero cualquier niño avispado se dará cuenta que no hay demasiada diferencia entre la actividad de los críticos culinarios y la del resto del cuarto poder. Todos escribimos acerca de, opinamos sobre, o retratamos lo que hacen otros. Por eso es preocupante esa película. Cómo se les ocurre. Así se socava la democracia. Lo mismo ocurre con Harry Potter que, quizá no casualmente, se estrena también esta semana. Los periodistas no somos conspirativos pero está claro que aquí hay razones para sospechar. Son dos ataques graves en una misma semana. Claro, todo el mundo se hace el distraído. Prefieren destacar la proliferación de efectos especiales, pases màgicos, gigantes, magos tenebrosos, escobas voladoras, centauros, sirenas, hipógrifos (caballos con alas y cabeza de pájaros), personajes muertos que hablan desde sus propios retratos, fantasmas casi decapitados, thestrals (caballos alados que solo pueden ser vistos por quienes tuvieron contacto directo con la muerte), bolas de cristal, hechizos para todos los gustos, tritones, laberintos mágicos. No es que no lo merezcan. El mundo de Harry Potter es realmente alucinante. Pero no se trata del tema de esta columna. Porque lo importante, lo realmente grave, es el otro ataque al periodismo. En el cuarto libro de Harry Potter, uno de los personajes de reparto, se llama Rita Skeeter. Mientras los niños-héroes, pelean contra fuerzas tenebrosas con valentía y arrojo, Skeeter se dedica al chismoseo, a pescarlos infraganti en sus romances o a retratar sus miserias. Para quien no los conoce, los protagonistas de la historia son chicos contradictorios, con dudas, miedos, sometidos a un desafío abrumador. Y contra ellos, justamente, ubican a una periodista. Encima, al final de la historia, Hermione Granger, la amiga de Harry, termina convirtiéndola en una cucaracha. Para los niños de Harry Potter, los periodistas merecemos ser convertidos en cucarachas. Y no solo eso. Esta nota fue escrita antes del estreno de la quinta película sobre el mago. Pero en el libro que le da origen, el periodismo vuelve a quedar en un lugar horrible. Harry se enfrenta allí al poder político del mundo de la magia, que insiste en minimizar y encubrir los crímenes de la organización racista, aristocrátioco y ultraderechista que pretende dominar el mundo. El poder político lo persigue intenta desprestigiarlo. Su principal aliado es el diario "El Profeta", que es el medio oficial del mundo mágico. O sea: otra vez el periodismo. Ahora resulta que somos ególatras, destructivos, insignificantes, chismosos, cínicos y muy permeables a los intereses del poder. Y soberbios. Y solemnes. Pavos reales, bah. Hubo otros tiempos en que la ficción acerca del periodismo solía ubicarnos en un lugar heroico –tipo Todos los hombres del presidente o Reds o El día que vivimos en peligro o El informante—o al menos romántico y encantador –como en El Diario o en esa de Robert Redford y Michelle Pfeifer o en Sentimental, la de Renán. Pero algo está cambiando. Y, ahora, resulta que nos atacan. Hay que frenar a Disney. Y a J.K.Rowlings. Antes de que sea tarde. No sea cosa que se sepa la verdad. Sssshhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh."
Ernesto Tenembaum

11 comentarios:

Anónimo dijo...

jajaja, muy bueno... Tenebaum tan seriote tomandose en joda. Me cae muy bien este tipo!

walter besuzzo dijo...

La revista 23 no merece ser agraviada de tal manera con insinuaciones de ese tipo cuando lo unico que hicieron fue promocionar acriticamente a Meijide como hoy lo hace con Carrio...que joder... con la libertad de prensa no,,,,y con reconocer errores tampoco

Anónimo dijo...

Los críticos cacarean y nosotros ponemos los huevos....

saavedra

Sine Metu dijo...

se dice sepia, no cepia
a lo mejor lo pueden corregir antes que vaya a impresión

Abuelo Económico dijo...

Si molesta quien lo escribe hagan el esfuerzo de leerlo como si fuera de otro, quizás de Artemio.

Muy Bueno. Sobre todo luego del espectaculo de ayer de Alberto Fernandez.

Anónimo dijo...

El Diario "el profeta" del mundo de Harry Potter es una copia identica de cualquier multimedio del mundo.
Hay que hacer la de Chavezzzzz
Nico

Lindahl dijo...

Nico, cuál es la de Chavezzzzz? Cerrar los medios opositores? A mi me gusta más el pluralismo, que haya medios privados, pero también públicos onda BBC. Ponele esto:

http://www.farn.org.ar/docs/p35/index.html

Unknown dijo...

No discutan màs pavadas: Tenembaum es un capo.

Tenembaum.

Anónimo dijo...

LINDAHL : PLURALISMO??? Y VOS CREES QUE ESTO ES PLURALISMO?? CLARIN, LA NACION, HASTA EL HEDIONDO OFICIALISTA PAGINA12???? No hacen más que decirnos qué tenemos que leer y saber. VERSOOOO.
Vamos, Nico, aguante la de Chavez!!! Y viva Tenem.
Esteban

Unknown dijo...

Si alguien es tan amble de acercarle a Tenembaun un ejemplar del libro Harry Potter y el cáliz de fuego. Casi al final del libro sucede el episodio que el menciona, donde Hermione Granger "enfrasca" (literalmente la mete dentro de un frasco de vidrio) a la periodista que estaba transformada en insecto (no recuerdo si era un escarabajo o una cucaracha), sin embargo Hermione no es quien decide en qué transformarla, sino que la periodista se transformaba en este insecto para pasar desapercibida dentro del castillo Howarts.

jardinista dijo...

así que está muy satisfecho?
con que poco se satisface ernesto!

respecto del issue Chavez-RCTV, aprovecho que se destapó la olla y tiro algunos datos que personalmente fui buscando sobre el tema.

La tv en venezuela comienza a emitir a principios de la década del 50, (RCTV sale al aire por primera vez en 1953) pero no será regulada específicamente sino hasta el año 2000.
Pero para entender mejor esto, vamos más atrás en el tiempo.
La primer ley de telecomunicaciones venezolana es del año 1936 (si, una ley de la dictadura, tal como en el caso argentino, el decreto ley 22285/80). Contrariamente a lo acaecido hasta estos días en nuestro país, en el año 2000, el parlamento venezolano [74 años después] sanciona una nueva ley, la ley orgánica de telecomunicaciones.
La misma se complementa en diciembre de 2005 con la Ley de resposabilidad social en radio y televisión.

El espacio radioeléctrico, aquí y en Venezuela, es un bien de dominio público. Cabe aquí notar que no soy abogada, pero esto implica que los titulares de dichos bienes deben ser personas jurídicas públicas estatales. De este modo el estado es el que se encarga de regular y administrar las concesiones del mismo,a través de los organismos que disponga a tal efecto [en el caso argentino, el COMFER www.comfer.gov.ar]. Esto implica que tiene derecho a establecer los plazos por los cuales las licencias serán otorgadas.

Para verlo más gráficamente, en el caso argentino, por medio de un DECRETO [el Nª527/05], en mayo de 2005, Kirchner decidió suspender la reglamentación que fijaba el vencimiento, y prorrogar todas las licencias de empresas de radio y televisión por 10 años más.
Podría haber elegido no hacerlo.
Por qué lo hizo se lo podemos preguntar a Tenenbaum, o no.. queda a su criterio.
Pero no quiero desviarme. Chavez, por su parte, decidió implementar un cronograma de transformación de los títulos jurídicos de las viejas concesiones, manteniendo los derechos establecidos a la luz de las leyes anteriores. De este modo, y teniendo en cuenta que los plazos de 20 años se vencían en marzo de este año, se le dió a las empresas de radio y televisión un período de 60 días para realizar esta transformación. Aquel que no la realizara, se consideraría que renunciaba a la licencia.
Ciertos multimedios "tanto o más golpistas" que RCTV, como es el caso del Grupo Cisneros [Venevisión] tramitaron esta transformación de títulos jurídicos, y hoy siguen al aire. RCTV no lo hizo. Es más, encabezo una cruzada para que nadie lo hiciera.
Bien, el resultado está a la vista, dado que la concesión le fue rescindida.

Freno aquí porque no me gustan los comentarios que parecen posts...
Al que le interese la Ley de responsabilidad social en radio y televisión, tengo una edición de mini bolsillo, que edita el gobierno chavista para su distribución gratuita, en el marco de una colección que se llama textos legislativos. Calculo que debe estar colgada en algun lugar de la web, sino no tienen más que chiflar y pedirla.

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