La percepción de la fragmentación social - que constituye segmentos extendidos irreconciliable y antagónicos -, como un fenómeno de superestructuras es un error grave, que lleva a las peores consecuencias a la hora de definir políticas, elaborar estrategias electorales y finalmente consolidar liderazgos.
La recuperación electoral relativa de Macri y su banda hoy, debe atribuirse como primer gran mojón al diseño correcto de la estrategia electoral post PASO definida con precisión de cara al 27 de octubre de 2019.
Esa maratón nacional supuso asumir el antagonismo y su extendido y profundo anclaje social y entonces tensar el discurso galvanizando uno de los polos del conflicto, sabiendo que siendo remota la posibilidad de dar vuelta la elección era el momento de dar nitidez y extensión al polo de representación electoral de la derecha neoliberal conservadora y consolidar su liderazgo nacional encarnado en el ex presidente y cuyo bautismo como polo opositor intransigente se realizará ya con un piso electoral nacional muy alto.
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