Una de las preguntas que se le hace de manera recurrente a la política económica en la Argentina es sobre el impacto en la calidad de vida de la población. Hay muchos datos para conversar en lo que hace a la respuesta de esa pregunta. En este pequeño artículo, se expone el resultado cuantitativo que surge de aplicar la metodología del Banco Mundial sobre la cantidad de personas en la clase media para la Argentina.
Existen muchos modos de medir cómo vive la sociedad. Si mejora o empeora: salarios formales, informales, jubilaciones, tipo de empleo por su calificación, estabilidad de ingresos, estabilidad de precios, subsidios del Estado, crecimiento, complejidad de exportaciones, salario mínimo, canasta básica, inflación, actividad, actividad industrial, entre tantos otros.
En este caso me voy a meter en la proporción de la población argentina que conforma la clase media. Para eso voy a usar una metodología del Banco Mundial. La misma dice que la clase media está conformada por la parte de la sociedad que se encuentra entre 13 y 70 dólares de ingresos diarios a paridad de poder adquisitivo sobre la base del año 2011. Recordemos que, en esta metodología, entre 5,5 y 13 dólares por día hablamos de población vulnerable, y debajo de 5,5 de pobreza. La canasta de la Argentina es un poco más ambiciosa que esta medida y se ubica en 10,8 dólares por día. Lo cual no está ni bien ni mal, tiene que ver con otra metodología. En cualquier caso, la primera respuesta que debe dar la política económica, social, productiva, es sobre las trayectorias y tendencias antes que por los valores. Aunque luego sí, los valores nos importan porque queremos incluir a toda la población en una calidad de vida mucho mejor, empezando por los que hoy tienen mayores problemas.
Entonces según los datos del Banco Mundial, y con ese marco teórico o metodológico, comentado, la Argentina vio más que duplicar su clase media entre 2003 y 2015: +107% de aumento. Lo que significó que 12,57 millones de personas de nuestro país hayan ingresado a este club entre 2003 y 2015. Es una barbaridad histórica.
Se podrá discutir si este adelanto de inclusión era sustentable en el tiempo en virtud de la restricción externa que atravesaba el país, y me parece una discusión muy válida, en la que deberá contemplarse también la oportunidad de tomar deuda que existía en aquel entonces. O sea, que lo que quiero destacar es que este nivel pudo haberse mantenido si ese hubiera sido el objetivo del macrismo, pero claramente no lo fue (porque “les hicieron creer que podían irse de vacaciones o cambiar el auto”, y acto seguido pusieron manos a la obra en la destrucción social que aún sufrimos). De todos modos el tema en este caso es la clase media.
Para mayor referencia de contexto, sírvase tener en cuenta que entre 2015 y 2019 la expulsión de personas de la clase media llegó a 1,31 millones de personas. La Argentina no es un país fácil, pero a pesar de todas las dificultades es bueno tener en cuenta cuándo hubo mejoras sociales para la mayoría, y cuando no. Las trayectorias.
Como se puede ver en el gráfico, después del peor momento que significó 2002, la clase media subió en proporción de la población hasta 57,9% en 2017. Pero con un crecimiento muy interesante entre los años 2003 y 2013, similar a lo que ocurrió inversamente con la pobreza en los mismos años.
A la hora de preguntarnos qué modelos económicos nos convienen a los argentinos debemos tener en cuenta los resultados sociales. Y la ampliación de la clase media es otro modo de ver una disminución de la pobreza. Ir a los datos con metodologías correctas y serias es clave.
Sobre el autor: Lic. Hernán Herrera, miembro de FUNDUS.AR.
Bibliografía:
“World Bank. 2021. The Gradual Rise and Rapid Decline of the Middle Class in Latin America and the Caribbean. World Bank, Washington, DC. © World Bank. https://openknowledge.worldbank.org/handle/10986/35834 License: CC BY 3.0 IGO.”
1 comentario:
Hasta 2012/13... Y después vino el kicigol
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