8/05/2021

cómo llega el frente de todos a estas elecciones legislativas?

 

Elecciones legislativas 2021: “El voto joven sigue una trayectoria de indiferencia política”

PolíticaYMedios habló con el analista político Artemio López y el economista Sergio Chuoza, quienes analizaron el escenario electoral en medio de la pandemia y un clima de cierta indiferencia social. Además, se refirieron al mayor interrogante: ¿cómo llega el Frente de Todos a estas elecciones legislativas?


Por: Esteban Pastoriza (Técnico Universitario en Comunicación Social -Licenciado en Ciencia Política).

El cierre de listas de todas las fuerzas políticas que competirán en las elecciones legislativas 2021 puso en marcha una cuenta regresiva electoral que tendrá en las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) del próximo 12 de septiembre un anticipo de lo que terminará sentenciado por el sufragio ciudadano en la votación general del 14 de noviembre.

Por medio de este reencuentro con el voto popular, el Frente de Todos busca renovar las esperanzas que alimentaron las urnas de aquel 27 de octubre de 2019 y conseguir así una reconfiguración del poder legislativo que le permita obtener la mayoría en el Congreso de la Nación para la segunda etapa de su mandato.

El actual esquema parlamentario demuestra que todos los esfuerzos del oficialismo apuntan a fortalecer la cámara baja, que actualmente integra con 119 diputados y busca incorporar en estas elecciones de medio término los 10 lugares restantes para contar con quórum propio.

Por otro lado, en la cámara alta el oficialismo no presenta grandes sobresaltos, ya que en estos momentos aporta 41 senadores para una mayoría que se logra con 37 bancas y desde el Gobierno nacional confían en que no bajarán de ese piso en estas votaciones.

Ahora bien, quizás el interrogante que sobrevuela el escenario electoral en medio de un contexto de pandemia y cierta indiferencia social, se sintetice en una pregunta: ¿Cómo llega el Frente de Todos a estas elecciones legislativas?

El director de la consultora Equis y analista político, Artemio López, explicó a PolíticayMedios que “en estas elecciones legislativas se expone lo realizado por la gestión oficial sobre dos indicadores que van a ser claves para conocer su suerte en los votos. Si miramos el indicador sanitario, creo que es el más satisfactorio en sus resultados, porque los datos demuestran que vamos a llegar con un porcentaje muy importante de población vacunada al momento de votar”.

Sin embargo, en el caso de analizar el indicador socioeconómico como el contrapunto más importante que afronta el oficialismo, López pone el foco sobre los sectores medios y medios bajos porque plantea que “allí se destacan las modalidades habituales de ingresos, pensiones, jubilaciones, salarios mínimos, cuentapropismo y el trabajo informal”.

En consecuencia, “si tenemos en cuenta que en esa franja social el ingreso promedio es de 40.000 pesos, rápidamente observamos que no se ven beneficiados de los planes del Gobierno que apuntan por debajo de la pirámide y están destinados justamente a la base de la población más vulnerada. Pero tampoco encuentran una protección económica en medidas que son pensadas para los salarios más altos, como por ejemplo aquellos que se beneficiaron con el corrimiento del mínimo no imponible a 150.000 pesos”, concluyó el analista político.

Desde el punto de vista del experto, “la clave de la elección” se encuentra en esta articulación entre las proyecciones electorales del Gobierno, las medidas económicas que apuntan a recomponer el poder adquisitivo y la situación de los sectores medios de la sociedad.

“Si nos fijamos en la Provincia de Buenos Aires como zona geográfica que concentra el 40% de la población, ese sector social tiene todavía 17 puntos de indecisos. Y será el que define, no tanto el orden, porque yo creo que el Frente de Todos va a ganar la elección, pero sí la distancia entre una y otra coalición. En consecuencia, la sobredeterminación económica va a afectar mucho el voto de estos sectores”.

También en diálogo PolíticaYMedios, el economista y docente de la Universidad de Buenos Aires (UBA); Sergio Chouza, explicó que “las elecciones legislativas se desarrollan en un momento político donde se resalta la unidad, siendo el principal valor del Gobierno”.

“Teniendo en cuenta el viraje que tuvo que hacer a los tres meses de asumir, como consecuencia de la llegada de la pandemia, y el desgaste que eso genera en las decisiones políticas, vemos que no hubo fisuras en un frente que congenia diferentes expresiones partidarias y ese el atributo más importante en materia electoral”, sentenció Chouza.

Por otro lado, el economista busca hacer foco en la relación que se manifiesta entre la posible salida de la pandemia y la reactivación económica. “Es importante llegar a las elecciones legislativas con la mayor cantidad de la población objetivo vacunada, sumado a algunos signos de productividad, mayor empleo y fortalecimiento económico; pues eso genera la esperanza como mensaje para transmitir a una sociedad que ya no soporta más crisis, después de cuatro años del desastre neoliberal y uno por la pandemia, necesita ver un horizonte de salida”.

En cuanto la intensidad que algunos medios de comunicación colocan sobre la influencia del tipo de cambio en este proceso de elecciones de medio término, Chouza explica que “hay algo de nerviosismo preelectoral que se expresa en los precios (entre ellos el dólar), pero no creo que sea un hecho preocupante en este momento”.

“La devaluación no es algo dicotómico que se exprese simplemente en devalúas o no lo haces; porque en una economía con alta inflación existen puntos intermedios. Lo que puede pasar después de las elecciones es que se recupere un poco más el ritmo de la cotización del tipo de cambio oficial, pero muy lejos de ser una devaluación con un dólar a 400 pesos como algunos se animan a expresar públicamente”, concluyó el economista.

[La apatía política de los más jóvenes]

Uno de los datos más destacados en los resultados de diferentes encuestas electorales y sondeos de opinión, está relacionado con la necesidad de conquista de todas las fuerzas políticas por el llamado “voto joven”, que podríamos delimitar en una amplia franja poblacional que se ubica entre los 16 y los 40 años.

En los últimos años se ha puesto en discusión si este segmento social que había sido mayoritariamente acaparado por el kirchnerismo durante el período que engloba sus tres mandatos consecutivos con Néstor Kirchner (2003-2007) primero y Cristina Fernández (2007-2011/2011-2015) después, comenzaba un leve proceso de fuga a otras expresiones ideológicas como los espacios partidarios de pensamiento liberal.

En referencia a ello, Artemio López afirmó que “actualmente el voto joven sigue, en algunos casos, una trayectoria de indiferencia política. Si analizamos el padrón, más del 50% es menor de 40 años y el 30% tiene menos de 30 años; por lo tanto, esto nos marca que el padrón en sí mismo es joven”.

Sin embargo, al momento de analizar partidariamente el corte de los menores de 30 años, se observa un escenario dividido entre que los continúan activos en la participación política y el alejamiento de un fragmento social a formar parte de ello.

Para el analista político, este segmento etario “sigue teniendo preferencias por el Frente de Todos, pero con una notable indiferencia o apatía política entre los jóvenes de 16 a 19 años”.

En cuanto a las causas que López observa en esta separación política entre los mismos jóvenes, la conclusión que esgrime el director de la consultora Equis, apunta a que “esta expresión social juvenil tiene sentido, porque son ellos los que más sufren las condiciones socioeconómicas de adversidad que estamos viviendo”.

“Observamos que forman parte de un porcentaje del desempleo por encima de la media, sumado a la informalidad laboral y el aumento de la pobreza”; es decir, “hay claramente una situación social y económica muy crítica para el sector de la juventud”, concluyó.

En este sentido, está claro que el Frente de Todos llega a un nuevo proceso electoral enmarcado en cierta inestabilidad socioeconómica y con un buen porcentaje de ciudadanos que aún no ha definido su voto o no encuentra algún proyecto político que lo atraiga.

Sin embargo, entre los principales objetivos que comienza a delimitar el oficialismo para sus próximos dos años de Gobierno, contar una mayoría parlamentaria es clave para poder profundizar el rumbo político y económico sobre aquellas cuestiones que formaban parte del “plan original” de la coalición, pero que pandemia mediante, han quedado inconclusas.

En materia económica, Chouza plantea que “conseguir el quórum propio en el Congreso puede ser la oportunidad del Gobierno para promover otras herramientas en el mercado de capitales doméstico o alguna iniciativa de promoción económica y cambios en el marco normativo sobre ciertos sectores que haya que potenciar. Por ejemplo, las actividades relacionadas con lo hidrocarburífero o lo minero”.

Al mismo tiempo, el analista económico observa una situación que se da en medio de este clamor electoral y que puede condicionar las intenciones del Frente de Todos. “Hay una especie de río revuelto, estimulado por algunos actores que determinan la dinámica del mercado de cambio ilegal; que, si bien tiene un efecto más psicológico que real, de allí se desprenden las presiones mediáticas sobre las posibles devaluaciones en el corto plazo”.

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