Desde Formosa, el periodista describe cuál es la realidad del sistema sanitario público formoseño. ¿De eso no se habla?
Por: Alejandro Crivisqui
La exitosa serie de Netflix New Amsterdam es analizada por esta agencia de noticias cuando en su excelente columna Manuela Bares Peralta se pregunta: ¿Es posible transformar el sistema de salud? En ella nos cuenta: “La falta de acceso a la salud es una profunda desigualdad que se encuentra arraigada en todo el sistema económico, social y sanitario norteamericano. Un derecho que desaparece si no tenés recursos o sos inmigrante porque lo 'público' no quiere decir lo mismo en todas partes; porque la gratuidad del sistema de salud continúa siendo una utopía en muchas partes del mundo”.
Utopía no es algo imposible de conseguir dicen los “utópicos” y “soñadores”; en Formosa, damos el ejemplo de que los sueños y las utopías se pueden alcanzar, cuando tenes una conducción política y una doctrina que apunten a ello.
En esta provincia tan castigada por los medios hegemónicos porteños con alcance nacional y olvidada por casi todos los gobiernos centralistas y unitarios, excepto por Perón y Néstor, se logró que lo público supere ampliamente a lo privado y que la gratuidad no sea una utopía, como en muchas partes del mundo.
A los formoseños esa serie de Netflix no nos llama la atención, ya que vivimos dentro de un modelo sistémico (Comunidad Organizada), que nos provee de la excelencia inclusiva de la atención sanitaria pública y gratuita, con todas las complejidades existentes, que nos permitió durante todo el 2020 no contar con contagios de Covid comunitario y ser, por ejemplo, récord de trasplantes de órganos gratuitos en el país, con los remedios para dichos pacientes de por vida y también gratuitos.
Pero nada de esto te lo contaran los medios hegemónicos: ¿Por qué? Porque son los socios de los intereses de las multinacionales de la salud, y porque modelos como el formoseño tocan sus intereses lucrativos.
Los argentinos miran con fascinación la serie de Netflix, porque parte de la salud en Argentina, como lo es en Estados Unidos, es un muy buen negocio y más en pandemia. Mientras desconocen el modelo de salud formoseño.
Los mercaderes de la salud son los patrocinadores de medios hegemónicos como Clarín, medio que ataca permanentemente al gobernador provincial Gildo Insfrán y te oculta este “mal ejemplo” que podría peligrosamente expandirse, esta es otra razón para sus bombardeos mediáticos contra esta desconocida provincia. En Formosa, en lugar de negocios de la salud, nos encontramos con la salud comunitaria como el primer nivel, ya que todo es sistémico en la provincia siendo la prevención temprana la clave del sistema, con las brigadas de salud comunitaria recorriendo los barrios ahora en pandemia, hisopando gratuitamente casa por casa, reuniendo a los vecinos, analizando con ellos sus realidades, agua, cloacas, veredas, etc. Todo es salud.
El sistema suma y fortifica la formación de los profesionales médicos y enfermeros con los saberes de las “Doñas”, de las mujeres campesinas y de los ancestrales pueblos originarios, aprendiendo a identificar hasta las plantas curativas en sus jardines, concientizando y trabajando integralmente con la comunidad; cada barrio cuenta con una moderna sala de salud, donde el paciente sea pobre o rico, extranjero o nacional, entra y sale con sus remedios gratuitos, porque en esta provincia (acá viene lo peor) también cuenta con su propio laboratorio de remedios genéricos, que provisiona a todos los centros de su amplia red de salud y también con su propia planta fabril de confección de camisolines, barbijos etc. para proteger a todo el personal tanto médico, como policial frente al Covid y otras enfermedades.
Y si en dicha sala barrial, con todas las prestaciones, incluida más la costosa odontológica aquí gratuita, el paciente debe ser derivado por su dolencia, la cual escapa a la posibilidad de esa sala, va al hospital distrital, y si allí también lo consideran va al hospital central o al de alta complejidad, el cual está dotado de toda la aparatología y excelencia medica que lo ubica entre los mejores de Argentina, contando con un ala de medicina nuclear, construido hasta el 85% y “neutralizado” por el gobierno de Mauricio Macri, faltando tan poco para su funcionamiento pleno. Para envidia del doctor Max Goodwin, del New Ámsterdam...
Además, el sistema formoseño cuenta con un moderno hospital odontológico público y gratuito, costosa especialidad si las hay. Contando también ahora con un hospital monovalente (no de “campaña”), único en todo el país, solo para pacientes con covid, pionero en el uso del plasma humano y suero equino o el hospital exclusivo de la "Mujer y el niño".
Como ven, esto nunca te lo contaría TN, porque el amor y la igualdad, como reza la histórica marcha peronista, en Formosa se transforma en el sistema de salud más completo, avanzando, gratuito y publico de la Argentina. La realidad efectiva a veces puede supera a la ficción de Netflix y a la utopía americana.
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