7/06/2020

el politólogo y las hipotéticas audiencias redundantes

Los derechos de los traductores | Ieronimus Traductores 
Miguel Wiñasco (está bien investigar el supuesto espionaje M, pero que eso no nos distraiga de los asesinatos en masa de los K)

Las marionetas stalinistas que manipula la impúdica Elisabet Fernández, tensan los hilos de la democracia, corroyendo la argamasa de la coexistencia pacífica. Ora buscan confiscar la propiedad privada de Vicentin, ora intentan alinear acreedores en contra de los estigmatizados accionistas principales de la empresa. O bien lanzan imperceptibles hordas camporistas por caminos rurales para apuñalar y rasgar silobolsas. O bien incendian campos en la novel republica mendocina, los cuales por fortuna se extinguen en el acto, merced a las escasamente combustibles superficies nevadas de la cordillera, en esta época del año. 

Mucho más grave que estos amedrentamientos colectivistas, es el hostigamiento a periodistas críticos por nutrirse su producción de fuentes en el espionaje, durante el interregno de plena legalidad gozado circa 2016/2019. Si bien el apartamiento del juez Villena, en una primera lectura pareció desbaratar esa persecución totalitaria, un análisis más profundo nos muestra que el peligro no ha mermado. La causa de presunto espionaje no ha sido anulada por la justicia de Lomas de Zamora, dominada por los asesinos de Nisman. Sigue detenido Alan Ruiz, el supuesto espía de conjetural mal desempeño, acusado por hipotéticos indicios, colectados en pretendidos audios, mails,fotos y declaraciones, por una banda para-judicial, direccionada por los que ahora se cargaron a un ex secretario privado de la jefa de la asociación ilícita, a su vez encubridora de la bomba a la Amia. Incluso no cesa el bullyng K hacia la libertad y las instituciones. 

No conforme con fogonear la endeble causa de presumible espionaje, o con formular malintencionadas objeciones hacia el pedido de la defensa de Ruiz, encabezada por el Dr.Vito Sicilia, para que el poco serio expediente pase a las cajoneras de Comodoro Py, y que sea instruido con apacible responsabilidad por fiscales sin mácula como Marijuán o Stornelli, el genocida ponebombas montonero (y a la vez doble agente maserista y videlista del gobierno de facto supuestamente dictatorial), Horacio Verbitsky, se permite vilipendiar a mi colega Luis Majul. Lo ataca el criminal y rabioso Perro, en repugnantes y brutales términos: "el sustantivo forro no se menciona ni una vez en los 306 articulos del Código Penal. 

Hay muchas asquerosidades que no son delito". Bajo el velo de una opinión juridica favorable a la inexixtencia de delito por parte de Luis, el terrorista Verbitsky le dice "forro". Algo que denota ser desechable una vez utilizado. Es una clara amenaza a la libertad de prensa, además de un incalificable insulto. Las autoridades del unico partido democrático que queda en la Argentina, Juntos por el Cambio, deben emitir un urgente comunicado de repudio ante este nuevo magnicidio. El asesinato del prestigio y la credibilidad de los periodistas independientes como Luis Majul, no debe quedar impune. Bastante tenemos ya con los embates de los programas culinarios y reposteriles que atacan nuestro rating. Y también con el retruécano y la sorna del ultraK consultor López Artemio, que nos acusa de poseer hipotéticas audiencias redundantes.

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