El Fondo calcula que el Gran Confinamiento provocará la mayor crisis desde la Gran Depresión
La caída del PIB global será del 3%, mucho mayor que en 2009, con casi todo el mundo en recesión
RAQUEL PASCUAL CORTÉS
"Proteger vidas humanas y facilitar que los sistemas de salud hagan frente a la pandemia generada por el Covid-19 ha exigido aislamientos y cierres de actividad y negocios generalizados por todo el mundo para frenar la propagación del virus. Y eso ha hecho que la crisis sanitaria esté teniendo un grave impacto en la economía mundial". Así arranca el último informe de Perspectivas económicas mundiales (WEO en sus siglas en inglés) del Fondo Monetario Internacional (FMI) hecho hoy público con un título que evidencia la situación que atraviesa el planeta: El Gran confinamiento.
¿Pero cuánta riqueza se va a llevar por delante este cerrojazo en todo el mundo? El primer cálculo del FMI es que, “como resultado de la pandemia, se prevé que la economía mundial se contraiga bruscamente un -3% en 2020", indica este informe. Esta brusca caída será la mayor que experimente el mundo desde la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) y la mayor crisis de carácter económico desde la Gran Depresión que arrancó en 1929. La intensidad de la crisis será mucho mayor que en el recorte de la economía mundial que se produjo en 2009, por la crisis financiera desatada en 2008 con la quiebra Lehman Brothers. Entonces, según el FMI, el PIB global cayó un 0,1%, aunque el Banco Mundial cifra el retroceso en el 1,7%.
Además esta caída del 3% del PIB mundial en 2020 supondrá seis puntos porcentuales menos de lo que el FMI preveía que iba a crecer la economía global este año (un 3%). Y los daños, aunque generalizados, no serán ni mucho menos homogéneos. Las economías avanzadas de Europa y Norteamérica se llevarán la peor parte con caídas de los PIB nacionales superiores al 6% en todos los casos este año. Italia liderará el desplome mundial, con un recorte de su riqueza nacional del -9,1%, seguido de España (-8%), Francia (-7,2%), Alemania (-7%), Reino Unido (-6,5%), Canada (-6,2%) y Estados Unidos (-5,9%).
Mientras, las principales economías emergentes, fundamentalmente las asiáticas, se verán menos dañadas, con una caída media del PIB de su área del -1% en 2020. De hecho, la riqueza de China e India se anotará crecimientos positivos del 1,2% y 1,9%, respectivamente en este ejercicio, según las estimaciones del FMI.
Si bien, todos estos cálculos se han elaborado sobre la hipótesis de que la pandemia se "desvanecerá" en la segunda mitad de 2020, la vuelta a la actividad se hará entonces de forma gradual y, por tanto, prevén que haya un efecto rebote que lleve a la economía mundial a crecer un 5,8% en 2021, a medida que la actividad se vaya normalizando en todo el planeta y siempre "con la ayuda de medidas políticas", reclama este organismo a los Estados.
En cualquier caso, la economista jefe del FMI, Gita Gopinath, asegura que la recuperación en 2021 será solo "parcial" porque el organismo proyecta que el nivel de actividad económica siga por debajo del esparado para el próximo ejercicio antes de la llegada del virus. Es más, ha cifrado la pérdida acumulada del PIB mundial en 2020 y 2021 en 9 billones de dólares, una cantidad mayor que la que representan las economías de Alemania y Japón juntas.
Pero dicho esto, esta mejora de las expectativas queda inmediatamente ensombrecida cuando los expertos del FMI aseguran que existe "una extrema incertidumbre en torno a estas previsiones de crecimiento", ya que las consecuencias económicas de la pandemia "dependen de factores que interáctúan de manera difícil de predecir.
Concretamente, los autores del informe se refieren a factores como la evolución de la propia pandemia, a la intensidad y la eficacia de los esfuerzos de contención, el desarrollo de curas o vacunas, el alcance de las interrupciones de la actividad, los cambios en los patrones de gasto de los ciudadanos, sus cambios de comportamiento (como evitar centros comerciales o el uso de medios de transporte colectivos), el impacto en general en la confianza y la volatilidad de los precios de los productos básicos. Y a todos esto añaden lo que denominan "las repercusiones del dramático endurecimiento de las condiciones del mercado financiero mundial".
Así advierten de que muchos países se enfrentan a crisis internas de su economía y sus sistemas sanitarios, a la caída en picado de la demanda externa, de capital, flujo de inversiones y un posible colapso en los precios de los productos básicos. Y, además, alertan del predominio de unos riesgos a que la situación empeore. Por ello, consideran que "las políticas eficaces que puedan poner en marcha los países son esenciales para evitar peores resultados" de esta crisis.
Pero todo lo dicho hasta ahora empeoraría notablemente si la crisis sanitaria no terminara en el segundo semestre de este año, como baraja el FMI en su escenario base, sino que se prolongara hasta el 2021. En ese caso, el recorte del PIB mundial se elevaría al 6% este año y podría contraerse un 8% adicional en el próximo, con respecto al citado escenario.
El otro gran perjudicado del Gran confinamiento será el comercio mundial. Los datos son demoledores: el FMI prevé que el volumen de intercambio de bienes y servicios en todo el planeta caiga un 11% este año, casi 14 puntos porcentuales menos que su previsión de crecimiento del 2,9% hecha en enero pasado, antes de la irrupción de esta crisis sanitaria.
Nuevamente, las economías avanzadas se llevarán la peor parte, con caídas de las importaciones del -11,5% y de las exportaciones de casi un 13%. Mientras que el descenso en las importaciones de las economías emergentes será del -8,2% y en el caso del las exportaciones, del 9,6%.
Este freno en seco de gran parte del comercio internacional también podría producir una distorsión en los precios que, en este caso, afectará más, según el FMI, a las economías emergentes que a las avanzadas. Así prevén una contención de la inflación del 0,5% en los países más desarrollados, mientras que los Estados emergentes podrían sufrir un incremento de los precios de consumo del 4,5%. No obstante, en la línea que venían registrando hasta este año.
DUPLICAR LA TASA DE PARO
El impacto de la pandemia por Covid-19 en los mercados laborales reproducirá nuevamente los daños causados por anteriores crisis. Esto es, algunos países se verán mucho más perjudicados que otros. Aunque la tasa global de desempleo de la zona euro podría aumentar solo tres puntos, pasando del 7,6% al 10,4%, España volverá a estar entre los más sufridores, con un incremento de su tasa de paro de más de seis puntos, pasando del 14,1% de 2019 a casi un 21% este año por efecto de la crisis sanitaria. Pero habrá otros Estados, fundamentalmente los que también salieron peor parados tras 2008, como Grecia, que podría situarse a la cabeza del desempleo mundial, con una tasa de paro del 22,3%. Asimismo, el efecto del coronavirus duplicará, según el FMI, las tasas de países como Irlanda, que pasará de un 5% al 12,1%; Portugal, del 6,5% en 2019 al 12% este año; u Holanda, que pasará de un 3,4% al 6,5%.
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