4/23/2020

españa: la derecha y la "unidad nacional" post-mortem


España está de luto. El Covid-19 nos está robando la generación que construyó la España que hoy conocemos. Una generación que a pesar de sus diferencias políticas fue capaz de vencer una dictadura, unirse en una transición y construir un país en donde cualquier ideología puede ser defendida a través de la palabra y la no violencia en el Congreso de los Diputados, sede donde reside la soberanía nacional.



Un equipo de operarios de un tanatorio de Ciudad Real traslada el cadáver de una víctima de Covid-19. Oficialmente en España existen más de 20.000 fallecidos por culpa del Covid-19. Sin embargo, tanatorios, funerarias y colectivos de médicos aseguran que el número real de fallecidos es muy superior al declarado por el Gobierno.


Un operario de un tanatorio de Ciudad Real descarga furgones repletos de cadáveres víctimas de Covid-19 trasladados desde Madrid para ser incinerados. El colapso de los servicios funerarios en la Comunidad de Madrid, epicentro de la pandemia del Covid-19 en España, forzó a las autoridades a trasladar cientos de miles de fallecidos a otras comunidades de España para poder ser incinerados.

Hoy frente a la confrontación, la mentira y la censura, toca defender una memoria plural de lo sucedido que salvaguarde más que nunca la libertad, la pluralidad y la Constitución del 78. Una memoria en la que todos los españoles independientemente de su ideología puedan en democracia y en libertad aplaudir a toda esta generación que nos deja en silencio. Su ejemplo a la hora de superar los grandes retos a los que se enfrentaron ha de ser fuente de inspiración en nuestra hoja de ruta a la hora reconstruir España.


Un equipo de operarios de un tanatorio de Ciudad Real prepara el cadaver de una víctima de Covid-19 para ser incinerado.


Un equipo de operarios de un tanatorio de Ciudad Real introduce el cadáver de una víctima de Covid-19 para ser incinerado. El colapso de los servicios funerarios en la Comunidad de Madrid, epicentro de la pandemia del Covid-19 en España, forzó a las autoridades a trasladar cientos de miles de fallecidos a otras comunidades de España para poder ser incinerados.

Todos los que nos han dejado víctimas del Covid-19 son parte de nuestra historia y construyeron con su esfuerzo nuestra España constitucional, y por ello, su legado no puede ser recordado como una cifra, sino con nombre y apellidos. Recorrer cualquier cementerio de España en estos días es la viva imagen de la tristeza y el abandono más absoluto del luto a un ser querido. El virus no sólo nos roba a nuestros familiares y amigos sino que también la posibilidad de llorarles y despedirles como nos gustaría.


Una familia atiende al entierro de su familiar víctima de Covid-19 en un cementerio de la provincia de Ciudad Real. Las estrictas medidas de seguridad decretadas por el Gobierno de España para evitar la propagación de virus impiden que las familias puedan despedirse de sus seres queridos como les gustaría. Solo tres familiares por fallecido pueden estar presente en el entierro. Los operarios de los cementerios están obligados a trabajar con EPIs (equipos de protección individual) para evitar contagiarse del virus.

No existe consuelo que pueda calmar el dolor que nuestra sociedad vive en estos momentos pero sin embargo, sí que está en nuestras manos decidir cómo queremos recordarles. La rabia, la indignación, la tristeza que hoy vive España ha de ser el mayor incentivo para salvaguardar la memoria de todos ellos y que la historia les recuerde como la generación que a pesar de sus diferencias políticas fue capaz de vencer una dictadura, unirse en una transición y construir un país libre y democrático llamado España.

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