Un virus puede hacer infinidad de cosas pero una no: Cambiar el comportamiento faccioso de los sectores dominantes nacionales y multinacionales.— Artemio López (@Lupo55) March 23, 2020
No lo hará, habrá que seguir haciendo política nomás y ver cómo nos va en la feria, porque no hay garantías.
Las distribuidoras de energía eléctrica y gas lamentan que muchos clientes que tienen ingresos suficientes para cancelar las facturas igual no lo harán. Y advierten de inminente corte en la cadena de pagos.La decisión oficial de suspender los cortes de luz y gas aún ante el incumplimiento del pago puso en alerta a las empresas energéticas que prestan los servicios públicos de distribución de energía eléctrica y gas natural, aunque no les cayó de sorpresa.
Es que frente a una inminente baja de la actividad económica que disminuirá los ingresos en un mercado laboral con alta informalidad, el Gobierno publicará un DNU para asegurar la continuidad de estos servicios esenciales para quienes no puedan afrontar las boletas, en medio de la crisis por el COVID-19 (coronavirus).
La medida se asemeja a la que tomó la semana pasada el presidente de Francia, Emmanuel Macron, de suspender el cobro de alquileres, impuestos y tarifas mientras dure el vendaval, por lo que no era descabellado intuir que en Argentina se replicara ese espíritu.
Sin embargo, el decreto golpeará fuerte en las finanzas de estas firmas, que ahora lamentan por lo bajo la situación. Es que tanto distribuidoras eléctricas como gasíferas temen que la mayoría de sus clientes aproveche que no se les va a cortar el servicio para dejar de pagar, incluso si tuvieran los ingresos para cancelar las facturas.
Eso llevaría a un quiebre en la cadena de pagos, que en el sector eléctrico arrastra hacia arriba a la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa) y a las generadoras, con las transportistas con estrecha participación y el Tesoro Nacional en el medio, destinando subsidios para cubrir la porción del costo que no pagan los usuarios (cercana al 50% antes de esta crisis).
Las distribuidoras ya le deben más de $ 50.000 millones a Cammesa y esa cifra crecerá exponencialmente si se agrava la crisis, al tiempo que pierden ingresos por las menores ventas de energía.
Cammesa, a su vez, estirará los plazos de pago a las generadoras y requerirá más fondos del Estado. Hasta el viernes no habían completado la transferencia por diciembre, que venció en los primeros días de febrero.
En el sector del gas natural, a su vez, la cadena incluye a transportistas y petroleras, cuyos dueños son también accionistas de centrales eléctricas.
Ante la consulta de El Cronista, el presidente de una gasífera resumió: "El que tiene vocación de pagar lo hará y algunos vivos se sumarán. La responsabilidad social la ejercemos hasta que se pueda y esto va a perjudicar, pero hoy la prioridad es cuidar a nuestros trabajadores y garantizar el servicio. Luego discutiremos todo lo que corresponda".
"Esto va a ser malo porque nadie paga, ni los que pueden ni los que no. En algún momento el coronavirus pasará y ordenar toda la demanda será complicado. Demás está decir que dañan toda la cadena de pagos, y al mismo Estado inclusive. El 24% de las facturas en promedio son impuestos. Ergo, también el Estado deja de percibir", avisaron en otra distribuidora.
"Mejor hubiese sido proteger a los que tienen la Tarifa Social o ampliar el programa, pero mantener la cobrabilidad", sugirieron.
1 comentario:
si las empresas dicen que no se pueden hacer cargo no hay problema, que presenten quiebra y el estado las nacionaliza. listo el pollo
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