"Una de las tragedias de la izquierda boliviana es q siempre ignoró a los movimientos indígenas; pq en el fondo eran de izquierda los hijos de la oligarquía: arrastraban la mentalidad oligárquica, y no podían entender el lenguaje del indígena pq eso sería invertir el mundo.
A un joven de clase media que va a la universidad ¿Quién le cocina la comida? Una mujer indígena ¿Quién le lava la ropa? La mujer indígena. Cuando llega a la universidad ¿Quién está limpiando los baños? Un portero indígena.
Y que de pronto ese mundo tan natural de indígenas sirviendo en oficios devaluados, mal pagados, no valorados socialmente ... pensar que eso puede ser distinto, que ese indígena puede ser el que te mande, aún a la izquierda señorial le resultaba impensable.
Por eso la izquierda boliviana, lamentablemente, pese a sus esfuerzos y su lucha con el movimiento obrero, nunca abandonó esta mirada señorial de la vida, que es una mirada colonial de las cosas. No en vano el movimiento indígena tiene que emerger diciendo: ni Jesús ni Marx.
Es entendible, porque quienes levantaban la bandera de Marx en los años 50 60, 70 lo hacían despreciando al indio e imaginando una revolución de obreros, casi barbudos, parecidos a los rusos. Pero no se imaginaban ni a los obreros Aymara, ni a los Quechuas".
Álvaro García Linera.
2 comentarios:
Es una buena observación, y es una advertencia útil para nosotros. La izquierda boliviana no nació en la universidad, como el trosquismo argentino: nació en los sindicatos (en el caso de ellos, los sindicatos mineros), igual que el PS argentino y luego el peronismo.
Pero los líderes sindicales del PS fueron reemplazados en la dirigencia por los brillantes izquierdistas universitarios, que se alejaron de sus bases y terminaron por ser reemplazados a su vez por dirigentes que de brillantes no tenían nada, pero sí de universitarios, y de miradas clasistas como las que denuncia García Linera.
Y cuando los dirigentes sindicales peronistas fueron reemplazados, primero por brillantes estudiosos y luego por burócratas de estilo menemista, el peronismo estuvo a punto de ahogarse en su propia intrascendencia. Desde principios de este siglo surgió una nueva generación de dirigentes universitarios -en realidad, una nueva camada formada por dos nuevas generaciones- que hicieron un poco de lugar a movimientos de base. La disyuntiva del peronismo hoy es si se va a correr hacia los jóvenes brillantes que luego den lugar a burócratas neoliberales; o si, por el contrario, va a recostarse más en los dirigentes de base -estética y discursivamente torpes- de barrios, de desocupados y también sindicales, para acercarse más a la gente de laburo que forma la base del peronismo.
Es que sin el Instituto Patria no habrá un peronismo eficaz, pero sin el Movimiento Evita y sus similares, el peronismo dejará definitivamente de ser peronismo y se convertirá en el PS del siglo XXI.
Estoy muy de acuerdo, pero, por favor, ¿dónde obtuvo el texto?
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