En marzo de 2002, yo trabajaba en la @PPNArg . Me ocupaba de visitar una vez por semana el Complejo Penitenciario Federal I de Ezeiza, y entrevistar a los presos que así lo solicitaran. Empecé a interesarme en los jóvenes adultos (18 a 21), que me parecían los más desprotegidos.— Claudia Cesaroni (@CCesaroni) 4 de julio de 2019
Por Claudia Cesaroni
Un día llamó a la Procuración @luisvitette y me dijo "Claudia, acá hay un chico que quiere hablar con vos, dice que está mal condenado". Y me pasó con Lucas Matías Mendoza. Lucas había llegado poco tiempo antes al módulo III, donde estaba alojado Marito, y le contó su situación.
Lucas me contó algo que yo desconocía: que había sido condenado a prisión perpetua por delitos que había cometido a los 16 años. "Me parece que me condenaron mal, señora", me dijo. Prometí ir a verlo la semana siguiente.
Así fue. Me acompañó Mariano, un pasante estudiante de derecho que trabajaba con nosotrxs, asesorxs abogadxs del Procurador Penitenciario. Entrevistamos a Lucas y a Claudio David Núñez, que también había sido condenado a prisión perpetua por delitos cometidos a los 17 años.
Volvimos a la Procuración conmocionados. No sabíamos que esa brutalidad se había cometido en nuestro país. Comencé a estudiar el tema, busqué información, investigué, pregunté. Me comuniqué con la entonces Defensora ante la Corte, Stella Maris Martínez, q conocía de una maestría.
En pocos días logramos que los casos de Lucas, de Claudio, y de César Mendoza llegaran a la @CIDH . Parecían casos perdidos, porque ya se habían cumplido los plazos de presentación, pero meses después @fergaspe1973 presentó el caso de Ricardo David Videla Fernández, y lo logramos
Pasaron muchos años, en el medio Ricardo Videla apareció colgado en una celd de castigo de la Penitenciaría de Mendoza. Tenía 20 años, lo habíamos visto con @fergaspe1973 una semana antes, y el día en que me enteré fue uno de los más tristes de mi vida.
Eso fue el 21 de junio de 2005. En diciembre de 2007 Lucas y Claudio fueron brutalmente torturados. Mientras tanto, en la @CIDH seguían los casos recorriendo oficinas. Hubo audiencias en Washington, intentos de solución amistosa con el Estado... y los pibes seguían presos.
Mientras eso sucedía, en la Argentina se seguían aplicando penas brutales. El 16 de junio de 2010, el Tribunal Oral de Menores Nº 3 impuso 34 años de cárcel a VHV, por delitos cometidos a los 17. Para ese entonces, Ricardo estaba muerto, Lucas y Claudio torturados.
En junio de 2011, el caso fue elevado desde la @CIDH a la @CorteIDH , que dictó sentencia condenatoria contra la Argentina el 14 de mayo de 2013. La condena de VHV había quedado firme.
Lucas, Claudio y César salieron en libertad, pero el Estado incumplió las reparaciones que ordenó la @CorteIDH. Esos jóvenes habían estado 15 años presos, desde sus 16 y 17. Salieron a la nada. Lucas volvió a la cárcel. Claudio se suicidó hace poco más de un año. César, no sé.
En marzo de este año, vía fb, me enteré del caso de VHV, condenado a 34 años, a los 17. Dos vidas, ahí tienen: dos vidas de cárcel, de encierro, de alejamiento (está en Resistencia, Chaco, en una unidad de máxima seguridad). Cómo era posible que esa condena se hubiera impuesto?
Nos pusimos a trabajar con @lernergabriel : fuimos al juzgado de Ejecución de Víctor, donde ni sabían que había sido condenado "como menor", pedimos a la Cámara Nacional de Casación Penal que revisara la condena, nos dijeron que no, así que recurrimos ese no.
Preparamos un Recurso Extraordinario Federal, para intentar que la Corte Suprema de Justicia de la Nación se avoque al tema. El tema es un adolescente pobre condenado a pasar dos vidas en la cárcel. Es inhumano, es brutal, es ilegal. No está bien. No sirve.
Lo presentaremos mañana. Después habrá que esperar. En el medio seguimos pensando qué cosas hacer, porque no queremos que le pase como les pasó con aquellos jóvenes condenados a perpetua, que mientras sus casos se discutían, morían, eran torturados, sufrían día a día.
Yo creo que es un escándalo que un país que se dice democrático aplique a sus adolescentes penas que NINGÚN otro país del mundo, salvo EEUU, aplica a los suyos. NINGUNO. Es una bestialidad. Ojalá podamos repararla, y ojalá podamos hacerlo antes de que sea tarde en la vida de VHV.
Quizá, si le interesara a más personas, si se difundiera más este caso y otros similares, podríamos hacerlo.
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