El intendente de Villa María, reelecto el domingo con el 55%, dijo que la mayoría de los jefes comunales del PJ cordobés apoyarán a la fórmula K.
El peronismo de Córdoba está empezando a concretar un movimiento que empezó a vislumbrarse semanas atrás cuando Juan Schiaretti no terminaba de definir su estrategia. Esto es el apoyo de los jefes territoriales a la fórmula de Alberto Fernández y Cristina Kirchner, a pesar de que el gobernador rechazó de plano esa vía y mantiene un juego sinuoso con el macrismo.
El apoyo territorial del PJ cordobés a los Fernández está liderado por el flamante jefe del bloque de senadores peronistas, Carlos Caserio, y el intendente de Villa María, Martín Gill, que el domingo fue reelecto con el 55 por ciento de los votos, un porcentaje inédito que lo posiciona como una de las figuras para la renovación del peronismo local.
Como contó LPO, Caserio confirmó que trabajará por la candidatura de Alberto durante la conferencia de prensa posterior a la reunión donde sus pares lo ungieron como el nuevo jefe del bloque, en reemplazo del ahora macrista Miguel Pichetto. "Personalmente trabajaré para la fórmula de Alberto Fernández pero apoyando a los legisladores de Córdoba y tratando que nuestros compañeros voten a nivel nacional", ratificó.
Caserio es un histórico operador del peronismo cordobés, más cercano al fallecido José Manuel de la Sota que a Juan Schiaretti. Como el actual gobernador, tampoco tiene buen vínculo con Cristina aunque sí con Alberto, con quien tiene un diálogo fluido y lo respaldó para que quede al frente del bloque. La contrapartida será acercarle intendentes cordobeses que lo apoyen en octubre.
En la misma línea se ubica Gill, un ex funcionario de Cristina Kirchner que llegó a la intendencia de Villa María en 2015 y abrazó la causa de Schiaretti. Fortalecido por la reelección en la tercera ciudad de la provincia, Gill anunció que trabajará por la fórmula de los Fernández y estimó que la mayoría de sus pares hará lo mismo.
"Estoy dentro de la estructura del peronismo de Córdoba que lidera Juan Schiaretti, quien marcó una estrategia clara: apoyar activamente la lista de candidatos a diputados de nuestro partido y libertad de acción para respaldar cualquier fórmula presidencial. En ese sentido, yo apoyaré a la candidatura de Alberto Fernández", afirmó Gill al diario La Voz.
Hasta diciembre, Gill es uno de los dos intendentes más importantes del peronismo en términos territoriales junto a Juan Manuel Llamosas, un schiarettista puro que gobierna Río Cuarto la segunda ciudad de la provincia. En diciembre se sumará Martín Llaryora que gobernará la capital. Ninguno de los dos hasta ahora se ha desmarcado públicamente de la estrategia de Schiaretti.
"Para la mayoría de los dirigentes peronistas, Macri es un límite. No sé si no supo o no pudo, pero el Presidente no cumplió ninguna de sus promesas, y la gente está mal. En ese sentido, cada uno tendrá su estrategia local, porque no todas las situaciones son iguales, pero no tengo dudas de que habrá un amplio respaldo para la fórmula que encabeza Alberto Fernández", agregó el intendente.
Al respecto, en Córdoba estiman que al menos 100 de los 282 peronistas que gobiernan comunas y municipios de la provincia trabajarán para la candidatura de Alberto. Muchos de ellos ya tuvieron contactos con los operadores del kirchnerismo nacional. Todo por fuera de la estructura formal de Unidad Ciudadana en la provincia.
Schiaretti ya estaba advertido desde hace semanas de que importantes grupos del peronismo cordobés apoyarían a Fernández y sus coqueteos en el armado de Alternativa Federal habían generado fastidio. Es por eso que el gobernador se terminó inclinando por la boleta corta y dio libertad de acción para la elección presidencial. Sin embargo, esta misma semana recibió a Pichetto en lo que fue interpretado como un gesto a Macri.
Como contó LPO, en sectores del PJ cordobés había preocupación porque la provincia volvía a quedar aislada cuando la mayoría de los gobernadores se movió hacia el kirchnerismo. "Una cosa es quedarse afuera del peronismo cuando está dividido, y otra cosa es quedarnos afuera con el peronismo unido", decían.
En Córdoba estiman que al menos 100 de los 282 peronistas que gobiernan comunas y municipios de la provincia trabajarán para la candidatura de Alberto. Muchos de ellos ya tuvieron contactos con los operadores del kirchnerismo nacional
Más allá del apoyo a la fórmula kirchnerista, Gill advirtió que no puede suceder lo mismo que en el último mandato de Cristina. "No podemos volver y hacer lo mismo que antes. Hubo logros en la gestión anterior y también errores. Hay que remarcar la capacidad de diálogo que tiene Alberto Fernández. También hay que escuchar a los peronistas que hicieron advertencias y no fueron escuchados, como Sergio Massa y Felipe Solá, por ejemplo", remarcó. Además, recordó el "error" de cortar el diálogo con el peronismo cordobés, aunque confió en que el ex jefe de gabinete no lo repetirá.
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