3/20/2019

the end : opening sequence



Los precios mayoristas se aceleraron y la expectativa inflacionaria superó el 40%

El IPIM fue al alza por el tarifazo: 3,4% en febrero




por Mariano Cuparo Ortiz

Los números de febrero fueron muy malos para la inflación observada y para marzo no se esperan mejoras. El IPC del Indec había marcado una suba de 3,8% y ayer publicó un 3,4% para los mayoristas, lo que implicó una aceleración importante tras el 0,6% de enero. La brecha de largo plazo que hay entre los minoristas, que subieron 51,3% interanual, y los mayoristas, que subieron 64,5%, promete que los precios minoristas seguirán en intensa alza.



Hasta acá, el apretón monetario no logró domar a la dispersión de precios observada; tampoco a las expectativas a futuro. Según la UTDT, la esperada por la población ya trepó por encima del 40%. Según la encuesta que realiza todos los meses a nivel nacional, las expectativas subieron 3,9 puntos para los próximos 12 meses y así la inflación esperada en la calle ya trepó hasta el 40,8%, en una dinámica de deterioro muy similar a la que ven los economistas, que también están corrigiendo al alza sus proyecciones.

Por el lado de la dinámica de precios ya observada, tal como explicó el presidente del BCRA, Guido Sandleris, en febrero jugó "la recomposición de márgenes. Un indicio de este fenómeno es la diferencia que hubo entre la inflación mayorista (0,5%) y la inflación núcleo (3,2%) en enero". En febrero volvieron a dominar los minoristas pero en la interanual los mayoristas siguen muy por encima y las empresas buscan recomponer. A eso hay que sumarle las tandas de tarifazos que faltan. Y lo que ocurra con el dólar.








El director de Ecolatina, Lorenzo Sigaut Gravina, ya adelantó algunos números de marzo: "Los mayoristas fueron impulsados por el alza de la energía eléctrica, que trepó 20%, y los productos agropecuarios 7%. Esto le pone presión a la inflación de marzo que arrancó con el pie izquierdo: el IPC GBA Ecolatina trepó 3,8% en la primera quincena".

Así, también hay efecto en las expectativas. La cuestión es clave. Como afirma el autor alemán Jens Beckert, en lo económico en particular, y en lo social en general, lo que reina es la incertidumbre. Nadie puede afirmar a ciencia cierta qué es lo que va a ocurrir hacia adelante. En ese contexto, la búsqueda de los distintos actores es influir en las expectativas de los demás.

La dinámica alcista esperada por los economistas y por la población en general muestra las dificultades del Gobierno para dominar en ese campo. El programa monetario comenzó a mostrar una desaceleración importante de la emisión ya hacia julio y en octubre se intensificó. En ocho y seis meses, en cambio, tanto los IPC como las encuestas muestran aceleración por el lado de los precios.

Un clásico

Tal como publicó BAE Negocios, los economistas también están desempolvando sus proyecciones más pesimistas. Arrancaron por debajo de 30% pero tras el alza del dólar y los flojos números de febrero, comenzaron a corregir.

Otro clásico




En ese sentido, la directora de CERX, Victoria Giarrizo, ya le ve piso de 40%; para el economista Mariano Kestelboim estará más cerca de 40% que de 35%; la consultora LCG pasó de esperar 31,9% a 35,4% y ACM una de 36,9%; otros como el consultor Hernán Hirsch y PxQ continúan con escenarios base de 35% pero explicitan sus proyecciones de 40% como piso en caso de que el dólar sufra otro evento disruptivo.

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