6/20/2018

gobierna el ajuste: el gobierno está transitando un período de licuación de poder político

EXCLUSIVO EL INTRANSIGENTE

"El reordenamiento del Gabinete es una medida cosmética"


El analista político Artemio López razonó sobre los cambios en el equipo de Cambiemos. 'El Presidente en realidad es un comentarista de un rumbo económico que fijan otros', señaló
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El consultor y analista político Artemio López habló con El Intransigente sobre los recientes cambios en el Gabinete y en el equipo económico del Gobierno. "Creo que lo que hay acá es una dilución del poder político en marcha", razonó al tiempo que señaló que "a la quita de herramientas económicas que impone la condicionalidad del Fondo Monetario Internacional" se suma "la quita de herramientas políticas".

"El reordenamiento del Gabinete, en realidad, es una medida cosmética, cuyo efecto, en términos de cambio de estrategias y de rumbo socioeconómico va a ser nulo, para dar la sensación de bisagra y de recomienzo de un proyecto que había llegado a un punto muy crítico, cuando tuvieron que pedir a las apuradas el rescate al FMI", indicó López al tiempo que subrayó que "el Gobierno está transitando un período de licuación de poder político y soberano, que va a obligar a que los acompañen los más (...) vinculados casi personalmente a la figura del Presidente". "Nada nuevo es esperable y nada bueno, dado el rumbo socioeconómico que tiene el actual proceso", lanzó.

El sábado por la noche se supo que Juan José Aranguren y Francisco Cabrera abandonarían sus titularidades en los ministerios de Energía y Producción, respectivamente. Mauricio Macri designó como nuevo Ministro de Energía a Javier Iguacel y Dante Sica va a Producción. Este último no pertenece al círculo más cercano del Jefe de Estado. ¿Se puede esperar algún cambio de rumbo en dicha cartera? "No, yo creo que Sica y aquellos que vienen de otro lado, en realidad, tienen la función de darle alguna orientación o alguna perspectiva cosmética para un cambio de rumbo que finalmente que no se va a producir", respondió Artemio López.

"No se va a producir (un cambio de rumbo) no porque el Presidente quiera o no, sino porque el tipo de rescate que estableció el FMI y la perspectiva que establece para con el conjunto de las economías que dice colaborar, ayudar, es una sola. Siempre es anti-productivista, siempre implica un desmantelamiento de la estructura industrial, porque van por el déficit y se sabe que la economía argentina requiere el uso importante de divisas para poder funcionar. No hay que esperar nada nuevo ahí, sino la profundización de un rumbo que ya había iniciado, por otra parte, -hay que decirlo- Mauricio Macri en diciembre del 2015".

Siguiendo esta línea, añadió: "Creo que esta es la etapa de mayor ortodoxia y estrechamiento en las políticas del Gobierno con respecto, fundamentalmente, a la distribución de ingresos y a los sectores populares". Acto seguido, sostuvo que "hay cierta desesperación en las maniobras últimas del Gobierno". "Haber puesto al hombre de confianza, Luis Caputo, al frente del Banco Central es como un intento medio desesperado", enfatizó.

Al ser consultado sobre el desplazamiento de Aranguren luego de que Macri lo defendiera a pesar de haber sido fuertemente cuestionado, López dijo: "Es lo que yo decía, la decisión presidencial ha sido licuada. El problema de esos planes, cuando usted condiciona las políticas socioeconómicas tan abiertamente a organismos internacionales y, en particular, al Fondo Monetario Internacional es que primero van por las herramientas económicas y luego van por las herramientas de poder político (...) El Presidente en realidad es un comentarista de un rumbo económico que fijan otros. Cada vez habla más desde la tribuna, como un espectador más de un rumbo que él no maneja, evidentemente. Ni siquiera maneja a los ministros a los cuales depositó su confianza".

¿Los cambios en el Gabinete fueron pedidos por el FMI? "No sé si le pidió nombres, pero sí rumbos. Eso mismo le quita volumen a la decisión presidencial. La centralidad que tienen otras figuras, en el caso del ministro (de Hacienda y Finanzas Nicolás) Dujovne es evidente. No lo tiene por perfil técnico sino porque, efectivamente, es la bisagra que hay entre la política doméstica y las exigencias del Fondo. Eso es así, ha ganado protagonismo el ministro más impensado, porque es el que lleva adelante, de alguna manera, el vínculo orgánico entre las decisiones del organismo internacional y del Gobierno nacional. Por eso la centralidad de Dujovne (...) El Gobierno está reorientándose, reformateando su aspecto en función de las decisiones políticas socioeconómicas, que ya no son propias. Cada vez va a tener menos posibilidad".

Cabe señalar que el oficialismo anunció que pasarían del gradualismo al ajuste. ¿Qué más puede llegar a suceder? "Eso...plantear salarios 15 puntos a la baja con respecto a la inflación, despidos estatales, restricción del poder adquisitivo de jubilaciones y pensiones, eso seguramente los va a implementar, desde ya. Suspensión de la obra pública (...) Es lo que siempre vivimos con la profundización de este tipo de proyecto. El único ministro que no puede cambiar acá es el de Seguridad. Como viene esto, lo que se va a requerir es cada vez más centralidad del Ministro de Seguridad. Es evidente que esto es muy difícil administrarlo socialmente", razonó.

Para cerrar, Artemio López indicó: "Más allá de la opinión que uno tenga del Gobierno, plantearles a los trabajadores un horizonte de 10, 15 puntos de pérdida del poder adquisitivo formal (...) hay que imaginarse el impacto que va a tener en términos socioeconómicos. Eso, evidentemente, va a generar un horizonte bastante complejo. Estas políticas son así".


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