3/17/2018

el peronismo construye la nueva unidad



COLUMNISTAS 

SOBRE LA OPOSICION


Hay 2019

Por Artemio López


Encuentro. Martín Sabbatella junto a Jorge Capitanich en la reunión de San Luis.


Encuentro. Martín Sabbatella junto a Jorge Capitanich en la reunión de San Luis. Foto:cedoc perfil
Con las figuras del gobernador Alberto Rodríguez Saá y el intendente Jorge Capitanich como referencia, y el respaldo explícito de Cristina Kirchner, en estos momentos transcurre la segunda jornada del encuentro de la militancia en La Pedrera, San Luis.
Prácticamente con una autoconvocatoria el peronismo comienza su tránsito a las elecciones del año venidero bajo la certera consigna “hay 2019”, que da por tierra con los intentos de dirigencias que, sin pertenecer al oficialismo formalmente, en realidad le eran funcionales al dar por cerrado el próximo capítulo electoral tratando de instalar al interior mismo del peronismo la idea de que “hay Macri hasta 2023”, definiendo una estrategia de colaboración abierta con el gobierno neoliberal que no es compatible con el lugar de oposición que el 49% de la ciudadanía construyó con su voto en 2015.

Hay entonces dos miradas incompatibles que se juegan al interior del peronismo: ser oposición frontal al neoliberalismo o darles acompañamiento explícito a sus políticas medulares

Era de esperar. Las rupturas de los bloques parlamentarios del FpV a nivel nacional y bonaerense ya mostraban que el tipo de unidad histórica –social y política– que plantearon Néstor y Cristina está crujiendo. Sucede. No son todos los que están, ni están todos los que son.

Los procesos políticos llevan a eso. Todo lo que se consolida en un momento histórico y se construye como unidad social y política con el tiempo cambia, muta, agrega, quita. Domina finalmente Marx, y todo lo sólido se desvanece en el aire

Pasó siempre en el peronismo: el tipo de unidad que planteó Juan Perón a mediados del siglo pasado no fue el mismo que el de los años 70, y ese tipo de unidad setentista estalló en el año 1974 y no fue el mismo que se materializó con Menem en la primera etapa de 1989-1995, que a su vez se transformó a partir del año 1995 y no replicó el tipo de unidad política y social del año 1989.

Nos referimos al tipo de unidad social y política que acompaña a un proceso político y le da sostén, anclaje. En esta perspectiva, es muy probable que el tipo de unidad social y política que planteó Néstor Kirchner y profundizó Cristina Fernández en el lapso 2003-2015 comience a mutar y cambie en otra perspectiva en esta etapa de oposición al neoliberalismo coaligado PRO-FR.

En esta dirección de análisis, recordemos que el peronismo les debe literalmente “la vida” a Néstor y Cristina. Por eso mismo, dan pena los llamados “peronistas no kirchneristas” que cacarean “peronismo puro” y corren (¿a quién?) con “la doctrina”, ignorando o negando que si en el año 2003 no hubiera aparecido Néstor Kirchner, el peronismo hubiera estallado en mil pedazos.

Era en la práctica una federación de partidos que no tenía unidad orgánica posible; de hecho, se presentó a elecciones en abril del año 2003 dividido en tres listas irreconciliables: menemismo, kirchnerismo y peronismo histórico.

Tras el triunfo del año 2003, bajo la hegemonía kirchnerista, se dio un tipo de unidad histórica distinta a la que lograra Menem en 1989, que posibilitó el desembarco neoliberal al interior del peronismo.

Bajo la conducción de Néstor y Cristina Kirchner, por el contrario, se interrumpió el ciclo neoliberal que predominara casi sin interrupciones –con excepción del momento de Bernardo Grinspun al mando del Ministerio de Economía– desde el año 1976 y el peronismo entonces retomó sus banderas bautismales de inclusión, ascenso social y ampliación de derechos extraviadas tras la muerte de Perón y el despliegue del menemato.

Nuevamente ahora, tras la derrota electoral del año 2015 por mínima diferencia, el peronismo se prepara para desplegar un nuevo tipo de Unidad Histórica capaz de oponerse de manera frontal política, social y electoralmente a esta nueva fase de neoliberalismo, socialmente la más cruel desde la recuperación democrática, y el encuentro de La Pedrera es el primer gran paso en esa dirección de los seguramente muchos que sobrevendrán,

Hay oposición, #hay2019.

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