Desde el comienzo del régimen macrista, la Argentina se endeudó en 132.969 millones de dólares. De ese total, el Gobierno Nacional emitió 108.173 millones (76.032 millones en moneda extranjera), los Gobiernos Provincialess U$S 12.336 millones y las empresas privadas U$S 12.459 millones.
De los 132 millones, se fugaron 82, o sea un 62% de los dólares que ingresaron volvieron a salir al exterior (una parte importante luego de valorizarse vía la bicicleta financiera). Los datos surgen del relevamiento que llevó adelante el Observatorio de la Deuda Externa de la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (ODE-UMET), publicado en el diario Página 12.
La Argentina gobernada por Macri se convirtió de esta forma en el país número 1 como mayor emisor de deuda soberana, en comparación con sus otros países emergentes en lo que hace a emisiones de deuda en moneda extranjera. Con 59.138 millones de dólares, el país supera en un 97,1 por ciento al segundo mayor emisor, Arabia Saudita (30.000 millones de dólares), y en un 195 por ciento al tercer mayor emisor, Indonesia (20.049 millones de dólares).
La emisión descontrolada de deuda externa es la única política que tiene el Gobierno para sostener mínimamente el funcionamiento de la economía luego de eliminar retenciones y otros impuestos a los más ricos. Es también la única forma de darte sustentabilidad a mediano plazo a su proyecto político, a costa de las siguientes generaciones que tendrán que pagar este descalabro.
Sin embargo, el costo anual del endeudamiento aumenta de manera alarmante, por lo que el pago de intereses y capital obliga al gobierno a seguir ajustando la inversión pública en materia social, salud y educación para hacer frente a los compromisos internacionales con la banca extranjera. El informe de UMET destaca que este año los vencimientos de capital e intereses en pesos y dólares que deberán pagarse o refinanciarse suman 38.631 millones de dólares (un 6,6 por ciento del PIB) y para 2019 la cifra llegará al menos a 42.888 millones (un 7 por ciento del PIB). Una bomba de tiempo que terminará indefectiblemente en un nuevo default de deuda.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario