11/23/2017

crónica de un rescate proyectado



Pablo Riffo

La noche del martes y la madrugada del miércoles se vieron desdibujada entre rumores y desmentidas de última hora. El anuncio de Radio Mitre sobre la aparición de una mancha calórica que presumiblemente sería el ARA San Juan desveló entre curiosos y ansiosos a quienes están rogando por que el submarino, junto a sus 44 tripulantes, regresen a salvo.

Comodoro Rivadavia – Desde el lunes la ciudad de Comodoro Rivadavia está afectada a las tareas de rescate como centro logístico estratégico. El puerto de la ciudad, recientemente ampliado, cumplía con las condiciones necesarias para ser utilizado como base para el despliegue del protocolo internacional de rescate coordinado por la Oficina Internacional de Escape y Rescate de Submarinos (más conocida como ISMERLO por sus siglas en inglés).

Los primeros movimientos se dieron el pasado lunes con el arribo al puerto de Comodoro Rivadavia de los remolcadores Skandi Patagonia y Sophie Siem, en concordancia con los distintos aviones que iban aterrizando en el aeropuerto local con el escudo de las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos.

Para la tarde del martes, el Skandi Patagonia -el remolcador supply más grande- partía con destino incierto hacia el encuentro con el ARA San Juan. El buque no requirió ningún tipo de modificación. Su amplitud y su helipuerto lo convirtieron en uno de los ideales para el requerimiento de los rescatistas que trabajan a contra reloj. Los días de oxígeno se acortan y es indispensable contar con un equipo de rescate -por lo menos- en aguas más profundas.

Los problemas se presentaron con el Sophie Siem que, si bien poseía características adecuadas, no era útil para llevar el mini submarino no tripulado que pretende llevar hacia el lugar donde se pueda localizar el ARA San Juan. Desde las últimas horas del martes y hasta el momento se trabaja para modificar parte de la cubierta y la popa. “Este trabajo es de astillero” se podía escuchar en el puerto de Comodoro Rivadavia mientras se veía cómo se intentaban acomodar los distintos elementos en el buque.
Una tercera embarcación se sumaba también a última hora del martes a las tareas de rescate, pero fue rápidamente descartada por no cumplir con los requerimientos de los especialistas norteamericanos. Se trata del remolcador El Maitén, perteneciente a la naviera Antares que presta servicios para la petrolera Termap en la costa santacruceña, de donde fue requerido. Su finalidad habría sido de una suerte de alojamiento para los reclutas que trabajan en las tareas de rescate. El miércoles al medio día ya se sabía que su destino era quedarse fuera del operativo.

Mientras tanto, el Hospital de Comodoro Rivadavia anunciaba la suspensión de todas las cirugías de baja complejidad además de la derivación de todos los internados de terapia intensiva hacia distintas clínicas privadas. Algo previsto en el protocolo que generó revuelo tras conocerse la materialización del hecho.

Un final de martes con datos cruzados, el operativo del Hospital, la presencia de buques alrededor de la zona que rodea al Golfo San Jorge y la versión pre confirmada (si es que periodísticamente existe algo así), de Radio Mitre sobre la mancha calórica, derivó en un combo ideal para ansiosos y desesperados.
De todo esto no se enteró nadie en el Puerto de Comodoro Rivadavia, donde las tareas continuaron sin inconvenientes durante toda la noche. El miércoles llegaría además con el arribo de otro remolcador, el ARA Puerto Argentino, con unos 83 metros de eslora, disponiéndose a acoplarse a las tareas de rescate que lleva adelante el Skandi Patagonia. El mismo fue abastecido el día de hoy con distintos insumos y partiría el jueves mar adentro.

Nuevos indicios

Después de algunas horas de espera por demás de lo acostumbrado, habló el vocero de la Armada, Enrique Balbi quien hizo hincapié en un nuevo indicio. Confirmó que ya está en el área de operaciones el buque Cabo de Hornos y el Skandi Patagonia estaría llegando al lugar.

“Los últimos indicios fueron descartados”, aseguró Balbi, “hoy también recibimos un indicio que estamos corroborando. Fue recibido el día de la fecha a requerimiento de la Armada”.

“Recibimos un indicio oficial que corresponde al miércoles 15 a la mañana. Concretamente ese indicio responde a una anomalía hidro acústica cerca de la última posición conocida” explicó Balbi, unas 30 millas al norte camino a Mar del Plata.

El indicio como tal debe ser corroborado; Balbi informó que se están desplegando buques que llegarían en la noche del miércoles, además de que un P8 instalaría sono boyas. “Es un ruido, no vamos a hacer conjeturas” sentenció Balbi, sin mayor detalle. “Lo vamos a chequear, creo que hoy a la noche y mañana a la mañana podemos confirmar este indicio” (por la noche del miércoles o la mañana del jueves).

Las horas son críticas y las palabras son poco claras. En los grupos de WhatsApp las teorías corren de un lado a otro mientras el tiempo avanza y resta un oxígeno idealizado de un panorama alentador.

Mientras, el puerto de Comodoro Rivadavia mantiene su ritmo, nada ha alterado los planes que hasta ahora se vienen desarrollando en el lugar.

No hay comentarios.: