9/25/2017

presupuesto 2018 : el año de menor gasto social (neto de jubilaciones y pensiones) en la última década


 Compartimos la nueva infografía realizada desde el Observatorio de Políticas Públicas-MPE de la Universidad Nacional de Avellaneda (UNDAV).

Según el presupuesto, el déficit gemelo para 2018 será 2,4 puntos porcentuales mayor al del año 2015.

Como cada septiembre, el Poder Ejecutivo hizo entrega del Proyecto de Ley de Presupuesto para el año próximo. Tanto en el articulado, como en el mensaje y los anexos se confirma la orientación económica que la actual gestión viene manteniendo en los dos primeros años de mandato. La misma, se caracteriza por imprimir un fuerte énfasis a la inversión, para la cual se proyecta un crecimiento del 12%. Este año tiene la particularidad de que tal crecimiento se prevé alcanzarlo a partir de una participación más vigorosa de los contratos de asociación público-privados. Independientemente de lo ambiciosa de esta meta de mejora en la inversión real, más el pronóstico de crecimiento del PIB un 3,5%, el presupuesto expone los riesgos de un modelo con problemas de insustentabilidad.

Para poner en contexto, el presente material examina en detalle el Proyecto de Ley de Presupuesto 2018, en relación a las proyecciones macroeconómicas previstas, así como en la comparación con presupuestos anteriores. En particular, ponemos foco en la balanza comercial, el resultado fiscal y los rubros concernientes a la inversión social. Los principales resultados cuantitativos del análisis desarrollado, se resumen a continuación:
· Para 2018 se espera que se mantengan los déficits gemelos (fiscal y cuenta corriente/comercial). En números, la adición entre ambos aún se posiciona 2,4 puntos porcentuales por encima de aquel del año 2015.

· Esto ocurre en base a una tenue trayectoria declinante del déficit fiscal de a un punto del PIB por año, pero con un aumento sostenido del déficit comercial, el cual se pronostica en 2,3 puntos del PIB para el año venidero.

· Por tanto, el endeudamiento es la principal variable de cierre del sistema. Según los números expuestos recientemente, el crecimiento neto de la deuda pública trepará a U$S100.000 millones, con el consolidado 2018. Esto también se trasluce en el pago de intereses, que aumentarán un 10,3% (netos de inflación) el año próximo.

· Pero si la reducción prevista para el gasto público no proviene del pago de intereses, se debe a que el recorte se centrará en programas de inversión pública, así como se profundizará la quita de subsidios a los servicios públicos.

· Así, los ministerios típicamente encargados de apuntalar la demanda agregada, muestran un deterioro en su pauta presupuestaria: Producción presenta una caída real del 18,75%, mientras que Transporte disminuye a un ritmo del 19% y Energía y Minería cae por sobre el 30% real.

· Este último resultado se debe al principal factor de ajuste en el año venidero: otro paso hacia la liberalización del esquema tarifario, signado por una nueva quita de subsidios, transversal a todos los sectores económicos.

· Pero los anunciados aumentos de servicios no son lo único que se va a reducir. Indagando en detalle en el presupuesto se encuentran otros vectores de ajuste.

· Por ejemplo, de las metas de gestión en desarrollo social se desprende la eliminación de 60.000 pensiones por invalidez y 12.000 pensiones a madres de más de 7 hijos.

· Asimismo, en la órbita del Ministerio de Salud, mientras en 2017 se esperaban reducir la asistencia nutricional a niños, por medio de leche fortificada, en un 27%, así como se espera reducir en casi 100.000 unidades la entrega de medicamentos a madres de niños para atención primaria.

· Con todo, 2018 proyecta ser el año de menor gasto social (neto de jubilaciones y pensiones) en la última década

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