ccr: del "grupo improvisado" al "más importante de américa" ...

Creedence: una banda a la altura de The Beatles o de The Doors

Por Javier García Java

Todos hablan, escriben, elogian, publican y conmemoran efemérides de The Beatles, Doors y Rolling Stones, pero olvidan a un grupazo de rock de El Cerrito, California, que también formó parte de los grandes y trascendió escribiendo su propia historia. Me refiero a Creedence Clearwater Revival, un cuarteto que merece, porque es justo y necesario, ser reivindicado.

Su grandeza llegó tan alto que, hasta nuestros días, sus “rolas” siguen escuchándose aquí, allá y en cualquier parte, a toda hora y en cualquier instante; una prueba de ello es que poco antes de morir, nuestro admirado Juan Gabriel en una de esas raras ocasiones que interpretó covers grabó su versión de ¿Has visto alguna vez la lluvia? (Have you ever seen the rain?), sin duda una de las piezas más pegajosas, románticas, bellas y exitosas de CCR.

Integrado por los hermanos John Fogerty, compositor, vocalista y guitarrista principal; Tom Fogerty, guitarra armónica; Stu Cook en el bajo y Doug Clifford en la batería, esta súper banda estadounidense está considerada una de las mejores en la historia del rock y su legado musical consiste en una verdadera colección de hits que sus fans atesoran celosamente, apasionados, fervorosos y ensimismados escuchando títulos como Proud Mary, On the corner, Green river, Bad moon rising, Whol’s stop the rain, Molina, la ya mencionada Have you ever seen the rain, la poco sintonizada pero muy emblemática Cementerio de trenes, entre otros más.

Born on the bayou, es el tema que dio origen al famoso Sonido Bayou a la banda.

Transcurrían los finales de los alocados años 60 en el siglo pasado, cuando Creedence Clearwater Revival (algo así como los creyentes de la resurrección del agua clara) surgieron en la escena del pop con una original combinación de música country y rock, y unas “rolitas” bastante rítmicas y melodiosas que rápidamente se metieron en el gusto de la chaviza.

El caso es que Creedence apareció en un momento en que en el mundo la efervescencia psicodélica se encontraba en todo su apogeo, lo que contribuyó aún más al éxito de esta banda, cuya música le llenaba de colores y formas la cabeza a los muchachos.

EL ALUCINE

En México, chicas y chicos se contoneaban sabroso al compás de Born on the bayou, saltando distancias, fronteras sociales e ideologías de la colonia Guerrero a Polanco y del Pedregal de San Ángel a Peralvillo, La Merced, Martín Carrera, la Escandón o Lomas de Chapultepec.

El invento de la luz negra era un coadyuvante en el ambiente que se vivía a ritmo de Creedence en las bodas, las fiestas de XV años, pero sobre todo en las tardeadas de los chavos, donde no pocos se metían sus “churros” en busca de paraísos artificiales… Era, pues, la onda que se vivía en el planeta azul y la luz negra lo encendía todo, como por arte de magia, todo aquello que se bañaba de tonos fosforescentes añadiéndole a la atmósfera fiestera simplemente un toque de fantasía.

Lodi, Especial de medianoche, Banda viajera, Contrabandista y Campos de algodón, eran otras piezas emblemáticas de la banda, que también como Beatles interpretaba covers, que siempre han existido; uno de ellos, Especial de medianoche, que ya el mismísimo Johnny Rivers entonaba con su guitarra a principios de la década sesentera.

EL ESTILO

La combinación musical de CCR resultó un éxito rotundo. El cuarteto realizó una fusión de ritmos que integró el rock and roll, el blues, el godspell, el country y el swamp rock.

Y, en efecto, su influencia no suele ser valorada a diferencia de otros grupos, sin embargo, CCR dio una muestra de contundencia y sencillez que sirvió más tarde para sentar las bases de lo que sería el grunge.