–¿El contexto político te inspira para el humor?
–En mi caso, no. Tengo una mirada más grave. No puedo pensar esta realidad en términos de oficio. Este gobierno supera a muchos de nuestros personajes. Lo escucho a Esteban Bullrich diciendo con orgullo que meten a un pibe preso por día y ni Videla se animaba a ser tan explícito. La dictadura era empleada del imperio y hacía desaparecer personas, pero jamás lo ponía en palabras. Estos tipos parece que no tienen complejos. Entonces te quedás pensando y decís: "No creo que pueda superar esto en el programa". El kirchnerismo planteaba un Estado presente y una reparación para los que menos tienen. Después podés discutir las formas, el exceso de goce en algún caso y a los impresentables que dijeron "aprovechemos” y se quedaron con algo del Presupuesto. Pero este es el gobierno de los depredadores. El plan es que unos pocos la juntan toda y le dicen a la gente que a lo mejor más adelante les cae algo. Hay un guión que está hecho porque hay muchos espectadores haciendo cola para ver la película. La realidad es que te dicen cambiamos, pero volvimos a la etapa previa al kirchnerismo. A mucha gente le preocupa mucho si desaparece alguien en Caballito, pero lo de Santiago Maldonado ni le va ni le viene.
–¿Cómo viviste la carga selectiva de los votos en Santa Fe y la provincia de Buenos Aires del último domingo?
–Me fui a dormir temprano pensando que el resultado era como decían en ese momento. Al otro día cuando me enteré de lo que había pasado no me sorprendí tanto. Estos tipos están muy bien asesorados, no tienen muchos pruritos y manejan la ficción como nadie. Y después bailan y festejan como en un casamiento. ¿Qué vas a hacer? ¿Te vas a ofender porque con ellos está el Mago sin Dientes? ¿Quién los va a acompañar, (Eduardo) Galeano? (risas). Todo es parte de una estrategia publicitaria que manejan con mucha precisión. Construyen política de una manera eficaz, no son tontos. El mensaje es que el Estado del Bienestar solo puede ser algo fugaz.
–¿Qué te parece que puede pasar en las elecciones de octubre?
–Ni idea. La verdad que no sé. No tengo los escenarios posibles. No sé qué piensa exactamente una persona del Conurbano profundo. Qué le pasa con el kirchnerismo, con el peronismo y con el macrismo. Pero más temprano o más tarde, estos tipos van a caer. Será en dos años, en seis o más. Pero van a caer. Porque en definitiva la política no les preocupa tanto: priorizan hacer negocios y con este ritmo en algún momento las cosas van a estallar. El baile de Macri y los demás va a quedar en la memoria como un símbolo de la infamia. No lo van a recordar como un festejo o una expresión de felicidad. Va a ser el símbolo de cómo ellos se divertían mientras tanta gente sufría. No te quepan dudas de que va a pasar. Y no hay nada peor que recordar la imagen del mal bailando. Cuando llegue ese momento muchos que se quejaban va a preferir a la loca que gritaba.
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