repudiamos las prescripciones del fmi

Solicitada EPPA. Rechazo a la reciente intromisión sobre nuestra economía.

Manifestamos nuestra preocupación ante la nueva “misión” del FMI que visitó Argentina para la revisión de las cuentas públicas

El colectivo de economistas Economía Política para la Argentina (EPPA) www.eppa.com.ar  manifiesta su rechazo a la reciente intromisión sobre nuestra economía, por segundo año consecutivo, de una misión “de monitoreo y auditoría” de los técnicos del FMI, en el marco del artículo cuarto del convenio constitutivo del Fondo, que establece la posibilidad de que el organismo revise las políticas internas de sus países socios. Entre otras potestades, el reglamento del FMI establece la posibilidad de examinar la política monetaria, cambiaria y las finanzas públicas internas. No obstante, en la práctica, estas misiones se constituyen en verdaderas auditorías para digitar la aplicación del recetario de políticas neoliberales prescripto por el Fondo, y garantizar un sendero lineal hacia la aplicación de las “reformas estructurales” que propugnan desde el Consenso de Washington de la década del ’90, entre las que se cuentan:

• Reducir el sector público e impulsar una ley de reforma impositiva;
• Avanzar en reformas de liberalización en el mercado de trabajo y en el sistema previsional.
• Anular las regulaciones gubernamentales incluidas las que limitan la competencia extranjera;
• Propiciar la independencia del BCRA, restringiendo su funcionamiento al cuidado del valor de la moneda;
• Revisar los programas de promoción de la industria y la minería.
• Eliminar las preferencias para los proveedores nacionales, en lo concerniente a las compras del sector público;
• Fomentar el programa de privatización de empresa públicas, entre las que se cuentan: ferrocarriles, aerolíneas nacionales y perforación de pozos de YPF;
• Privatizar la matriz energética, o sea, el mercado encargado de la provisión del gas, el agua y la electricidad;
• Liberalizar el comercio exterior, así como los impuestos a las importaciones y exportaciones.
• Descartar toda restricción o rigidez en el acceso a la divisa al tipo de cambio oficial.

Cabe recordar que, fue nuestro presidente Néstor Kirchner quien en el año 2005 rechazó la llegada de técnicos del FMI para auditar nuestras cuentas públicas. En un memorable acto de soberanía política, decidió cancelar la totalidad de la deuda que nuestro país mantenía con la entidad multilateral, y desarticular las misiones de representantes del establishment financiero internacional que anualmente fiscalizaban nuestra economía. Esa decisión de profunda autonomía económica fue sostenida durante las dos gestiones de Cristina Fernández de Kirchner, hasta que en el primer año desde la asunción de Mauricio Macri, en 2016, nuestro país volvió a suscribir su adhesión a las revisiones que establece el artículo cuarto. En 2017, además, el Ministro de Hacienda Dujovne y el Ministro de Energía Aranguren procedieron, junto a los representantes del FMI a realizar un control conjunto de la política energética, a los fines de profundizar la liberalización de las tarifas de los servicios públicos. En un mundo cada vez más imprevisible, nuestras normas, instituciones, y los derechos sociales conquistados son la herramienta soberana para evitar ser arrastrados por la creciente volatilidad externa. La apertura que propone el FMI, el ajuste de nuestra economía para favorecer los márgenes exportables, y la desregulación del sistema financiero, nos hacen muy permeables a cualquier crisis externa. Esto no puede ser consentido en los términos que propone el poder económico a partir del partido gobernante. Pensar un país, implica la inclusión de todos y todas, y no sólo de una porción muy minúscula de la población.

Con todo, el colectivo de economistas EPPA decide reafirmar categóricamente que:

• Rechazamos el triste regreso del FMI, copartícipe de las crisis de los gobiernos neoliberales de tantos países desarrollados y en desarrollo, como Argentina y Grecia. Las “misiones de auditoria y revisión” de las finanzas nacionales, en el marco del artículo cuarto, no son más que el mascarón de proa para la aplicación de reformas neoliberales.
• Repudiamos las prescripciones del FMI, que bajo una mascarada de supuesta “neutralidad objetiva” y “asepsia técnica”, establece lineamientos funcionales a los países centrales, dictando una serie de recetas que solo son convenientes para el gran capital trasnacionalizado y son profundamente contrarias a los intereses populares y una política nacional de desarrollo.
• Reivindicamos la política de soberanía política e independencia económica llevada adelante por Néstor y Cristina Kirchner desde 2003 a 2015. Las mismas no fueron decisiones meramente simbólicas, sino que se produjeron en el marco de un aumento sistemático de nuestra autonomía nacional y de desendeudamiento externo.

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